10

137 20 7
                                    

Chan

Hyunjin siguió lanzando miradas muy mal disimuladas mientras entrábamos en nuestra sala de juegos. Changbin ya estaba allí entrenando algunas patadas contra el saco de boxeo. Se detuvo cuando entramos, su mirada estrechándose brevemente sobre Hyunjin antes de comenzar a patear otra vez.

—Estoy hambriento. Pidamos pizza.

Al ver a Changbin, Hyunjin se puso rígido a mi lado y su respiración se volvió errática. No estaba seguro si era porque él solo estaba en pantalones cortos o porque estaba dándole una paliza a un objeto inanimado, pero su miedo hacia él era obvio. Busqué en el bar el menú de entrega a domicilio de una de nuestras pizzerías favoritas. Estaba pegado a algo que se había derramado. Me volví hacia Hyunjin.

—Tendrás que acostumbrarte a la presencia de Changbin.

Él saltó, apartando los ojos de mi hermano.

—No sé si puedo. Escuché lo que hace, lo que le gusta hacer — susurró.

Contemplé a mi hermano, quien nos observaba desde el otro lado de la habitación a medida que lanzaba otra patada al saco de boxeo. Changbin había hecho muchas cosas, que eran inquietantes para alguien como Hyunjin, y seguro que las disfrutó todas.

—No es un peligro para ti.

Alzó sus ojos hacia los míos, temblando, con la piel de gallina erizándose a lo largo de su piel suave.

—¿Estás seguro?

—Sí. —No hubo vacilación en la palabra. Sabía con absoluta certeza que Changbin no pondría ni una mano sobre Hyunjin porque era mío.

Él asintió lentamente, sus ojos llenos de inquietud. Se resistía a creerme. No conocía a Changbin como yo. Muy pocas personas en este mundo estaban a salvo con mi hermano alrededor, no se podía negar, pero lo mismo podía decirse de mí.

—¿Por qué no le echas un vistazo al menú y ves qué tipo de pizza quieres? —sugerí tendiéndoselo.

Él lo aceptó, mirándolo con recelo. El papel manchado parecía que había visto días mejores. Me dirigí hasta mi hermano, quien dejó de patear y levantó sus cejas hacia mí.

—Esa mirada significa que no me gustará lo que tienes que decir.

—Lo asustas.

Changbin me dio una sonrisa divertida. Había muy pocas personas que no se aterrorizaban de mi hermano.

—Apreciaría si intentaras no asustarlo tanto.

Changbin rió entre dientes, clavando su rodilla en la bolsa un par de veces más antes de que dijera:

—No hice nada.

—Lo sé —respondí—. No nos va bien con las personas sensibles, pero Hyunjin vive ahora bajo nuestro techo. Es parte de nuestra familia, y deberíamos asegurarnos que se sienta lo más cómodo posible, dado su pasado y nuestra disposición.

Él inclinó la cabeza.

—¿Quieres que lo tratemos bien? —Seguí su mirada hacia Hyunjin, quien estaba evaluando el área del bar, que estaba llena de vasos sucios, botellas de cerveza y platos. El personal de limpieza vendría por la mañana.

—Sí. Quiero que lo traten como a uno de la familia. Lo quiero protegido. Lo quiero a salvo de cualquier amenaza. Ahora es un Bang. Es mío.

Changbin asintió, sin apartar los ojos de mi esposo. Hyunjin dejó el menú en la barra, luego levantó la vista y notó nuestras miradas. Parpadeó, poniéndose rígido y entonces tragó con fuerza, recogió el menú rápidamente y se puso a juguetear con él nerviosamente. Temor.

Dark Melody ⏐Chanjin✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora