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Hyunjin

Era un manojo de nervios. Era la primera vez que regresaría a Busan desde que me casé con Chan, luego del escándalo de las sábanas sangrientas. La descripción de Sunoo sobre las consecuencias de ese día probablemente fue moderada por mi bien. Sería el centro de atención. La gente susurraría a mis espaldas. Me juzgarían por acciones que ni siquiera eran mías.

Chan se me acercó.

—Debemos salir ahora. El viaje en avión dura casi cinco horas, y tenemos que estar en la casa de tu tío alrededor de las siete de la tarde.

Asentí y mi estómago se tensó aún más.

—¿Vas a utilizar vestido? —preguntó.

Asentí y señalé hacia el modesto vestido azul oscuro que colgaba de la puerta. Era uno de los vestidos que tío Changmin e había comprado hacía un par de años. Era una elección segura.

Chan negó con la cabeza una vez. Entró en nuestro vestidor y salió unos minutos después con un mono de seda rojo que compré hace unas semanas. Mis ojos se ensancharon.

—Si me pongo eso, la gente me mirará aún más.

Chan inclinó la cabeza.

—Eres un Bang, mi esposo, y no intentarás esconderte. Mantendrás la cabeza alta y les mostrarás que están por debajo de ti. Muéstrales lo hermoso que eres. Déjalos mirar.

Parpadeé y asentí en silencio. Lo hacía sonar tan fácil.

Changbin, Chan y yo tomamos el jet privado a Busan. Seungmin, Jeongin y Jungsu se quedaron en Jeju ya que se trataba de un asunto más que nada familiar, era el setenta cumpleaños de mi tío. Changbin, como Capo de la Camorra, iba como invitado de honor, aunque asumí que mis tíos no estaban muy entusiasmados de tenerlo bajo su techo.
Nos quedaríamos en un hotel esta vez porque Sunoo y Sunghoon, así como mis otros hermanastros, ya estaban pasando la noche en la casa de mis tíos. Y, por supuesto, porque casi todos los miembros de la Famiglia se habían vuelto más cautelosos con Chan y Changbin desde que mataron a Dae en mi noche de bodas.

A veces me preguntaba si algo estaba mal conmigo por no sentirme culpable por lo que había pasado. No vi su cadáver, pero por las reacciones de todos los que lo habían hecho, sabía que era malo. Observé a Chan y a Changbin por encima de mi libro. Estaban discutiendo una próxima reunión con Minho.

Llegamos más tarde de lo esperado a nuestro hotel, así que tuve que apresurarme a prepararme. Cuando estuve listo con el mono rojo nuevo que me había comprado, aquel que no tenía mangas, no pude apartar los ojos del espejo. Mi cabello oscuro caía en ondas sobre mis hombros, y me puse un poco de sombras oscuras. Era una visión en rojo.

Chan apareció detrás de mí con una mirada complacida.

—Serás el centro de atención, Hyunjin, como debes serlo. Eres un espectáculo para la vista. El rojo sangre es tu color.

Resoplé una carcajada.

—La gente pensará en las sábanas sangrientas, sin duda.

Chan puso sus manos en mis caderas, y sin pensarlo, me recosté contra él, disfrutando de la sensación de su cuerpo fuerte presionado contra mi espalda.

—Que recuerden las sábanas. Es lo que le sucederá a cualquiera que se atreva a tocarte.

Me estremecí ante la expresión de su rostro. Tan frío y cruel. Tan hermoso. Chan en su traje negro y corbata de moño rojo sangre era una vista impresionante por su cuenta, pero juntos nos veíamos perfectos, como si estuviéramos destinados a estar juntos. Era un pensamiento ridículo, una idea romántica que nunca expresaría en voz alta porque Chan no lo entendería.

Dark Melody ⏐Chanjin✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora