Capítulo 2. El plan

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Sabía que su propuesta ocasionaría en el omega sorpresa, después de todo no lo había pensando bien y no había sido la forma más romántica de pedirlo. Si alguien le hubiese avisado de que iba a suceder esto, hubiese traído un anillo, se hubiera preparado mejor y le habría pedido su mano a su compañero de una forma mucho más romántica y propia, tal como se la merecía.

Contaba el hecho de que estaban en su lugar favorito, un lugar tranquilo que ambos siempre compartían, o al menos eso esperaba.

—Max... ¿Estás bien? —El otro le miró como si de repente le hubiera dado un aneurisma. No se esperaba esa respuesta, pero lo entendía.

—Claro que estoy bien, quiero que te cases conmigo. —Estaba muy decidido y hablaba tan serio que Sergio le miró nuevamente como sopesando si acaso le estaba bromeando. El omega puso una mano sobre la frente de Max comprobando si tenía fiebre o algo por el estilo, pero no encontró rastros de nada.

—Max, ¿sí te estás escuchando, cierto? —El alfa puso mala cara por un momento, pero la sonrisa del omega le relajó el malhumor.

—No quiero que te vayas. Si no te enlazas con alguien o tienes un bebé, vas a ser obligado a regresar a México, ¿no?

—Sí, tendré que hacerlo.

—Y si te enlazas con alguien aquí tendrías que tener un bebé después.

—Es probable. —El omega bajó los hombros y Max apretó con cariño la mano que estaba sosteniendo de Sergio todavía.

—Y si no tienes un bebé, tienes que enlazarte de cualquier forma, una mordida, para el registro civil.

—Max, es...

—Cásate conmigo.

Volvieron al mismo punto y Sergio sintió el deja Vuh. Sin embargo, esta vez Max parecía que iba a explicarse.

—Si te casas conmigo, te daré una marca legítima y no tienes que dejar de correr por tener un bebé. No tienes que darme un bebé si no quieres, te pido me dejes cortejarte, de manera formal, y yo te daré mi marca y el estatus civil.

Hubo un momento más de silencio entre ellos, Sergio parecía estar analizando lo que Max le estaba diciendo, pero no le hacía lógica, ¿por qué Max querría cortejarlo?

—Por favor...

—Max, no es así de sencillo. ¿Estás consciente de que es un compromiso de por vida lo que me estás pidiendo?

—Bueno, tener un bebé con Daniel o Lewis también lo es. ¿No es así? Y si no son ellos es cualquier alfa en México con el que tendrás que enlazarte y no quiero eso.

—¿Por qué? —El omega frunció el ceño, confundido. Max negó con la cabeza, su lobo interno gruñía Porque eres nuestro, solo nuestro, nuestro omega.

—Porque me importas y no quiero que tengas que dejar el equipo por tener un bebé o por una estúpida licencia.

—Max, si esto es por el campeonato, seguro que podrás...

—No es por el campeonato, no tiene nada que ver con ello. Me importas, Checo. —La forma tan seria en la que Max hablaba provocaba que Sergio sintiera que revoloteaba su estómago con las proverbiales mariposas.

—¿Qué dirán tus abogados? ¿Qué dirán tus padres?

—Mis abogados trabajan para mí y soy mayor de edad, Checo. Por favor. Elígeme a mí, soy la mejor opción, te prometo que no voy a obligarte a tener un bebé, solo quiero que entiendas que eres importante para mí. No quiero otro compañero, no quiero que te marches, tampoco quiero que tengas un bebé con ninguno de ellos. Por favor, elígeme a mí.

La Propuesta (Elígeme a mí) {Chestappen}Where stories live. Discover now