Capítulo 5. El viaje

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Habían decidido que, para no llamar la atención, viajarían en el jet privado de Checo y no en el de Max que era muy llamativo con su tono negro y el símbolo del león. Era mejor si mantenían aquello más privado por el momento, lo último que querían era un tumulto de personas esperándolos en el aeropuerto y dificultándoles la salida.

El hermano de Checo iba a ir a recogerlos, así que no tenían que preocuparse más que estar a tiempo donde iba a esperarlos. Habían llegado a medio día, por lo que Max había podido ver la geografía del país mientras el avión comenzaba a bajar. Reconocía que México no era un país que llamara su atención en un principio, quizá se debía a tanto que viajaba por las carreras, que pensar en viajar a cualquier lado durante sus vacaciones era un rotundo no. Sin embargo, sabía que Checo amaba su país, no por nada cada que podía se regresaba a México y siempre hablaba de forma alegre de su país, así que eso había provocado que se interesara más en la cultura de ese lugar, lamentablemente los itinerarios del equipo eran tan apretados que hacer turismo o disfrutar de las cosas que ofrecía el país, se limitaba a la comida del hotel, el camino del hotel al circuito y algún restaurante para celebrar.

—¿Todo bien? —El omega lo sacó de su trance mientras esperaban poder bajar del avión.

—Sí, solo estaba pensando en que... esta es la primera vez que vengo a México sin ser parte de las responsabilidades del trabajo.

—Es verdad... Bien, estaremos aquí algunos días, así que te llevaré a que conozcas un poco. ¿Qué te parece? —El omega estaba recargado en el asiento y miraba a Max desde arriba, el alfa sonrió y extendió su mano para el otro quien la tomó y se acercó a él.

—Me encantaría, si es contigo. –Su respuesta halagadora hizo que el mexicano se sonrojara un poco, pero no era alguien que se dejara amedrentar por ningún alfa y sus palabras bonitas, así que se sentó en las piernas de Max, pasándole un brazo por los hombros y casi se rio por la forma tan bonita en la que se le pintaron las mejillas al alfa.

—¿Sabes qué es algo en lo que tenemos que entrenarnos ambos? —Su tono de voz era coqueto y suave, pero aun con todo y la cara caliente, Max siguió mirándole.

—¿En qué?

—En esto... —El omega se acercó a darle un beso, fue apenas un beso casto y dulce sobre los labios de Max, quien cerró los ojos por los segundos que duró aquel contacto. Al separarse, el aroma de ambos había brotado y se mezclaba de forma dulce, la burbuja que formaron al mirarse por unos momentos fue abruptamente rota por una azafata que les anunció que ya podían bajar del avión.

Ambos se asustaron un poco y apenados comenzaron a recoger sus cosas para bajar. La azafata no tenía la culpa, ellos solo no estaban acostumbrados a las demostraciones de afecto público, así que todavía debían ser cuidadosos con eso.

Al bajar del avión ya los estaba esperando la camioneta en la que Toño, el hermano de Checo, los había ido a recoger, Ileana estaba en el asiento del copiloto y los saludó efusivamente cuando los vio. Max únicamente sabía de Ileana porque Checo le había contado que su hermano estaba casado con ella, pero según el mexicano, su cuñada era cariñosa, tranquila y una buena persona que le gustaba platicar bastante, aunque no se le daba exactamente hablar bien el inglés, pero lo comprendía.

—¡Que bueno verlos! —Sonaba feliz y entusiasmada al agitar su mano desde la ventanilla.

—Gracias por venir a recogernos. —Ambos saludaron al subir y se acomodaron en los asientos traseros, Toño arrancó cuando estuvieron listos.

—No es nada, ¿cómo fue el vuelo? —Toño les dio una mirada por el retrovisor y después volvió su vista atenta al camino.

—Cansado, pero dejar el clima horrible de Inglaterra me mejora el ánimo. —Checo apretujó su león de peluche entre sus brazos, aunque su hermano volvió a mirarlo por el retrovisor, era obvio que estaba usando un peluche de confort, así que eso le preocupaba un poco.

La Propuesta (Elígeme a mí) {Chestappen}Where stories live. Discover now