✯𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐈𝐀 𝐃𝐄𝐒𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐑𝐀𝐃𝐀✯

31

La luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando la habitación del hospital donde Jake se recuperaba. A pesar del dolor, la presencia de Tom a su lado le brindaba una calma indescriptible. Sabía que este era un momento crucial, no solo para su recuperación física, sino también para sanar las heridas emocionales.

Tom se sentó en la silla, mirando a Jake con ternura. Sabía que era el momento de hablar sobre lo que había sucedido y lo que sentían el uno por el otro.

—Jake... —comenzó Tom, su voz suave y casi temblorosa—. No puedo evitar pensar en lo que pasó. Cada día que estuve contigo en ese hospital, sentí que una parte de mí se desvanecía. Te amo más de lo que puedo expresar.

Jake lo miró, sus ojos llenos de emoción. —Tom, yo también te amo. Nunca me había sentido así por nadie. Pero también tengo miedo... miedo de perderte, miedo de que algo así vuelva a suceder.

Tom se acercó, tomando la mano de Jake con firmeza, sus dedos entrelazados. —Entiendo tus miedos, pero quiero que sepas algo muy importante. Desde el primer momento en que te conocí, sentí que había encontrado a alguien especial. Me das fuerza, incluso en mis días más oscuros. Cuando te vi en esa camilla, sentí que mi mundo se detenía. Te necesito en mi vida, no solo como pareja, sino como mi compañero en todo.

Jake sintió cómo las palabras de Tom le llegaban al corazón. —Tú eres mi ancla, Tom. Sin ti, no sé qué habría hecho. La forma en que te preocupas por mí me hace querer ser una mejor persona. A veces me asusto de lo que siento por ti, porque es tan profundo. Pero quiero que sepas que estoy listo para abrirme a ti completamente.

Tom sonrió, sus ojos brillando con sinceridad. —Esa es la clave, Jake. Quiero que ambos podamos ser vulnerables el uno con el otro. Te prometo que no te juzgaré. He tenido mis propios miedos y dudas, pero nunca me había sentido tan vivo como cuando estoy contigo. Quiero construir algo duradero, una relación que no solo se base en lo bueno, sino también en lo malo, en la lucha y el crecimiento.

Jake sintió una mezcla de alivio y emoción. —Eso es todo lo que deseo. Tener a alguien con quien compartir mis pensamientos más oscuros y mis momentos de alegría. La idea de un futuro juntos me da esperanza, y quiero que ese futuro sea lleno de honestidad y amor.

Ambos compartieron una mirada profunda, y en ese instante, las palabras que habían estado guardando salieron a la luz. Se acercaron, sus labios se encontraron en un beso suave pero cargado de significado. Era un beso que decía más que mil palabras: la promesa de estar juntos, de apoyarse mutuamente, de enfrentarse a cualquier adversidad.

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Un mes después...

El sol brillaba intensamente cuando Jake finalmente recibió el alta médica. Después de un mes de rehabilitación, su cuerpo se sentía más fuerte, y su espíritu había comenzado a sanar. Al salir del hospital, Tom lo esperaba en la entrada con una sonrisa amplia y esperanzadora.

—¡Ya estás aquí! —exclamó Tom, abrazando a Jake con fuerza—. Te he extrañado tanto.

—Yo también te he extrañado —respondió Jake, sintiendo la calidez de Tom envolverlo.

El camino hacia su casa estaba lleno de conversaciones sobre el futuro. Jake sentía una mezcla de emoción y nerviosismo al regresar a su vida habitual, pero la presencia de Tom lo tranquilizaba. Era un nuevo comienzo.

Una vez en casa, Jake se sintió abrumado por la familiaridad del lugar. Cada rincón le recordaba lo que había vivido, pero esta vez, todo parecía diferente. Había una nueva esperanza en el aire.

Más tarde, en la sala de estar, Tom se sentó junto a Jake en el sofá, ambos mirando por la ventana. El sol se ponía lentamente, tiñendo el cielo de tonos naranjas y púrpuras.

—¿Te gustaría hablar sobre lo que ha pasado en este mes? —preguntó Tom, su tono suave.

—Sí, me gustaría. Creo que necesito compartirlo contigo —respondió Jake, tomando aire profundamente—. La rehabilitación me ha ayudado no solo físicamente, sino también a comprender lo que realmente siento. A veces, me siento abrumado por todo lo que pasó, y es difícil creer que Riya... que ella intentó hacerme tanto daño,no solo a mí,si no también a mi familia.

Tom asintió, entendiendo la carga emocional que llevaba Jake. —Es completamente normal sentirse así. Pero recuerda, estamos juntos en esto. Puedes hablar conmigo de cualquier cosa.

Jake miró a Tom, sus ojos llenos de gratitud. —Aprecio tanto que estés aquí. Me gustaría que también habláramos sobre nosotros. Quiero que nuestra relación sea lo más fuerte posible.

Tom sonrió. —Lo mismo siento. Quiero que siempre haya comunicación entre nosotros, sin secretos.

A medida que hablaban, Jake sintió que su corazón se abría. —He aprendido que el amor no solo se trata de momentos felices, sino también de cómo enfrentamos juntos los momentos difíciles. Quiero que compartamos todo, incluso lo que puede ser incómodo. Tú has sido mi refugio, y quiero ser el tuyo también.

Tom lo miró fijamente, sintiendo cómo la emoción llenaba la habitación. —Te prometo que siempre estaré aquí para escucharte, incluso cuando las cosas se pongan difíciles. Quiero construir una vida contigo, una vida en la que ambos podamos ser completamente nosotros mismos. Me importa cada parte de ti, incluso tus miedos y dudas.

Jake se sintió abrumado por la sinceridad de Tom. —Esa es la razón por la que te amo. Eres mi apoyo, y quiero serlo para ti también. Prometamos siempre ser honestos, incluso si duele.

Ambos compartieron un abrazo largo y cálido, y en ese instante, se dieron cuenta de que habían dado un paso importante en su relación. Se miraron a los ojos, sabiendo que estaban listos para enfrentar cualquier desafío, juntos.

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A medida que los días pasaban, Jake se sintió preparado para hablar con Aiden y Ally. Los tres se reunieron en casa, sentados en el patio trasero. El ambiente era cálido y acogedor, pero el aire estaba cargado de emociones.

—Quería hablar sobre todo lo que hemos pasado —dijo Jake, rompiendo el silencio—. Siento que es fundamental que nos apoyemos mutuamente.

Aiden asintió, preocupado. —Lo que ocurrió nos afectó a todos de diferentes maneras. Pero creo que es hora de sanar como familia.

Ally intervino —He estado pensando en que deberíamos ir a terapia juntos. No solo para hablar de lo que pasamos, sino para sanar nuestras relaciones.

Jake miró a sus hermanos, sintiendo una chispa de esperanza. —Eso suena bien. Creo que sería una buena forma de afrontar nuestros problemas y entendernos mejor.

Los tres llegaron a un acuerdo mutuo. Sería un viaje difícil, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos. Cada uno de ellos sabía que la terapia no solo ayudaría a lidiar con lo que había pasado, sino que también fortalecería los lazos que los unían.

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Con cada día que pasaba, Jake se sentía más fuerte y más amado. La vida que había una vez sentido como una carga comenzaba a parecerse a una oportunidad llena de posibilidades. Y con Tom a su lado, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que viniera.