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Tom, James y Hunter habían planeado una cita triple sin que Jake, Aiden y Ally lo supieran. Los tres amigos ya se conocían, pero no habían tenido la oportunidad de presentarse formalmente en el pasado, cuando coincidieron brevemente en la pastelería. Sabían que sus parejas tenían hermanos, pero los detalles sobre ellos eran escasos, solo mencionados en discusiones ocasionales.

El restaurante, elegido por Tom, era perfecto: pequeño, discreto y con luces tenues que creaban una atmósfera íntima. Jake, Aiden y Ally se sorprendieron al descubrir que sus parejas los habían reunido sin previo aviso, pero aceptaron con una mezcla de curiosidad y ligera incomodidad.

La conversación fluyó al principio de manera natural, llena de bromas y comentarios sobre su día a día. Sin embargo, pronto comenzaron a notarse pequeños detalles que no pasaron desapercibidos para Tom, James y Hunter. Había algo en la forma en que Jake, Aiden y Ally se miraban de reojo o se quedaban en silencio cuando la conversación se desviaba hacia sus familias.

—Aiden, me dijiste que tenías un hermano y una hermana, ¿verdad? —preguntó James casualmente, recordando la mención que su pareja había hecho una vez.

Aiden sonrió, buscando rápidamente una salida.

—Sí, pero no son tan interesantes. Preferimos no mezclar nuestras vidas personales con... otras cosas —respondió, sin querer ahondar más en el tema.

Hunter, que observaba la dinámica entre Ally y Jake, levantó una ceja.

—Ally, tú me dijiste que tenías dos hermanos. ¿Por qué no has hablado más de ellos?

Ally rió, intentando desviar la atención.

—Oh, claro... pero es que no solemos vernos mucho —contestó, tratando de cambiar el tema rápidamente—. Además, hay cosas más interesantes de las que hablar. Como esa vez que me ganaste en Mario Kart, Hunter.

Jake, mientras tanto, mantenía una conversación con Tom, que había notado el nerviosismo de su pareja. No podía evitar sentir que Jake estaba ocultando algo, pero decidió no presionar demasiado.

—¿Todo bien? —preguntó Tom, notando cómo Jake apenas tocaba su comida.

Jake asintió, forzando una sonrisa.

—Sí, todo está bien. Es solo que... a veces tengo muchas cosas en la cabeza, ya sabes, el trabajo y todo lo demás.

Tom asintió, pero no pudo evitar la sensación de que algo más profundo estaba ocurriendo. Decidió no insistir, pero su mente no dejó de darle vueltas al asunto.

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Después de la cena, los seis decidieron dar un paseo por el parque cercano. La noche estaba tranquila, y el ambiente relajado ayudó a disipar algunas de las tensiones. O, al menos, eso parecía.

El grupo caminaba por los senderos oscuros y silenciosos del parque, separados en pequeños pares, cada uno en su propio mundo de pensamientos. Las sospechas que Tom, James y Hunter tenían sobre sus parejas empezaban a hacerse más evidentes a medida que la noche avanzaba.

Tom, que había estado caminando junto a Jake en silencio, decidió que era momento de hablar.

—Jake... quiero preguntarte algo —dijo Tom, su voz suave pero cargada de significado. Jake levantó la mirada, algo desconcertado por el tono de su pareja.

—Dime, ¿alguna vez me mentirías? —preguntó Tom, mirándolo fijamente a los ojos. La pregunta cayó como una bomba en la mente de Jake, quien sintió un nudo en el estómago. Por un momento, consideró decir la verdad, abrirse, pero sabía que no podía. Aún no.

—No, Tom —dijo finalmente, su voz apenas un susurro. Le dolía más de lo que esperaba—. Nunca te mentiría. No te oculto nada malo, te lo prometo.

Tom lo observó en silencio durante unos segundos, buscando algo en su mirada, alguna pista. Finalmente, asintió, aunque la sombra de la duda no desapareció completamente.

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James y Aiden, por su parte, habían tomado otro camino por el parque. James, siempre el más observador, había notado las miradas incómodas de Aiden durante la cena.

—Aiden, tengo que preguntarte algo importante —dijo, rompiendo el silencio—. Me dijiste que tenías un hermano y una hermana, pero ¿realmente no ocultan nada?

Aiden se tensó ligeramente, sabiendo a dónde quería llegar James.

—No, James —respondió, su voz temblorosa pero firme—. No estoy ocultando nada malo. No hay razones para mentir.

James, al igual que Tom, no parecía del todo convencido, pero decidió no presionar más en ese momento. Simplemente asintió, aunque el aire entre ellos se había vuelto más pesado.

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Mientras tanto, Hunter y Ally caminaban por la orilla del lago del parque. La conversación entre ellos había sido más ligera, pero Hunter también había sentido que Ally le estaba ocultando algo.

—Ally, sé que no siempre hablamos de cosas serias, pero hay algo que quiero saber —dijo Hunter, deteniéndose frente a ella —¿Tú me mentirías? —La pregunta fue directa, sin rodeos. Ally sintió como si le hubieran dado un golpe en el pecho. De todos sus hermanos, ella siempre había sido la más abierta, la más sincera, pero en este momento, no podía decir la verdad. No todavía.

—No, Hunter —dijo, esforzándose por mantener la voz estable—. Nunca te mentiría, y no tengo nada que ocultarte.

Hunter asintió lentamente, pero una parte de él seguía sintiendo que algo no cuadraba del todo. A pesar de sus palabras, había algo en la mirada de Ally que no terminaba de convencerlo.

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Mientras tanto, en el elegante despacho de Connor, la tensión era palpable. Riya había logrado impresionar a Connor con su trabajo en la empresa, lo que había llevado a una serie de reuniones que se alargaban más allá de lo profesional. Connor, aunque cauteloso, se encontraba intrigado por Riya y su determinación.

—¿Por qué no salimos a tomar algo después de esta reunión? —sugirió Connor, intentando mantener un tono ligero.

Riya sonrió, una sonrisa que ocultaba más de lo que revelaba.

—Me encantaría. Creo que sería una buena idea para seguir conociéndonos más —respondió, sabiendo que cada paso la acercaba más a su objetivo.

A medida que la conversación avanzaba, Riya dejaba caer comentarios que insinuaban un interés genuino por la vida de Connor, lo que despertaba aún más su curiosidad. Sin embargo, en el fondo, su mente estaba en otro lugar, considerando cómo podría manipular su situación a su favor.

Connor, por su parte, se sentía cada vez más atraído hacia Riya, aunque una parte de él seguía sintiendo que había algo oscuro detrás de su fachada encantadora. Sin embargo, por ahora, decidió dejarse llevar.

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La noche continuó, y a pesar de los momentos de tensión, el grupo trató de disfrutar de la compañía mutua. Sin embargo, las palabras no dichas flotaban en el aire, y cada uno de ellos sabía que, a pesar de la risa y la alegría de esa noche, había secretos que podrían cambiarlo todo.

A medida que el paseo se acercaba a su fin, cada uno se preguntaba si algún día podrían ser completamente honestos. Pero por ahora, lo único que podían hacer era seguir adelante, manteniendo las apariencias, mientras sus corazones llevaban el peso de la verdad.

✯𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐈𝐀 𝐃𝐄𝐒𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐑𝐀𝐃𝐀✯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora