PÚDRETE

811 64 5
                                    

-Ya está todo en la cajuela-me informo Hannah-. Tal vez podamos comer en algún restaurante que este por el camino.

-De acuerdo ¿Puedes llevarte a Mía?-tenía que manejar y no podía con una cachorrita tan inquieta como ella.

No sé cómo se me ocurrió que con una patita lastimada dejaría de ser tan juguetona, toda la mañana se la paso mordiendo la pelota que le había comprado ayer y ladrándonos cada vez que pasábamos frente a su casa.

-Es hora de irnos-susurre encendiendo la camioneta.

****

Samuel estaba con su estúpida expresión como la primera vez que lo visite, no puedo entender como pude sentir pena por él, ahora solo tenía asco, no quería volver a verlo, saliendo de aquí dejaría que se pudriera en el olvido como su familia había decidido hacer.

-Escucha-dije secamente- No me importa que tan mal te encuentres, no vine aquí por ti, vine por respuestas... ¿Dónde está John?

Nada. Ni siquiera una mirada que me indicara que me escuchaba, la cólera subió por mi garganta.

-¡Deja las idioteces! Sé que me escuchas y me entiendes, te dejare las cosas claras-dije acercándome a él para que me escuchará con claridad-. Yo me creí tus mentiras mientras tú reías a mi espalda, te di toda mi fuerza... pero no lo mereces, deja de molestarnos o serás tu quien termine enterrado.

Tome asiento en la silla para que el guardia no sospechara nada, no podía irme sin decirle todo lo que merecía escuchar.

-Ya no tienes que mentir, trágate tu vil traición ya me voy, no existe un perdón, no existimos tu y yo- me puse de pie y toque dos veces, el guardia me abrió la puerta pero antes de salir me gire y añadí- ¡Oh! Y dile a tu amigo "saco rojo" que se pudra y de paso púdrete también.

Al decir esto Samuel giro la cabeza y me observo pero no menciono nada, debería sentirme sorprendido de que al menos me viera, pero lo único que quería es que desapareciera, sin más salí de la sala y del hospital siquiátrico.

****

-Estuve analizando todo esto-dijo Hannah observando la carretera- ¿Y si todo es una actuación?

-¿Cómo?-pregunte sin poder comprender lo que decía.

-Si... ¿Y si fue saco rojo quien pago para sacarlo de la cárcel?

-Si fuera así ¿Por qué esta Samuel en ese hospital?

-¡Es simple! Nadie lo quiere, y si comparas el hospital con la cárcel... es como un hotel de lujo para él, está a salvo ahí...

-Exacto, pero si no puede salir y nosotros somos los únicos que le hemos visitado ¿Cómo puede seguir con el juego de A?

Se hizo un silencio en el auto, algunas piezas encajaban y otras quedaban volando, había algo que se nos estaba escapando... algo que faltaba por descubrir, la pieza clave.

NARRA SAMUEL

La noche había caído, las enfermeras ya habían terminado con su típica rutina de dar medicinas y asegurarse de que los internos durmieran, con calma me levante de la cama y saque mi antigua chaqueta negra que solía usar, me la puse y mire mi reflejo en la venta.

Debo reconocer que aun me quedaba bien, estar aquí no me entusiasmaba... pero es lo que hay, me abroche la chamarra y me puse la capucha, tome un clip de la mesa y con cuidado comencé a quitar el seguro de mi puerta, esta accedió y se abrió.

Salí al pasillo en silencio, no había nadie.

Comencé a caminar por el amplio y oscuro pasillo, metí la mano en mi bolsa y saque la credencial que le había robado a un trabajador, pase esta por el escáner, soltó un ligero pitido y la puerta se abrió, sentí el húmedo aire de la noche y sonreí, se sentía tan bien ser libre.

Pronto saldría de aquí, pero aun tenia cosas que resolver, sonriendo me aleje por la calle sin que nadie me viera, como antes.

Atadura (Metamorfosis 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora