EXPLICACIONES

877 57 23
                                    

Me quede completamente congelado, mi cerebro trabajaba muy rápido, todo esto estaba mal: una relación con mi maestro, un hombre casado, un hombre que ya había formado una familia, ¿Cómo demonios había pensado que esto resultaría bien? Había sido un idiota al pensar que tal vez todo sería normal cuando todo mi mundo se derrumbaba a mí alrededor.

La cabeza comenzó a dolerme, eran tantas cosas las que tenía que resolver: el enigma de "saco rojo", mi asquerosa relación, superar a Samuel, encontrar a John, huir de los detectives, esto sencillamente me superaba, todo se me estaba yendo de las manos, lagrimas de frustración comenzaron al resbalar por mis mejillas.

-No llores Ian-dijo Jason tomando mis manos.

-¿Qué quieres que haga? ¿Qué te felicite?

-Aun no he terminado de hablar.

¿Realmente quería escuchar más? No, simplemente quería irme de aquí y terminar con todo, pero ya no quería mas mentiras o misterios en mi vida, si podía resolver esto ahora sería mejor que después, suspire y Jason prosiguió.

-A los 18 años no quería ser padre- se limpio una lagrima y prosiguió-. Pero era responsable de aquel bebe, después de un mes sin saber bien que hacer acudí a mi madre, después de eso todo cambio, Samara se alejo de mi y perdimos contacto, yo no comprendía nada así que pregunte a mi madre y ella me conto la verdad... ella le había pagado una cantidad enorme de dinero para que se alejara de mí y para que abortará al bebe.

¡Dios mío! Su madre le había quitado la vida injustamente a un niño, a un ser que no tenía la culpa de nada, ¿Alguien podía ser tan maldito? Si, recordé aquella vez en la que me quiso alejar de Jason con dinero, pero aun quedaba el asunto de los anillos.

-¿Qué hay con los anillos?-pregunte limpiando mis lagrimas.

-¿Esos? Sin falsos, fuimos a una feria de la universidad y nos metimos a un tonto juego, nunca estuve casado con nadie.

Corrobore la hora en mi iPhone, me sentía increíblemente cansado, solo quería tumbarme sobre la cama para poder dormir y nunca despertar, me levante y me dirigí a la puerta.

-¿Qué va a pasar?-pregunto Jason a mis espaldas.

-Yo... necesito pensar las cosas-Salí del departamento y me dirigí a casa.

****

En la entrada vi la camioneta de mi padre ¿Habían llegado? Pero si aún quedaba tiempo para su viaje, entre en la casa y lo vi acomodando las maletas en las escaleras, me vio y sonrió, casi por instinto corrí y lo abrace.

-¿Porqué llegaste tan pronto?

-Terminamos el trabajo antes de lo previsto-sonrió.

Escuche ruido en la cocina y me puse alerta, mi padre se percato de mi tención, pero antes de que pudiera decir alguna palabra una señora salió de la cocina: la detective Evans.

Casi me da algo al verla ahí de pie con su escabrosa sonrisa que me resultaba cada vez más irritante, mire a mi padre para ver su reacción pero no denotaba nada.

-Ian-dijo mi padre-. Esta es...

-Detective Evans, que sorpresa verla aquí-le interrumpí.

Mi padre se quedo mudo y me estudio en busca de una respuesta, pero me esforcé por no mostrar mi nerviosismo.

-¿Ustedes se conocen ya?-pregunto.

-Sí, nos conocimos en la escuela, igual es un gusto verte de nuevo Ian.

-Escucha-dijo mi padre refiriéndose a la detective-. Ponte cómoda, ahora venimos.

Seguí a mi padre hasta la cocina aun conmocionado, cuando entre en esta me asome para ver si realmente esta ella ahí y que no era una ilusión.

-¿Qué hace ella aquí?

-Ian... ella y yo estamos saliendo.

-¡¿Qué?!-grite y él me hizo una seña para que bajara la voz.

-Se que lo de tu madre no fue hace mucho pero... debemos pasar la página.

-¿Y tiene que ser con ella?

-¿Tienes algo en contra de ella?-preguntó confundido.

¿Era en serio la pregunta? Resople con indignación.

-¿Hola? Es una detective-respondí como si fuera la cosa más obvia del mundo.

-Esa es una razón muy tonta.

-Es obvio, ella solo quiere estar contigo para estudiar cada uno de mis movimientos.

-¿Por qué haría algo si? No has hecho nada malo... ¿O sí?

Me quede mudo, no podía decirle lo de la noche en que estuvimos frente a una tumba abierta, ni mucho menos lo de los mensajes, y claro está que tampoco lo de mi "romance" prohibido.

-Pues no-metí buscando algo con lo que ocultar mi error- pero ambos sabemos que no tengo un pasado muy lindo que digamos.

-Relájate ¿Si? Solo conócela.

Salió de la cocina, ¿Conocerla? Nunca, ella buscaba sospechosos y culpables, quería resolver el asunto de la tumba y hasta ahí, me sabía bien esa jugada y no caería en la trampa, no le sería tan fácil, soy un mentiroso y hare lo imposible por ocultar las evidencias.

Salí de la cocina y los vi sentados en la sala estudiando unas viejas revistas, en una de ellas había una chica maquillada de manera horrenda, ambos levantaron la vista al mismo tiempo.

-Ven acá Ian, quiero que conozcas a la señora Evans-dijo papa.

-Lo siento, no quiero ver caras horrendas-mi padre palideció.

-¿Disculpa?

-Me refiero a la revista-sonreí con inocencia, una pequeña broma de doble sentido que la detective Evans había captado a la perfección- Como sea, los dejo para sé que conozcan, por lo que se a usted, señora Evans, le encanta saber cosas sobre la gente.

Sin más salí de la casa.

Atadura (Metamorfosis 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora