Atadura (Metamorfosis 2)

MATAR O MORIR

La luz volvió a aparecer en el momento exacto, la chica que tenía sobre mí tenía una máscara similar a la de cabello negro pero esta tenía una cabellera rubia, la chica me soltó un fuerte puñetazo en la boca, rápidamente comencé a sentir algo extraño en mi boca: mi sangre.

La chica levanto su mano y me di cuenta de que tenía un cuchillo muy filoso, yo siempre había seguido una regla de no lastimar a una mujer pero en este caso tenía que hacer una excepción, con una mano golpe a la chica y le arranque la máscara para dejar al descubierto a una persona completamente desconocida para mi, por una fracción de segundo pensé que tal vez sería Ashley pero me equivoque.

La chica soltó un grito que dejaba claro que tenía problemas severos, esta se lanzo sobre mí y me araño el cuello y parte de la cara, sentí el ardor de las pequeñas heridas, la chica me soltó un fuerte golpe en el abdomen y caí al suelo, rápidamente la chica fue a tomar su cuchillo pero me gire y le solté una fuerte patada en la sien que la lanzo contra la pared, tambaleándome me puse de pie y tome el cuchillo que la chica había soltado.

-¿Quién eres?-pregunte con fuerza levantando el cuchillo para protegerme.

-¡Vamos, mátame!-grito la chica mientras se limpiaba la sangre.

-¿Por qué haces esto?

-Nos contrataron para matarlos a todos-la chica soltó una fuerte risa al pronuncias la palabra "matar", estaba más que claro que tenía problemas mentales-. Mátame.

Me quedé congelado con el cuchillo apuntando hacia ella, no había venido aquí a matar a alguien, solo vine a ayudar a Ashley pero hasta el momento no había visto nada de ella, pero la chica comenzó a correr hacia mí con fuerza, de la nada ella se quedo quieta con los ojos abiertos.

-¡Oh por dios!-grite soltando el cuchillo incrustado en su pecho.

La chica cayó al suelo y yo me tumbe a su lado para poder ayudarla pero no había nada que hacer, las manos me temblaban con una fuerza increíble, el sudor bañaba mi frente y mi espalda... ¡Había matado a una persona!

-No...no...-sentí que las paredes del pasillo se cerraban sobre mí.

De pronto escuché la voz de Samuel pero no me hablaba a mí, me puse de pie y comencé a correr  recargándome en las paredes del pasillo para no desplomarme, al llegar al final vi que Samuel luchaba contra un hombre, pero este ya no tenía mascara, al ver su rostro ocurrió lo mismo que con la chica: no lo reconocí.

La pelea era bastante reñida, comencé a correr de regreso a donde estaba la chica muerta y tome una pata de la mesa con la que había chocado antes, volví a correr para ayudar a Samuel.

El hombre estaba ahorcando a mi novio con fuerza, el rostro de Samuel se estaba poniendo muy rojo, corrí tras el hombre y antes de que pudiera verme le solté un fuerte golpe sobre la nuca, el hombre cayó al suelo gritando, ayude a Samuel a incorporarse pero sentí un fuerte golpe en mi espalda, grite de dolor y me gire para ver al hombre de pie con los ojos abiertos y llenos de coraje.

Me moví con rapidez y le patee las piernas para que cayera y mi plan funciono, el hombre cayó sobre su hombro y grito pero comenzó a levantarse con rapidez, fue entonces cuando el filo de un hacha se incrustó en sus costillas, solté un grito aterrado por la imagen de la sangre.

Samuel me ayudo a ponerme de pie aunque sabia que me desplomaría al suelo de nuevo.

-Tu...lo... lo has matado-dije temblando.

-Ian-dijo tomando mi rostro entre sus manos, podía sentir como es que también el temblaba-. Ellos nos matarían sin pensarlo, tenemos que defendernos...

-¿Dónde... donde esta Hannah?-pregunte para no soltarme a llorar del estrés.

-La vi corriendo hacia acá.

Seguí a Samuel hasta llegar a una recamara pequeña, al entrar vi a Hannah luchando contra la chica que había visto antes, la de cabello negro, vi el hacha tirada cerca de mí y corrí a tomarla para que la chica no la pudiera usar.

Pensaba en ir a ayudar a Hannah cuando esta le soltó un fuerte golpe en la mandíbula a su contrincante, la chica de cabello negro le soltó un golpe en la mejilla a Hannah, sentí como la furia sustituía al miedo, nadie golpeaba a mi mejor amiga.

-No, Ian esta perra es mía-dijo Hannah.

Me quede observándola con los ojos abiertos, Samuel se acerco a mí, la chica se lanzo contra mi amiga pero Hannah se agacho en el momento en que el puñetazo la iba a golpear, Hannah tomo con fuerza el brazo de su atacante y lo estiro hasta que pude escuchar un crujido, la chica soltó un doloroso grito que me recorrió el cuerpo entero, Hannah tomo el cabello de la chica y estampo su rostro en una mesa que había en la recamara, la chica callo inconsciente sobre el suelo, mire a Hannah sorprendido.

-Nadie me va a lastimar-dijo Hannah acomodándose un mechón de cabello rubio detrás de la oreja.

-Debemos largarnos de aquí-dijo Samuel.

Los tres comenzamos a correr en busca de una salida, al pasar por un pasillo vi la figura de alguien de pie, era un chico y tenía un encendedor que dejo caer intencionalmente, la casa de madera comenzó a prenderse, el chico levanto la vista y me percate de que era John.

El me vio y abrió los ojos, estaba más delgado de cuando lo había visto por última vez, tenía varios rasguños en su rostro, me quede mirándolo a los ojos cuando de pronto el señalo hacia un pasillo para después desaparecer corriendo.

Hannah y Samuel llegaron en ese momento, por alguna razón se me ocurrió correr en la dirección que John me había señalado, corrí y vi que había una puerta al final de este pasillo: John me había dado la oportunidad de seguir vivo ¿Pero dónde estaba el ahora?

-¡Corran!-grito Hannah al ver que el pasillo comenzaba a desmoronarse detrás de nosotros, el tiempo corría y nuestras vidas pendían de un hilo muy delgado.

NARRA ASHLEY:

Logre llegar hasta donde había estacionado mi auto, mi plan para librarme de "A" había funcionado, realmente lo había encerrado en esa maldita casa, tome mi celular y por el espejo retrovisor vi un carro estacionado.

Me acerque a él, dentro del carro había una computadora y una bolsa que identifique de inmediato: era de Hannah, ¿Cómo sabían donde estaba? ¿Qué hacían aquí? De pronto se escucho un estallido que me asusto, en medio del bosque vi la potente luz del fuego que provenía de la casa.

-¡No puede ser!-grite a la nada.

¡Mis amigos estaban ahí! Comencé a correr para ayudarlos a salir del fuego, mientras corría marque el teléfono del detective Payne.

-¿Qué pasa?-dijo él con calma.

-¡Rápido, llame a la policía y ayúdenme!-le di la dirección de donde estaba y seguí corriendo para poder llegar hasta donde estaban mis amigos.

Mientras corría no dejaba de rogar al cielo porque aun siguieran vivos. 

NOTA EXTRA: ¡MAÑANA ES EL GRAN FINAL DE LA NOVELA!