Mi piel se eriza completamente, no puedo apartar mi mirada de sus ojos verdes. Tiemblo ante su presencia...
—¿No piensas decir nada? —su voz gruesa suena divertida.
—¿Quién eres? —es lo único que sale de mis labios.
—Tu carcelero, tu peor pesadilla. Mi nombre es Friter —pronuncia con la mirada puesta en mí.
Doy dos pasos hacia atrás, impactada, asustada, temerosa.
—No puede ser... —susurro.
—¿Te sorprende? —se ríe.
—¿Me va a comer? —pregunto temblando.
Friter oscurece su mirada, pasando sus ojos por mi delgado y delicado cuerpo, y vuelve a fijar sus ojos en los míos.
—Sí, voy a comerme cada parte de tu cuerpo —me mira con una sonrisa ladeada.
Tiemblo en mi lugar, mis ojos se humedecen con lágrimas.
—Gerard, lleva a Flora a la habitación —oigo que se dirige al hombre tenebroso a mis espaldas.
Aquel desconocido me hace caminar por un pasillo hasta una puerta de madera, la abre y me hace entrar.
El interior me recibe, es una amplia habitación, decorada con una cama muy grande cubierta por sábanas de seda. En las paredes hay un gran retrato de una niña. Mi mirada se queda fija en el retrato, soy yo, soy yo con 9 años recogiendo rosas en el jardín que queda al frente del castillo...
Un escalofrío me recorre nuevamente. ¿Cómo puede ser? ¿Por qué hay un retrato mío en este castillo?
Miro a mi alrededor y veo también un gran armario. Camino hacia él y lo abro, siendo recibida por múltiples vestidos lujosos de diferentes colores, pijamas de seda casi transparentes. En una repisa hay zapatos, joyas, múltiples artículos.
Cierro el armario y camino hacia la cama, me siento en el borde y suspiro, recordando que pronto moriré a manos de una bestia. Las lágrimas caen por mis mejillas y lloro en silencio. Me acomodo en la cama y, después de tanto llorar, me quedo dormida.
Unas caricias en mi pelo me hacen abrir los ojos. Veo a Friter sentado en el borde de la cama mirándome y acariciando mi pelo.
Me aparto rápidamente de su tacto. Las lágrimas vuelven a caer por mis ojos.
—No llores —ordena.
—¿Cómo no quiere que llore? Voy a morir —sollozo.
—¿Quién dijo que morirías? —me mira fijamente.
—Todos en la aldea lo saben, que usted se come a las jóvenes vírgenes que vienen al castillo —me abrazo temerosa sin mirarlo.
Una estruendosa carcajada resuena en la habitación.
—No me comí a ninguna de las anteriores —me mira fijamente, puedo sentirlo.
—Entonces, ¿por qué nunca volvieron? —me atrevo a mirarlo.
—Se suicidaron —me mira fijamente con el semblante serio—. Se lanzaron de la torre más alta al verme en la noche —suelta serio.
Mi corazón se acelera.
—¿Es tan aterrador? —trago saliva.
—Oh, pequeña Flora, no querrás averiguarlo —noto cierto deje de tristeza en su voz—. Solo no salgas de esta habitación en la noche, aunque escuches gritos y rugidos —me advierte.
Asiento con la cabeza. Friter se pone de pie y camina hacia la puerta. Antes de salir, se voltea y me mira fijamente.
—Te ves deliciosa mientras duermes —sale de la habitación.
Me quedo en mi lugar, desconcertada. No sabía lo que este hombre quiso decir con esas palabras, pero resuenan en mi mente una y otra vez: "Te ves deliciosa mientras duermes".
Foto original de Friter
¿ Que les pareció Friter ?😍😍
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Corazón Maldito
FantasíaCuenta la leyenda que en el antiguo castillo Grenvender, el Rey Friter fue maldito por una antigua bruja oscura, convirtiéndose en una bestia inmortal cada noche. Desde entonces, el rey se encerró en su castillo y cada 20 años exigía una joven virge...