Conexiones del corazón ~ Yoonmin & Hopev/Vhope

06

Jimin lo vio a lo lejos, reconociendo de inmediato el color menta del cabello del chico que le había dejado una impresión desde aquella noche en el bar.

Aunque en su interior vacilaba, decidió acercarse, decidido a arreglar las cosas. Caminó rápido, cortándole el paso antes de que pudiera seguir hacia el puesto de comida callejera al que se dirigía.

Yoongi levantó la vista, sorprendido, y de inmediato su expresión se endureció al verlo.

—¿De nuevo buscando problemas? —gruñó, sin disimular su irritación, mirándolo de arriba a abajo, casi con desdén—. En el bar, me golpearon por tu culpa. Mira esto. —Señaló su pómulo hinchado y oscuro, mientras sus ojos lo fulminaban.

Jimin se detuvo, sintiéndose culpable. El golpe se veía doloroso, y su propio corazón se encogió. Sin embargo, algo más lo desconcertó: su mirada, esa mezcla de enojo y algo que no lograba identificar, lo dejó inquieto.

—Lo siento —respondió con voz suave—. No fue mi culpa... El chico del bar fue quien te golpeó, no yo.

Yoongi soltó un resoplido y cruzó los brazos, dando un paso atrás al notar la cercanía entre ambos, aunque algo en él lo mantuvo quieto, incapaz de alejarse del todo.

Sus ojos recorrieron al chico que tenía adelante por un segundo más, pero luego sacudió la cabeza, como tratando de despejar esos pensamientos traicioneros.

"Este tipo no me agrada, y aún así...."

—No quiero discutir contigo. Solo dime, ¿por qué siempre te metes en mi camino? Tengo cosas que hacer, y perder el tiempo contigo no es una opción.

—¿A dónde ibas?

—¿De verdad te importa? —lo fulminó con la mirada—. No sé quién eres, y sinceramente, tampoco quiero saberlo. Si me disculpas, debo irme— intentó pasar junto a él, pero lo detuvo tomando su mano con suavidad. Ese contacto inesperado hizo que ambos se tensaran. Su pulso se aceleró de manera irracional— ¿Qué haces?

—Soy Jimin. Park Jimin —se presentó con una voz suave, pero seria, sin soltar su mano. Al sentir el calor de su piel, Jimin sintió un extraño cosquilleo recorrer su cuerpo, algo que lo descolocó—. No quise que te golpearan, de verdad lo siento. —Su disculpa sonaba sincera, sus ojos reflejaban arrepentimiento genuino—. Si hay algo que pueda hacer para compensarlo, solo dímelo. ¿Te invito algo del carrito?

Yoongi, irritado, soltó su mano de un tirón. La sensación del contacto aún lo invadía, y eso lo enfurecía más.

—No quiero nada de ti. —Su tono era frío, casi cortante—. Tengo mi propio dinero, no necesito que pagues por mí.

—No dije que no lo tuvieras.

—Park Jimin —dijo, pronunciando su nombre con un tono casi amenazante—. En el bar me dijiste que no valgo nada, que no soy nadie. Me comparaste contigo. Es obvio que tú tienes la vida resuelta. Tú... —sus ojos lo recorrieron por un segundo, y aunque trató de contenerse, una parte de él se dejó llevar—. Tú eres el tipo de chico que no tiene que preocuparse por nada, pero yo... —Su voz se quebró levemente, pero la terminó con dureza—. Yo no soy como tú. Y eso no me hace menos.

La atmósfera entre ellos se volvió más densa, casi opresiva. Jimin sintió un nudo formarse en su garganta. El enojo era palpable, pero había algo más, una especie de conexión inexplicable. Algo que Jimin no había sentido nunca.

Los ojos felinos de Yoongi, aunque llenos de resentimiento, brillaban con una intensidad que lo mantenía inmóvil. El silencio entre ambos parecía cargado de electricidad.