5° EL Planeta Chatarra T3

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Fran y Asara emergieron del portal en medio de un paisaje desolado y surrealista. A su alrededor se extendía un vasto campo de escombros, un océano interminable de chatarra que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Pedazos de naves espaciales destrozadas, viejas máquinas oxidadas y restos de tecnología olvidada se amontonaban en montículos caóticos, creando un panorama de decadencia. El cielo estaba teñido de un color gris opaco, y un aire pesado impregnaba el lugar, con un leve olor a metal oxidado y otros desechos.

Asara frunció el ceño mientras daba un paso adelante, notando cómo el suelo crujía bajo sus pies, compuesto de innumerables fragmentos de metal y circuitos rotos. Miró a Fran, quien parecía bastante cómodo en aquel entorno, escaneando el área con su dispositivo mientras avanzaba sin dudar.

Asara (con una mezcla de incredulidad y confusión): ¿Fran, qué es este lugar? ¿Por qué estamos en un planeta de chatarra?

Fran no apartó la vista de su dispositivo mientras continuaba avanzando entre los escombros, sus ojos brillando con una especie de entusiasmo que Asara encontraba desconcertante.

Fran (con tono entusiasta): Este es Paradox-X, el planeta de chatarra más grande de este sector de la galaxia. Es donde la mayoría de las civilizaciones de la Federación arrojan su basura tecnológica obsoleta. Y es exactamente por eso que estamos aquí.

Asara (mirando alrededor con escepticismo): ¿Y qué podríamos necesitar de este lugar? Parece un vertedero gigante.

Fran se detuvo un momento, finalmente levantando la vista para mirarla con una sonrisa juguetona.

Fran (con una pizca de misterio): Exactamente, Asara. Y en un vertedero tan enorme, a veces se pueden encontrar tesoros olvidados. Hay una pieza en particular que necesito para mi próximo proyecto. Algo que ya no se fabrica en ningún lado, y que probablemente solo pueda encontrarse aquí, entre toneladas de basura espacial.

Asara arqueó una ceja, claramente intrigada pero también algo desconcertada por la situación. Habían pasado de salvarse por poco de una batalla caótica y un caos interdimensional a buscar piezas de repuesto en un basurero galáctico. A veces, le resultaba difícil seguir el ritmo de Fran y su mente que siempre estaba en marcha.

Asara (con un suspiro resignado): Bien, ¿y qué es exactamente lo que estamos buscando?

Fran activó un pequeño holograma en su dispositivo, mostrando un diagrama de una pieza compleja, una especie de microgenerador que parecía de una tecnología antigua pero extremadamente avanzada.

Fran (con determinación): Necesito este microgenerador tetrónico. Fue utilizado hace siglos por una antigua civilización en sus naves de guerra. Es una de las pocas fuentes de energía que puede soportar las exigencias de mi próximo invento. Y según mis investigaciones, uno de los últimos lotes de estos microgeneradores terminó aquí.

Asara lo observó en silencio, tomando un momento para asimilar la información. Fran tenía esa extraña habilidad de encontrar sentido en lo que parecía el caos absoluto. Lo que para cualquiera sería un planeta sin valor, para él era un lugar lleno de posibilidades.

Asara (con una media sonrisa): Está bien, Fran. Si dices que necesitamos esa pieza, confío en ti. Pero más te vale que este microgenerador realmente valga la pena.

Fran le devolvió la sonrisa, esta vez con una expresión más suave.

Fran (confiado): No te preocupes, Asara. Confía en mí. Con esto, podré crear algo que cambiará el juego. Ahora, ¡manos a la obra! Tenemos un tesoro que desenterrar.

Y así, ambos se adentraron en la vasta extensión del planeta chatarra, en busca del valioso artefacto perdido entre las montañas de desechos olvidados. Para Fran, era otra misión emocionante; para Asara, era simplemente otro día más acompañando al genio impredecible en su próxima gran idea.

Lovedtale: Fran MalvadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora