Entre Llamas y Destinos (Eddie Diaz)(911)

capitulo 11

El día había sido largo y agotador para Eddie. Estaba sumido en pensamientos confusos mientras trabajaba, sus emociones fluctuaban entre el dolor por el posible fin de su matrimonio con Shannon y la preocupación constante por Sophia. Desde que Shannon le había dicho que no estaba embarazada y que el divorcio era la mejor opción, Eddie había sentido un vacío indescriptible. No podía dejar de pensar en lo que todo eso significaba para él, para su hijo, y cómo Sophia también estaba involucrada en esa maraña emocional.

El sonido de sirenas y el caos de un accidente lo sacaron de sus pensamientos. Buck y él se acercaron a la conductora del coche accidentado, verificando su estado. Mientras la revisaban, la mujer les preguntó:

—¿Está bien la otra mujer?

Eddie se tensó de inmediato y miró alrededor, buscando con la mirada a quien se refería. Al ver a Shannon tendida en el asfalto a unos metros de distancia, su corazón dio un vuelco. Sin pensar, corrió hacia ella, arrodillándose a su lado. Shannon lo miró con una expresión de vergüenza y dolor.

—Oh, Dios... qué vergüenza... —susurró Shannon, mientras Chimney y Hen se apresuraban a ponerla en la camilla. Eddie estaba completamente desconcertado, no podía procesar lo que estaba sucediendo.

—Chim, ¿cuál es el diagnóstico? —preguntó Eddie, con el corazón acelerado y la mente en blanco. Chimney le dijo la verdad, y Eddie entendió de inmediato la gravedad de la situación. Chim lo miró con una mezcla de tristeza y seriedad.

—Ve y despídete de tu esposa —le dijo Chimney suavemente.

Eddie subió a la ambulancia junto a Shannon, sus emociones desbordándose mientras trataba de mantenerla consciente.
—Tienes que aguantar, Shannon. Chris te necesita... yo te necesito —decía, con la voz quebrada.
Pero Shannon, sabiendo lo que sucedía, se armó de valor para decir sus últimas palabras.
—Eddie... hubiera querido pasar más tiempo con Chris... Sophia tenía razón en eso. No sabemos cuánto tiempo nos queda de vida... —dijo con un suspiro de dolor—. Los amo... lo siento tanto... dile a Chris que lo amo.

Eddie negaba con la cabeza, negándose a aceptar lo que estaba sucediendo. Sus lágrimas caían sin cesar mientras Shannon le apretaba la mano.
—Quiero confesarte algo... —dijo ella, esforzándose por hablar—. Me sentía celosa de Sophia... le pedí que no se acercara a ti. Por eso te ha estado evitando... Tenías razón, Eddie, ella es única y perfecta. Sé que los hará muy felices a ambos. Quiero que seas feliz... y sé que con ella encontrarás tu felicidad completa. Están hechos el uno para el otro...

Eddie la miró, incrédulo, su dolor intensificándose con cada palabra que Shannon pronunciaba.
—No pienses en mí, Eddie... no pienses que me estás engañando cuando decidas tener pareja. Te doy mi bendición... Sé que Chris estará bien cuidado... —dijo Shannon, con sus últimas fuerzas.

Eddie no podía dejar de llorar, sosteniéndola con todas sus fuerzas mientras la ambulancia llegaba al hospital. Hen intubó a Shannon, pero al llegar, no había signos de vida. Shannon había fallecido en ese momento, dejando a Eddie completamente destrozado.

Cuando llegaron al hospital, sus amigos y Bobby lo estaban esperando. Al bajar de la ambulancia, Eddie apenas podía mantenerse en pie. Bobby fue el primero en acercarse, y Eddie lo abrazó con fuerza, sin poder contener el llanto. En un instante, Buck, Hen, y Chim también se unieron al abrazo, formando un círculo de apoyo para su amigo en el momento más oscuro de su vida

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Sophia estaba recostada en su cama, intentando distraerse con una serie, pero una sensación de inquietud la había acompañado durante todo el día. Algo dentro de ella no se sentía bien, como si una parte de su corazón supiera que algo había sucedido, aunque no podía explicarlo. De repente, su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos. Vio el nombre de Bobby en la pantalla, y su ansiedad creció de inmediato. Contestó apresuradamente.