Capítulo 4

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Un Despertar Doloroso

Ya han pasado tres años desde el debut de NCT DREAM, el grupo al cual soy el líder. Me siento muy orgulloso de tan solo pensar lo lejos que hemos llegado y de lo cercanos que nos hemos vuelto, como una verdadera familia. Jisung, el hermano menor de Mark, solía visitarnos de vez en cuando, siendo tratado por los miembros del grupo como su hermanito menor. Excepto por Chenle, quien lo trataba como a un amigo más. Con el tiempo, ellos se habían hecho tan cercanos que los Dreams se burlaban de Chenle, diciendo cosas como: “Chenle, cada vez más enamorado del hermanito de Mark” o “Jisung es todo lo contrario a Chenle; si formaran una pareja, no durarían mucho porque Jisung lo ahorcaría por agotarle toda la paciencia.” Chenle siempre respondía con una broma, manteniendo el ambiente ligero.

Sin embargo, las cosas no eran siempre tan sencillas. Ser el líder del grupo significaba que Mark tenía que supervisar a los miembros, apoyarlos y pelear por ellos. Había momentos en que les faltaban el respeto o invadían su privacidad. La presión era inmensa: debía controlarse para no decir algo que pudiera malinterpretarse, actualizar las redes sociales, promocionar y cumplir con todas las responsabilidades que se volvían cada vez más agotadoras.

Últimamente, había algo que le preocupaba profundamente: un rumor. En todas las plataformas circuló un video en el que, supuestamente, Mark se burlaba de una idol mientras ella debutaba en el escenario. Pero, en realidad, Mark solo se estaba riendo de las bromas que Jaemin le contaba sobre unos memes y de la vergüenza que pasó cuando Haechan casi se cayó encima de JYP en el ascensor por no atarse los cordones. A pesar de sus explicaciones, el rumor siguió creciendo.

La situación empeoró cuando un nuevo rumor apareció: alguien afirmaba que Mark había acosado a una chica en un bar un 19 de octubre, justo después de un live. La acusadora solo tenía una foto borrosa de un chico cuya cara no se veía, pero vestía la misma camiseta que Mark y llevaba una gorra parecida. El acoso que Mark comenzó a recibir se volvió insostenible; los comentarios de odio y las críticas estaban a la orden del día.

Los miembros estaban cada vez más preocupados. Veían a Mark cabizbajo, algo que no era habitual en él. La confianza de su líder estaba siendo erosionada por las mentiras que circulaban.

Una noche, Mark se levantó de la cama y se dirigió a la cocina a tomar un vaso de agua. Allí encontró a Haechan, quien lo observaba en el sofá con una expresión preocupada.

—Mark, no has estado comiendo. Me preocupas. ¿Mañana quieres ir a almorzar conmigo? Encontré un restaurante excelente —sugirió Haechan, tratando de sonreír.

—Seguro —respondió Mark, aunque su voz sonaba apagada.

—Deberías dormir más. Cada vez pareces más un zombie. ¿Sabías que estás preocupando a tus fans? —Haechan giró su cabeza para mirarlo a los ojos.

—Lo sé, voy a dormir más —contestó Mark, mirándolo directamente a los ojos.

—Mark, deberías tomarte un descanso... un hiatus tal vez, por unos meses. ¿Quieres decirme algo? Estamos aquí para apoyarte —insistió Haechan.

Con el corazón apesadumbrado, Mark finalmente habló.

—Yo... quiero dejar el grupo —dijo Mark, sintiendo un nudo en la garganta mientras evitaba la mirada de Haechan—. Quería que lo supieras primero. Ya hablé con el CEO y coincidimos. Voy a dejar este mundo por un rato. Perdón por ser un fracaso como líder —las lágrimas comenzaron a brotar en sus ojos mientras hablaba.

Haechan se quedó en silencio durante unos segundos. Con manos temblorosas, tomó la cabeza de Mark y lo obligó a mirarlo. Ver a su líder así lo quebraba por dentro. Todos sus sentimientos reprimidos a lo largo de los años salieron a la superficie, y no pudo contenerse.

Sin previo aviso, Haechan se acercó y besó a Mark con una pasión abrumadora. La intensidad del beso hizo que Mark se sintiera atrapado, su corazón latiendo con fuerza. Haechan bajó su mano, deslizándola por debajo de la camisa de Mark, acercándose aún más a él. El calor de su cuerpo y la cercanía lo hacían dudar. No quería romper ese momento, pero al mismo tiempo sabía que no podía dejar que esto se convirtiera en algo más complicado.

Cuando Haechan se quedó sin aire, Mark aprovechó la oportunidad para distanciarlo. Se separaron, ambos con la respiración agitada. La mirada de Haechan reflejaba tristeza y confusión.

—Haechan, yo no te quiero de esta manera... —musitó Mark, sintiendo su corazón roto mientras evitaba su mirada.

—Pero... —Haechan empezó, su voz quebrándose—. ¿Por qué no?

—Necesito pensar con claridad —respondió Mark, el nudo en su garganta haciendo que le costara hablar. Se sentía culpable por el dolor que causaba a Haechan.

La tristeza inundó los ojos de Haechan. Mark, sintiendo su dolor, lo abrazó con fuerza.

—No soy el indicado. Haechan, eres una persona maravillosa, pero yo no soy para ti —dijo Mark, separándose del abrazo y subiendo las escaleras hacia su cuarto. Dejó a un Haechan destrozado, pero liberado, confundido pero decidido, dolido pero amado.

Mark se sentó en su cama, sin saber qué hacer. La culpa y el dolor lo consumían. ¿Cómo podría dormir con todo lo que estaba sucediendo? Mañana iba a aclararles a los miembros que ya no sería el líder del grupo... que ya no sería parte del grupo.

Se sentía como un fracaso. Todo lo que había construido, todo lo de lo que se sentía orgulloso, estaba a punto de desmoronarse. La idea de dejarlo todo lo llenaba de miedo, pero al mismo tiempo, sentía que no podía seguir más. Mañana sería un nuevo día, y la vida seguiría, aunque él no supiera si podría ser parte de ella.

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Un cap súper corto.
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