Las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia, reflejándose en los ojos oscuros de Yuta mientras observaba desde la ventana de su oficina en el último piso del edificio. El mundo que había construido a su alrededor era frío y calculado, una obra maestra de poder y control. Pero ninguna de esas cosas le importaba realmente. No cuando el rostro de Mark seguía persiguiéndolo en cada reflejo, en cada sombra.
Habían pasado unos años desde aquella noche lluviosa, unos años desde que lo había encontrado, desde que Mark lo había salvado. Yuta nunca había conocido a alguien como él, alguien tan puro, tan bueno, tan... vulnerable. Vulnerable al mundo, a las personas que no entendían la joya que era. Personas que, si se lo permitía, lo destruirían.
Yuta no podía permitir que eso sucediera.
Había dejado a Mark para resolver sus propios asuntos, para asegurarse de que cuando volviera, estaría listo. Listo para protegerlo, para apartarlo de todo peligro. Pero no había contado con lo rápido que el mundo podría corromperlo. Había escuchado los rumores, visto los informes. Mark había triunfado, pero también había caído, casi abandonando todo por culpa de aquellos que no merecían estar cerca de él.
Y ahora, Yuta estaba de vuelta. Había planeado su regreso con precisión, cada movimiento calculado para acercarse a Mark y reclamar lo que era suyo. Lo que siempre había sido suyo desde esa noche.
Sabía que Mark no lo recordaría como él lo recordaba, que no comprendería la magnitud de lo que estaba por suceder. Pero eso no importaba. Yuta haría lo que fuera necesario. Seduciría, manipularía, y destruiría a quien se interpusiera en su camino.
Mark sería suyo, en cuerpo y alma, y cualquiera que intentara evitarlo pagaría un precio alto.
Mientras el amanecer despuntaba en el horizonte, Yuta giró sobre sus talones, una sonrisa oscura en su rostro. El juego estaba por comenzar, y él tenía todas las cartas en su mano.
Mark no sabía lo que estaba a punto de suceder. Pero pronto lo sabría. Y cuando todo terminara, cuando todo lo que los separaba se hubiera reducido a cenizas, Mark entendería que no podía escapar de Yuta.
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Tóxic Allure : Yumark
Fanfic"Yuta no podía dejar de mirar el rostro concentrado de Mark, sus ojos que brillaban como las estrellas mismas, Nakamoto con tan solo ver los ojos de aquél chico sabía que el no tenía ni una pizca de maldad.. El rose de sus manos , tan cálidas hacía...