Entre garras & corazones | Sukuita

Capítulo 1: No tengo a mi gato. Mi gato me tiene

Notas:

Aquí está uno de los tipos de historias que amo leer: Nekos. En este caso, Sukuna.

Ahora, disfruta de uno de mis extraños fics. 🙂

Recordando que esta es una traducción de una de mis historias, mi perfil original está en el muro.

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"Yuji, tu gato es un maldito psicópata," dice Ozawa, mientras observa cómo Sukuna se acomoda en el regazo de Yuji.

"¡Ozawa!" reprende Yuji, "No es un psicópata. Simplemente le toma un tiempo acercarse a las personas. ¿Verdad, Sukuna?" murmura mientras le acaricia suavemente el cuello al gato. Sukuna ronronea en respuesta, aferrándose a la mano de Yuji con total satisfacción.

"Yuji, con todo respeto, Sukuna no calma a nadie," resalta Megumi. "Si no le gusta alguien, nunca le gustará. Y aunque le guste alguien, aún puede arañarlo de todas maneras."

Yuji suspira. "Lo sé, pero... es tan dulce conmigo. Me gustaría que se llevara bien con ustedes y con los demás." Le acaricia el mentón a Sukuna, y el ronroneo se intensifica.

Ozawa suelta un suspiro. "Juro por Dios que ese gato me está sonriendo ahora mismo. Y cuando no está sonriendo, me mira mal. ¡Creo que sabe que no me gusta!"

"Ozawa, eso es una locura," dice Yuji.

Kugisaki se acomodó a su lado en el sofá, "Sí, y además casi nunca vienes aquí, probablemente ni está acostumbrado a ti".

"Bueno, tuvo que empezar a poner los zapatos en la repisa más alta del armario, porque Sukuna se orina en ellos", resalta Megumi, "Y solo lo hace con ella".

"¡Probablemente siente que ella tiene animosidad hacia él!" protesta Yuji. "Los gatos están muy sintonizados con las emociones humanas."

"Él deja que Kugisaki lo acaricie cuando viene".

"No es solo eso," dice Ozawa, "No solo no le gusto. ¡Tampoco le gusta cuando me acerco a ti!"

"Creo que te lo estás imaginando-" comienza Yuji.

"Oh, ¿en serio?" interrumpe Ozawa, "Mira."

Se levanta y camina hacia Yuji. Los ojos rojos del gato siguen cada uno de sus movimientos. Cuando ella llega a Yuji, extiende la mano para tocarle el hombro.

Pero antes de que pueda hacerlo, el gato gruñe. El comportamiento de Sukuna cambia rápidamente de satisfecho a molesto, y extiende una pata intentando arañarla. Afortunadamente para ella, se esquiva. "¿Ves?" exige. "¡Ni siquiera quiere que te toque!"

"No, no es eso," dice Yuji suavemente, "Solo no quiere que me distraiga de acariciarlo. Observa."

Yuji retira la mano del gato, que inmediatamente suelta un maullido de protesta. "Sukuna," dice Yuji con firmeza, "Voy a dejar de acariciarte por un momento, ¿de acuerdo? Ahora voy a prestar atención a mis mejores amigos."

El gato lo mira por un segundo. Luego suelta un bufido de descontento y salta con gracia del regazo de Yuji, desapareciendo con un suave movimiento, dejando ver solo un destello de su cola roja mientras se dirige hacia la habitación de Yuji.

Hay un breve silencio.

"No sé qué es más raro, el hecho de que hables con tu gato o el hecho de que tu gato parece entenderte", murmura Megumi.

Ozawa sacude la cabeza mirando a Kugisaki. "Ese gato no es normal."

"Y todavía no puedo creer que tengas un gato," dice Megumi. "Siempre fuiste una persona de perros..."