Entre garras & corazones | Sukuita

Capítulo 8: Sexy

¡Hola a todos, aquí tienen otro capítulo para ustedes!

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“Sukuna,” dijo Yuji un día mientras estaban abrazados en el sofá, con un brazo de Sukuna alrededor de él.

De repente, Yuji intentó distraídamente alcanzar la cola de Sukuna, pero eso hizo que Sukuna se apartara de su alcance y desapareciera, junto con sus orejas.

“¿Qué?” dice Sukuna, con los ojos fijos en la televisión.

“Umm...” Yuji está tratando de encontrar la manera correcta de decirlo. “¿Por qué siempre alejas las orejas y la cola cuando estamos cerca?”

Sukuna gira la cabeza para mirarlo, sorprendido. “¿Qué?” dice nuevamente.

“Tú, eh... prácticamente evitas que las toque... pero usaste tu cola para hacerme tropezar todo el tiempo. Así que creo que no duele... ¿solo es incómodo?”

“Yuji,” dice Sukuna, con una expresión extraña en su rostro, “yo—”

“¡Si es muy personal, no tienes que responder!” dice Yuji apresuradamente, deseando nunca haber abierto la boca sobre eso en primer lugar.

“Cállate,” Sukuna dice, rodando los ojos. “Yuji, pensé que mis orejas y cola te incomodaban.”

“¿Qué? ¿Por qué?” dice Yuji, atónito.

Sukuna se encoge de hombros. “Casi no te quedas conmigo por mi aspecto de gato. Pensé que si perdía el control cuando tuviéramos relaciones o algo así, eso te asustaría.”

“Oh, Sukuna...” Yuji se siente terrible. “No quiero que te sientas mal por quién eres. No es que tu forma felina me asuste. Era la idea de salir con un gato con la que tenía problemas para lidiar. ¡Era un cobarde y ‘ya lo he superado’!”

“Eso es... gracias, Yuji, realmente me sorprende oír eso,” dice Sukuna sinceramente. Luego se encoge de hombros. “Pero puedo controlar mis orejas y cola si me concentro, así que no te preocupes por eso.”

“No, en primer lugar, no deberías tener que contenerte por mi bien,” dice Yuji con firmeza. Luego aparta la mirada de Sukuna, sintiendo que sus orejas se sonrojan mientras continúa. “Y en segundo lugar... eh, yo... tus orejas y cola son—”

“Olvídalo, mocoso,” dice Sukuna. Pero hay un brillo en sus ojos rojos, como si supiera lo que Yuji iba a decir.

Yuji suelta un suspiro avergonzado y finalmente dice: “Creo que son muy sexys, ¿vale?”

Ahora Sukuna está sonriendo. “Pensé que parecías uno de esos ‘tipos que usan disfraces de animales para tener sexo’, o algo así,” dice.

“Sukuna, lo siento,” Yuji gime en derrota, “yo—”

“Solo estoy bromeando contigo,” dice Sukuna, y de repente deja que sus orejas y cola aparezcan nuevamente. Mueve la cola justo frente a la cara de Yuji. “¿Quieres tocar? Adelante, tócalo.”

Yuji mira la cola. Es elegante y de colores vibrantes y corales. Definitivamente ha estado pensando en tocarla desde hace un tiempo. “¿Estás seguro de eso?” pregunta, con los ojos temerosos y ansiosos.

“Adelante,” dice Sukuna.

Entonces Yuji cuidadosamente toma la cola con las manos, acariciándola, observando cómo el pelaje se eriza cuando la acaricia de la manera equivocada. Al principio, solo toca la parte superior de la cola, pero cuanto más acaricia, más curioso se vuelve. Luego mueve las manos por la cola, hacia donde sobresale justo encima de la parte trasera de Sukuna.