Entre garras & corazones | Sukuita

Capítulo 9: Revelaciones y amistad

Penúltimo capítulo para ustedes.

¡Buena lectura!

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"Sukuna," dice Yuji solemnemente. "Quiero contarle a Kugisaki, Ozawa y Megumi sobre ti."

Había comenzado a estudiar en una universidad.

Son las cinco de la tarde de un viernes, las clases de Yuji han terminado y los dos están sentados en el sofá debatiendo qué hacer para la cena. Pero Yuji lleva una semana con esto en mente y ya no puede contenerlo.

Para su sorpresa, Sukuna está de acuerdo de inmediato. "Sí, estoy de acuerdo. ¡Eso será genial! Puedo quedarme contigo frente a Ozawa."

Yuji frunce el ceño. "Primero que todo, por favor, no comiences más peleas con ella..."

"¡Ella siempre las empieza!" Sukuna emite un suave gruñido.

"SEGUNDO, no me refería a nuestra relación." Yuji levanta un dedo, su expresión es seria.

"Ah," dice Sukuna. Parece un poco decepcionado, y Yuji nota que está haciendo un puchero ante la aparente falta de atención a su relación.

"Podemos contarles sobre nosotros, por supuesto," le asegura Yuji, girándose para tomar las mejillas de Sukuna, inclinando su rostro hacia abajo y besando ligeramente sus labios.

Sukuna refunfuña, pero parece más calmado. "Pero," continúa, "me refería más a la cosa de 'tú eres un gato'."

"Yuji, ¿estás loco?" dice Sukuna, lanzándole una mirada sorprendida.

Yuji se encoge de hombros. "Son las tres personas más importantes en mi vida y no guardo secretos con ellos."

"Has guardado este secreto durante unos meses," Sukuna destaca.

"Sí," suspira Yuji, rascándose la cabeza y apoyando la frente en la mesa, "y me siento fatal por eso."

Sukuna sacude la cabeza. "Yuji, ¿sabes a cuántas personas he compartido mi secreto voluntariamente desde que salí a las calles? A nadie. Cero. Ni una sola. Hasta tú lo supiste por accidente."

"Entiendo eso, pero..."

"No tienes ni idea de cómo van a reaccionar, Yuji. Tal vez lo acepten. Tal vez llamen a la policía. Tal vez tu amiga psicópata quiera matarme o denunciarme. ¡No lo sabes!"

"Ozawa no va a..." comienza Yuji.

"¿Cómo lo sabes?" lo interrumpe Sukuna, poniéndose de pie para enfrentarlo. "¿Sabes lo que he soportado durante mi vida por esto? ¿Sabes cuántas palizas recibí de padres adoptivos, cuántos niños me arrojaban cosas y me llamaban monstruo? ¡Una familia incluso intentó exorcizarme!"

Su voz estaba alta y se notaba el pánico y la desesperación en ella, su respiración era pesada.

"Yo sé que has pasado por mucho, Sukuna, ¡pero nada de eso te va a pasar de nuevo!" dice Yuji, levantándose para enfrentarse a Sukuna.

Sukuna lo empuja de nuevo al sofá. "No lo sabes," dice. "No sabes nada de esto, Yuji. Todo esto, nuestra relación, lo que yo puedo hacer... Para ti, esto es solo una maldita novedad, una forma de explorar un nuevo fetiche."

"¡Sukuna, eso no es cierto!" protesta Yuji, pero Sukuna ya se está dando la vuelta para irse.

"No me sigas o te patearé el trasero," gruñe y se va. La puerta del apartamento se cierra de golpe detrás de él.