𝙁𝙚𝙡𝙞𝙭
Ya era bastante tarde. Descansaba tranquilamente en mi habitación, acostado en mi cama y mirando por la ventana el cielo estrellado. Amo las estrellas.
Cuando estaba apunto de quedarme dormido, mi teléfono sonó. Contesté.
—¿Hola? ¿Quién habla?— Pregunté. Aún no había agendado el número de mi jefe.
—¿Aún no me has agendado? Deberás hacerlo, te llamaré seguido.— Habló Hyunjin.
—Lo siento, lo haré…— Respondí sin mucho entusiasmo.
—Como sea… abre la puerta, estoy afuera.— Ya no me sorprendía, estaba seguro de que ese imbécil vendría seguido.
Rápidamente fui a abrirle.
—¿Qué hace aquí?— Pregunté al ver su elegante figura apoyada en el marco de la puerta.
—Pensé en venir a conocer tu casa…— dijo entrando, obviamente sin mi permiso.
—¿Q-quiere algo de comer…?—Pregunté, apenado.
—¿Tú estás en el menú?— Preguntó el sin vergüenza. Lo odio. El y sus estúpidos coqueteos.
—No… no estoy…— Contesté avergonzado. ¿Por qué dije eso?
El idiota sonrió. Esa estúpida sonrisa.
Lo odio, lo odio, lo odio, LO ODIO.
—¡LO ODIO!— Grité inconscientemente. Mierda, estoy jodido.
—¿Qué?— Dijo el confundido.
—¿Dijiste que me odias?— Dijo con una sonrisa irritada. Estaba enojado, y yo también, conmigo mismo por ser tan idiota.
—No… yo…— Las palabras no salían de mi boca. Solo veía como mi jefe se acercaba a mí. Estoy asustado, podría despedirme.
—Sabes que podría despedirte si quiero, ¿Verdad? … Pero no lo haré. ¿Quieres saber que haré?— Mi cuerpo temblaba. Estaba seguro de lo que Hyunjin haría. No me equivoqué al decir que lo odio…
—¿Acostarse conmigo?— pregunté inconscientemente.
—Aprendes rápido, Lixie…— dijo apoyando su mano sobre mi cadera. Él me atrajo más hacia él.
—¿Acaso te duele de nuevo la cadera?— Yo no dije nada, pero luego murmuré un “no”, que idiota, cabe mi propia tumba. Si hubiera dicho que me seguía doliendo la cadera, ¿Me hubiera dejado? No lo creo… Mi jefe presionó sus caderas contra las mías, dejando escapar un gemido escandaloso. Que vergüenza.
El se rio de mi situación y me alzó en sus brazos, rodeé mis piernas en su cintura para no caerme y el me sostuvo, apretando mis muslos.
No puedo creer que esté haciendo esto.
Hyunjin apoyó mi cuerpo en la pared, aún sosteniéndome, y comenzó a besarme desesperadamente. Abrí accidentalmente mi boca y él aprovechó para meter su lengua en ella, entrelazándola con la mía.
Yo jadeaba y gemía sin despegar sus labios de los míos mientras el bajaba sus manos y apretaba mi trasero. Me estaba muriendo de vergüenza.
Odio esto, pero no puedo negarme, me pagarán cinco mil dólares…
Hyunjin me llevó a mi habitación y me arrojó cuidadosamente en la cama. Yo lo observaba mientras se quitaba los pantalones y la ropa interior. Aún no puedo creer lo grande que era eso. Con razón siempre termino adolorido.
—Chupa— Dijo con su enorme miembro endurecido al nivel de mi boca. Yo suspiré y tomé su pene con mis dos manos, luego lo metí lentamente en mi boca.
Movía mi lengua lentamente mientras oía los gemidos saliendo de los labios carnosos de Hyunjin.
Continué normalmente, o al menos lo más normal que puedo ser mientras chupaba el miembro de mi jefe, hasta que él empujó mi cabeza levemente. Mierda, esa cosa era demasiado grande para mí pequeña boca.
—Ngh… S-sigue así…— murmuró. Mis mejillas se sonrojaban cada vez más.
Pasó un rato hasta que, inesperadamente, Hyunjin se corrió dentro de mi boca.
¡No lo puedo creer! Me tragué todo su semen… realmente, no me disgustó, ¡¿Pero qué cosas, Lee Felix?! ¡Controlate!
Pero claro que Hyunjin no tenía planeado solo eso. El desgraciado lo hizo conmigo toda la noche.
A la mañana siguiente, mi cuerpo estaba completamente adolorido. Traté de levantarme, pero mis piernas no respondían. Miré hacia abajo, el semen chorreando por mis muslos. Estaba cubierto de marcas y mordidas.
Traté de levantarme una vez más, y cuando creí que lo lograría, unas manos tomaron mi cadera y me empujaron hacia atrás, quedando en el regazo de Hyunjin, que tenía una mirada demandante.
—¿A dónde crees que vas?— Murmuró.
—Debo… debo ir a ducharme…— Murmuré de vuelta.
Sentí como el semen que salía de mí ensuciaba el musculoso cuerpo de Hyunjin. El se dio cuenta de mi mirada y habló.
—No te preocupes… no me molesta…— comentó y yo suspiré avergonzado.
Me sentía pegajoso, quería tomar una ducha.
—Yo… necesito ir a tomar una ducha…— murmuré y Hyunjin suspiró.
—Bien…— Cuando respondió, yo suspiré aliviado y traté de levantarme, pero de nuevo mi cuerpo no respondía. Hyunjin se rio de mi y me cargó.
—¿Q-que hace?— dije viendo como se levantaba de la cama con mi cuerpo en sus brazos.
—Ni siquiera puedes levantarte de la cama…— dijo entre suspiros.
Yo no dije nada mientras me llevaba al baño. El tenía razón.
Al llegar al baño, me metí en la ducha mientras sentía la mirada penetrante de Hyunjin sobre mi cuerpo.
—¿No me vas a invitar a unirme?— Dijo con una sonrisa y se metió en la ducha conmigo. Sigo sin poder creerlo, ahora me estaba duchando con mi jefe.
Su musculoso cuerpo estaba atrás del mío, mientras sostenía mi cintura para que no me caiga, ya que estaba muy adolorido.
Hyunjin acariciaba mí suave piel mientras yo simplemente estaba avergonzado.
Realmente odio esto, ¿Verdad…? Ya no lo sé… pero por alguna razón no quería que esa ducha terminara…𝘊𝘰𝘯𝘵𝘪𝘯𝘶𝘢𝘳𝘢...
꧁༺𝐃𝐞𝐣𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐯𝐨𝐭𝐨༻꧂
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𝘜𝘯 𝘦𝘮𝘱𝘭𝘦𝘰 𝘮𝘢𝘴 𝘭 𝘏𝘺𝘶𝘯𝘭𝘪𝘹
FanfictionA Felix, un simple empleado de su empresa, le dan la opción de ganar más dinero, sumándole otra clase de empleo...