𝘜𝘯 𝘦𝘮𝘱𝘭𝘦𝘰 𝘮𝘢𝘴 𝘭 𝘏𝘺𝘶𝘯𝘭𝘪𝘹

𝘐𝘯𝘴𝘰𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢...

𝙃𝙮𝙪𝙣𝙟𝙞𝙣

Ya van varios días que me enteré. No fue mi idea, mi padre me está obligando.

— Mañana te reunirás con tu prometido, su nombre es Yang Jeongin… — Dijo mi padre antes de colgar la llamada.

No quiero casarme. No quiero estar con nadie más, a menos que sea Felix, porque a él lo amo. Estoy completamente enamorado de él, y ese niño solo hace las cosas por dinero…

Era otra noche aburrida. Hoy Felix no contestaba los mensajes. Desde que todos se enteraron de lo que hacemos, no quiere verme.

Simplemente me recosté en mi cama. No pude dormir en toda la noche.

Me desperté por culpa de mí teléfono, justo cuando pude quedarme dormido…

— ¿Hola…? ¿Quién habla…? —

— ¡HWANG HYUNJIN! ¡¿ME ACABO DE ENTERAR QUE TE ACUESTAS CON UN EMPLEADO?! — Era mi madre…

— ¿Madre? —

— ¡Ni se te ocurra llamarme así! ¿Cómo pudiste hacer tal cosa? ¡¿Tratas de arruinar tu reputación?! — Es increíble como de repente le interesaba mí reputación. Odio a esa mujer.

— ¿Por qué te importa mí reputación? —

— ¡¿Cómo que por qué?! Eres el presidente de la empresa. Todo lo que conseguiste fue gracias a mí y a tu padre… ¿Cómo puedes hacernos esto? Estás comprometido, Hyunjin… —

No puedo creer el descaro de esa mujer. Nunca le importó mi vida, nunca le preocupó mi bienestar, y, ¿Ahora está preocupada por mi reputación?

— Esto no te incumbe, madre… además, me comprometieron a la fuerza. Apenas hace unos días me enteré… — Ella colgó.

Probablemente haga un berrinche.

Me preparé y me dirigí al trabajo en mi deportivo, esperando que tal vez hoy pueda ver a Felix. Lo extraño.

Cuando llegué, ahí estaba. Todos lo evitaban. Que nuestro secreto se haya revelado le estaba afectando demasiado.

Caminé hacia él, tengo muchas cosas que decirle. Pero cuando me estaba acercando, ví a mi madre aparecer de la otra punta.

— ¿Tu eres Lee Felix? — le dijo mi madre a Lixie.

— Si, ¿En qué puedo ayud-? — La desgraciada golpeó a Felix, dejando su mano levemente marcada  en su rostro por culpa de la abofeteada.

Felix se quedó paralizado, tocando su mejilla que se iba calentando por el golpe.

— ¡¿Cómo te atreves a acostarte con mi hijo?! — gritó, y todos voltearon a verla.

Me acerqué rápidamente y aparté a mi “madre”.

— ¿Qué crees que estás haciendo? — dije mientras tomaba la mano de Felix.

— Hyunjin… — Murmuró él.

— ¡¿Cómo te atreves a llamarlo por su nombre?! ¡Es tu jefe, niño estúpido! —

— ¡¿Cómo te atreves a llamarlo estúpido?! — Mi cuerpo ardía de rabia. Yo haría todo lo necesario para proteger a Felix de cualquier persona, y con mi madre no era la excepción.

— ¡Tu cierra la boca! — me gritó mi “madre”.

— ¡¿Acaso no sabes que está comprometido?! Pequeño insolente… das asco — Impulsivamente, le devolví la abofeteada a mi madre y ella casi cae al suelo. Antes de que pudiera decir algo más, llamé a seguridad y se la llevaron fuera del edificio.