Mi Nuevo Amigo

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Una semana llevo postrado en cama, una semana donde soy un inútil, una semana donde me alimentan como un bebé y me tratan como si me fuera romper, una semana donde mi mayor deseo ni siquiera es volver a caminar, solo tomar un baño.

Toc Toc

Minho lárgate de un puta vez, ya ve al laberinto y déjame en paz.

Una semana donde el garlopo de Minho evita su trabajo para cuidarme.

—No soy Minho —una voz delicada se escuchó tras puerta.

—Pasa —no dudé al escucharla.

Una semana donde no he sabido sobre ella, dónde todo el mundo evita responderme sobre su estado, solo escucho los murmullos de los demás al pasar fuera de la enfermería.

—Buenos días Newt —se asomó y me saludó amablemente como siempre lo hace, pero a diferencia de mí, ahora no la ignoré y menos le grité alejándola como antes.

—Buenos días Rosa —¿Por qué le cambié el apodo? Todo el mundo le dice Ro—. linda —terminé su nombre con una pausa enorme, pero a ella no le importó, seguía sonriendo.

—Lo siento por no venir antes, tenía que terminarlo —me comentó al entrar.

Entre sus manos cargaba un extraño objeto de madera. Sin embargo, mi rostro cambió completamente al ver su "brazo" derecho.

—Tu brazo... —mi voz se empezó a quebrar—. Fue mi culpa, lo siento tanto. Perdóname Rosalinda.

Empecé a llorar. Por mi estúpida decisión la arrastré al laberinto y perdió su brazo. Ahora tiene sentido los murmullos que escuché de los demás

"Ro es muy valiente o muy estúpida"
"Logró salvarlo pero, ¿a qué costo?"
"Si no fuera por ella, Newt estaría muerto"
"¿Cómo lo hizo?"
"Mejor la hubieran picado"

Donde debería de estar su brazo, ahora es un pedazo de madera y clavos. Comienza después de su codo y ni siquiera tiene una mano.

—Para por favor —me dijo dejando el objeto que carga a un lado y se sentó a mi lado—. Escucha atentamente —su mano izquierda tomó mi rostro y lo empezó acariciar—. Los únicos culpables aquí fueron los poplus creadores, esos mierteros garlopos de mierda nos hicieron esto —me sorprende su lenguaje, pero seguramente ella es así pero no la conozco, bueno no conozco a nadie, me alejé de todos este tiempo—. Si te vuelvo escuchar que te culpas por mi brazo o tu pierna, te golpearé como la otravez en la finca, pero ahora me encargaré que sea en el lugar donde más te duele para hacerte entrar en razón.

Me amenazó pero logró sacarme una leve risa. Me agrada.

—Newt... —susurró mientras se acerca a mi rostro.

—Sí... —nunca pensé en ella de otra forma que solo otra persona más que no recuerda nada útil para sacarnos de aquí, así que no entiendo porque me pone nervioso su tacto, porque me gusta sentir sus pechos contra mi torso y porque ansío pobres esos labios carnosos. Ahora que lo pienso, la mayoría siempre se la pasa observándola y admirándola.

—¿Hace cuánto no te bañas? —me preguntó al alejarse. Solo quería comprobar si el horrible olor salía de mí y yo que hasta había cerrado los ojos.

—Hace una semana, pero Minho le da flojera en cargarme hasta las duchas. Así que me aguantaré un poco más.

Se quedó pensativa mientras tomaba el raro objeto que dejó y empezó a colocármelo en mi pierna derecha. Era un tipo de soporte que se ajustó desde arriba de mi rodilla a mis talones. Mi pierna quedó inmóvil y me sentía más seguro.

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⏰ Última actualización: Oct 21 ⏰

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"El Demonio del Desierto" - Newt MAZE RUNNERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora