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En el primer mes llegó un grupo pequeño, después un nuevo miembro se iba integrando cada mes. Mañana se cumple el noveno mes y el primero para mí estando en este miertero lugar.

Lo peor no es estar atrapados dentro de un laberinto con criaturas monstruosas, tampoco ser la única mujer entre chicos en plena adolescencia, lo peor es que ellos están tranquilos, sonríen, ríen y juegan como si todo estuviera bien, ignoran todo lo que está pasando y solo aceptan su destino, no entiendo porque yo soy la única que le afecta.

En la primera semana pensé que era normal lo que sentía, pero me carcome la idea de no saber nada, en todo momento trato de recordar algo más allá que mi nombre, imaginando posibles vidas.

¿Tengo hermanos o soy hija única? ¿Quién fue mi primer crush? ¿Era un chico alto y fuerte o una chica tierna y hermosa? ¿Estoy aquí por protección o maté a alguien y este es mi castigo? ¿A quién maté? ¿Fue alguien importante? ¿El presidente? ¿Mis padres? ¿Tengo padres o siempre fui huérfana? ¿Qué hacía antes de llegar aquí? ¿Iba a la escuela? ¿Viajaba por el mundo? ¿Tenía casa o sobrevivía en las calles?

Lo más raro es que conozco las cosas pero no las recuerdo, se me dificulta ponerle color y forma a las imágenes de mi cerebro. Pasan los días y esto me hunde cada vez más, me duele ser diferente ¿Por qué ellos están bien y yo no?

Además todos son tan unidos, no encajo en este lugar y si no estuviera a nadie le importaría. Al inicio todo el mundo se me acercaba, era su nueva atracción, pero en menos de dos semanas se aburrieron y se alejaron.

Para no pensar en mi pasado o en mi soledad hago cualquier cosa. No me importa si tengo que estar todo el día bajo el sol cosechando, que mi manos se llenen de ampollas por usar tanto las herramientas o que mi ropa se manche de sangre. Mientras mi mente esté ocupada es mejor, además así Nick y Alby no me molestan y evito su extraños castigos.

La hipocresía de este lugar me enferma, la mentira de estar unidos y que todos saldrán del laberinto.Los corredores solo piensan en sí mismos, nada más nos tienen atendiéndolos y en el momento que encuentren la salida se irán sin mirar atrás, me lo dijo el líder de ellos en uno de sus comunes arrebatos de ira.

Estoy cansada, no quiero seguir aquí.

He pensado muchas maneras y aunque todas me aterran, creo que está fue la correcta. Tragar esas pastillas hacen que no sienta como la navaja corta mi piel y estar flotando en el río mientras observo la noche estrellada es relajante.

Tengo sueño.

—¡Demonios Ro!

Mi nombre es Rosalinda.

—¡Ni se te ocurra dormir!

Pero solo quiero descansar ¿Por qué me abrazas? Apenas si me diriges la palabra y solo para darme órdenes cuando estoy en tu puesto de trabajo

¿Por qué rompes tu playera para cubrir mi brazo? Justo la lavé hoy y es tu favorita, hasta me hiciste coser la manga que se te rompió el otro día.

¿Por qué metes tus dedos dentro de mi boca? Están sucios y odio vomitar.

—¿Por qué lo hiciste?

¿Por qué te importa?

—No te dejaré, estamos juntos en esto. Desde el momento que llegaste de la caja te convertiste en otro miembro de esta familia y nadie se quedará atrás, todos saldremos del laberinto.

Porfavor... déjame ir Gally.

"El Demonio del Desierto" - Newt MAZE RUNNERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora