All My Nights Taste Like Gold [RYEJI]

[Pinky Promise]

THEN

El tiempo pasa. Yeji comienza su último año de secundaria mientras Ryujin se va a la preparatoria y ella tiene que acostumbrarse a no tener a Ryujin cerca durante el almuerzo o cuando caminan hacia y desde la escuela.

No es que Yeji no espere que Ryujin haga nuevos amigos una vez que pasan todo el día separados, pero aún así la toma un poco desprevenida cuando llega a casa de Ryujin un viernes por la noche en abril, con Jimin y Chaeryeong a cuestas, para su noche de película semanal, para encontrar a un invitado sorpresa ya sentado en el sofá de Ryujin, en el rincón de Yeji, navegando por Netflix.

El nombre de la recién llegada es Heejin. Ella y Ryujin comparten algunas clases diferentes, y ambas son nuevas incorporaciones al equipo de animadoras de la escuela secundaria. Jimin y Chaeryeong se llevan bien con ella de inmediato, y Yeji odia lo rara, estúpida y celosa que se siente cuando es Heejin la que se sienta junto a Ryujin mientras miran una espantosa película de apocalipsis zombi que eligió Jimin, cuando es el hombro de Heejin en el que Ryujin se esconde cuando alguien en la pantalla es devorado gráficamente.

Dios, tienen quince años, no cinco. Pensó que ya había superado esa necesidad infantil de quedarse con Ryujin para ella sola.

Aparentemente no.

Heejin ni siquiera ha hecho nada malo, se justifica Yeji. Es agradable y divertida, y hace todo lo posible por intentar conocer a los tres, incluida Yeji, incluso cuando lo único que Yeji ofrece como respuesta son frases cortas y entrecortadas. Todo lo que hizo Heejin fue hacerse amiga de Ryujin, y Yeji no puede culparla exactamente por eso. Ella es muy consciente del poder de la gravedad de Ryujin.

"Oye, hoy estuviste muy callado. ¿Está todo bien?" murmura Ryujin más tarde esa noche, cuando están acurrucados juntos en la cama.

La fiera que Yeji llevaba en el pecho se había calmado un poco cuando Heejin se había ido antes con Chaeryeong y Jimin. Es reconfortante saber que, incluso con la opción de tener nuevos amigos más geniales y mayores que ella, sus pijamadas de los viernes por la noche siguen siendo solo para ellas dos.

"No es nada" responde Yeji, porque es más fácil que explicar los celos irracionales que han estado hirviendo bajo su piel toda la noche, todo porque Ryujin hizo una nueva amiga. "Sólo estoy cansada."

"No me pareció nada" dice Ryujin, acercándose. Sus rodillas chocan bajo la manta. "¿Tiene algo que ver con Heejin? ¿No te agrada?"

"No, Heejin parece agradable." Y luego, como Yeji es una idiota y sus defensas siempre están debilitadas alrededor de Ryujin, termina diciendo "Me alegro de que hayas encontrado una nueva mejor amiga."

Se hace el silencio por unos momentos y Yeji mantiene los ojos cerrados, no queriendo ver la expresión de Ryujin en la tenue luz de su dormitorio. Ryujin rompe el silencio con una suave risita. "Eres tan tonta, Yeddeong".

"¿Disculpa?" protesta Yeji, abriendo los ojos de inmediato para mirar a Ryujin con enojo. La luz de la luna que entra por la ventana le proporciona suficiente luz para ver la sonrisa cariñosa en el rostro de Ryujin, y algo revolotea en el pecho de Yeji cuando se da cuenta de lo cerca que están.

"No he encontrado una nueva mejor amiga. ¿Por qué querría una si ya te tengo a ti?" La mano de Ryujin sale, tanteando en la oscuridad entre ellas hasta que encuentra la mano de Yeji para poder unir sus meñiques. "Heejin es genial, pero ella no es tú. Sigues siendo mi mejor amiga."

"¿Lo prometes?" pregunta Yeji, odiando lo débil que suena su voz. "¿No me vas a dejar por ella?"

Yeji ni siquiera se había dado cuenta de lo profundas que eran sus inseguridades hasta ese preciso momento en que salieron a borbotones de ella antes de que pudiera detenerlas. Heejin es mayor, amigable y extrovertida, exactamente lo opuesto a Yeji. Yeji no culparía a Ryujin por querer mejorar a su aburrida y gruñona amiga de la infancia a una versión más nueva y brillante.

"Lo prometo", responde Ryujin, apretando el meñique de Yeji y alejando de inmediato todos los pensamientos inseguros que acechaban en los confines de la mente de Yeji. "Siempre serás mi mejor amiga".

Finalmente, Yeji admite a regañadientes que Heejin no es en realidad la malvada chica mayor que aparece para robarle a su mejor amiga. Es dulce y divertida y, a medida que comienza a convertirse en un elemento permanente en sus noches de cine, Yeji comienza a verla también como su amiga, en lugar de solo como la amiga de Ryujin.

Yeji ya tiene suficientes personas ruidosas en su vida, y Heejin parece ser alguien que puede apreciar un poco de paz y tranquilidad, algo que a Yeji le gusta. Aunque su hermana pequeña Chuu, que se hace amiga de Yuna bastante rápido y se convierte en una invitada habitual en la casa de los Shin, es incluso más ruidosa que Chaeryeong y Ryujin juntos, lo que es un poco aterrador.

Además, ayuda tener finalmente a alguien de su lado cuando surge por milmillonésima vez la interminable discusión sobre si la piña pertenece a la pizza.