Capítulo 3.- Caída de un Orden

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—Alahari, por fin te encuentro —exclamó un joven entrando a la propiedad apenas unos minutos tras su llegada, había pasado poco tiempo desde el amanecer.

—Oraleni —dijo ella confundida, sin embargo la prisa y agitación en el dejó en claro a su padre lo que sucedía.

—Hija, ve por tu madre y huyan, al noreste —ella asintió, Oraleni quiso tomarla del brazo pero Mizali, su dragona se lanzó contra él derribando para ayudarla a escapar, el caos ya se había desatado en la aldea con parte de la gente intentando tomar tantas cosas como podía, con los ganadores intentando arrear lejos a su ganado.
Muy poco después se vio a la horda que llegaba en pie de guerra.

La Matriarca Jaitani observaba la situación desde una colina, sabía que su intervención podría decidir el resultado de la batalla, pero optó por no intervenir.

Los dragones adultos directamente leales a miembros de las 3 tribus humanas se alzaron a la batalla, mientras los guerreros de la tribu Aractua aunque estaban dispersos, sabían como ordenarse. Aunque más de la mitad se retiraron con sus familias, pues sabían que la derrota era inevitable, muchos otros se quedaron en puntos de emboscada para cubrir la retirada.

Los dragones leales a Aractua superaban en número a los dragones invasores, pero eso no hizo que la batalla aérea fuera fácil, muchos dragones de ambos bandos cayeron en el enfrentamiento pues la ventaja era pequeña, y los hombres con arcos y jabalinas derribaron a varios que bajaron suficiente o cayeron al suelo en el enfrentamiento.

Los defensores de la aldea causaron múltiples muertes a sus enemigos, pero rápidamente fueron rodeados y masacrados.

Al llegar el sol a su punto más alto el desastre había sido decisivo, la tribu Aractua había perdido el derecho de asentarse en el valle central, ante esta situación se movieron hacia las tierras del norte de la coalición donde la tribu también tenía tierras.

—¿Cúanto más? —pregunto Mizali a Alahari, algunos dragones que habían escapado de la batalla cuándo la caravana se alejó sobrevolaban a la tribu, casi 15 dragones nocturnos del desierto muertos era una pérdida enorme para la tribu, pero a cambio habían sobrevivido todas sus crías y huevos.

—Ya estamos cerca —le respondió la joven acariciando su cabeza, solo eran un día de distancia para llegar al interior de sus tierras de invierno, que ahora eran las únicas.

Tras varias horas de caminata ya solo les faltaban elegir un buen punto para establecer su campamento. Un enorme rugido puso en alerta a toda la tribu. A penas unas colinas de distancia, el mayor depredador del mundo había establecido su morada en una colina.

—Un drakon gigante —mencionó alguien.

—Aselajas/Ade-las —dijo uno de los dragones adultos aterrizando cerca de Mizali y Alahari, todos los dragones del desierto se ponen en alerta.

—No pelearemos —decidió uno de los guerreros Aractua, que por su largo tiempo con los dragones era capaz de comprender su lengua.

—“Esta en las tierras de la matriarca, es nuestro deber resguardar las tierras de ella” —le reclamó el dragón en su lengua, Alahari comprendía en cierto grado aquella lengua, pues aunque la matriarca había rechazado a Mizali, los dragones leales a la tribu no se negaban a compartir su lenguaje.

—A la matriarca no le importó que nos mataran, si quieren advertirles háganlo, pero no veo porque sacrificar nuestras vidas por alguien que no lo haría por nosotros.

—¿Alasame/##lane no soabeli/lodale#? —pronunció con dificultad Mizali, “¿Defendería nos ella?” era lo que buscaba decir, aunque comprendía la lengua draconiana, su aislamiento social le dificultaba hablarlo con fluidez o perfecta coordinación de la doble fonética simultanea de esta, e incluso le era más fácil comprender la lengua humana aunque fuera incapaz de pronunciarla.

—“¿Si nos ataca?” —cuestionó otra cría más joven que Mizali.

—Si nos ataca, todos lucharemos para matar a ese Drakon, pero hasta entonces tal vez podamos convivir —expresó el guerrero, y todos prefirieron aceptarlo.

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El Dragón Gigante Europeo es la especie de dragón más grande en África y Eurasia, su peso supera la tonelada, con entre 2 metros y medio y 2 metros setenta a la espalda. Con entre 16 y 17 m de envergadura y entre 7.5 y 8 metros de hocico a cola.

Dragones Domésticos... Una Historia de Posibilidades EvolutivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora