Corazón Apasionado (Libro 2 de trilogía "Latidos del corazón")

29. Una vez más...

15 de Julio de 2024

POV OFELINA

—What happened to your grade? (¿Qué paso con tu calificación?)—me pregunta mi catedrático cuando me entrega un examen que obviamente no pase. Veo la calificación con tristeza.

Avergonzada me encojo de hombros.

—I don't know (No lo se)—digo la peor respuesta del mundo. Mi catedrático da un suspiro de resignación al ver que no le daré una respuesta concreta.

—I hope you do better in the next test, Miss Bonetto. (Espero salga mejor en la próxima prueba señorita Bonetto)—dice alejándose de mi pupitre para continuar entregando los exámenes de mis compañeros.

Me siento fatal al ver mi nota cuando la culpa es toda mía, no me he estado concentrando lo suficiente en clases además de que no he descansado como se debe. Siento que llevo días sin dormir y eso ya me esta pasando factura cuando hace dos horas me quede dormida en una clase, la catedrática empezó a gritarme en inglés que me dio pereza traducir en mi mente, lo único que hice fue tomar mi mochila y salir lo mas pronto de allí.

No quiero estar en ningún lado.

Arrugo el papel guardándolo en mi mochila y sacando mi teléfono. Maldigo al ver que olvide ponerlo a cargar anoche pero esa no era mi preocupación. No cuando lo único que hacia era observarlo para ver si él volvía a llamarme, no lo hizo pero eso no me dejo mas tranquila.

Me giro a mi compañera de al lado con una sonrisa.

—¡Hey!—llamo su atención, una rubia muy agradable con la cual nunca he compartido mas de dos palabras me mira—, ¿Tienes cargador?

Ella me mira arrugando la nariz.

—¿Para teléfono?—habla en un español muy extraño con su acento inglés, asiento—, no suelo andar conmigo un cargador, lo siento.

—Ohh, gracias—digo regalándole una sonrisa, bueno creo que mi teléfono tiene que esperar.

...

Las clases terminan sin novedades, sobre todo porque no le he puesto atención a ninguna. No he visto a mis rubios y me tenso un poco porque casi siempre me vuelvo al apartamento con ellos.

Comienzo a salir de la universidad sintiendo esa extraña sensación de que alguien me observa, veo a todos lados pero nadie parece prestarme ni la mas mínima atención pero aun así siento una enorme oscuridad posarse solamente en mi, es como si poco a poco me consumiera, incluso podría decirse que puedo sentir un roce oscuro en mis hombros.

Alguien toma mi mano de repente y eso es suficiente para sacarme un fuerte grito.

—¡Ahhh!—digo girándome y encontrando a Nahomy asustada por mi reacción, me suelta la mano.

—¡Hey tranquila!—dice volviéndose acercar para acariciar mi espalda—, solo soy yo, no tienes porque asustarte así.

Respiro profundo.

—Si lo se—digo con una sonrisa—, es solo que ando con los nervios de punta por una pelicular de terror que vi anoche.

Su mirada es de un "no te creo ni mierda"

—Aja, fingiré creerte—dice alejándose—, que bueno que te alcance, te estuvimos llamando pero no contestaste.

—Mi teléfono murió—le informo cuando comenzamos a caminar—, por eso no respondía.

—Bueno, entonces vámonos de aqui, estar rodeada de universitarios me amarga el día—dice fingiendo un escalofrió mientras carga unos planos y su casco de ingeniera sexy.

—Si te entiendo—digo observando a mi alrededor para ver si vuelvo a sentir esa sensación extraña, no la siento y eso me hace respirar a gusto hasta que tomamos un taxi que nos lleva directo hasta nuestro edificio.

—¡Que día mas de la mierda el que he tenido hoy!—se queja Nahomy cuando llegamos a nuestro piso, busco las llaves de mi apartamento pero ella me interrumpe—, oye tengo algunos dulces, varios en realidad pero no quiero compartirlos con Oliver, ¿quieres?

No puedo creerlo.

¿Esto es real?

La miro enamorada.

—¿Te he dicho alguna vez que te amo?—digo metiéndome a su apartamento antes de que me cierre la puerta en el rostro—, estas muy dulce y risueña conmigo ¿a que se debe?

Rueda los ojos lanzando todas las cosas que traía en el suelo dándoles una patada en el proceso.

—Siempre arruinas las cosas Ofelina, juro que dejare de ser amable contigo—me dirijo a la cocina a por un vaso de agua y luego buscare el cargador de Oliver, el timbre de la puerta suena—, ¡Quien se atreve a molestarme a esas horas!

Rio cuando la escucho gruñir y abrir de la puerta, bebo de mi agua quedándome varios segundos en silencio, un silencio extraño que eriza mi piel...

—¿Nahomy?—pregunto al no escuchar nada. Salgo de la pequeña cocina hacia la puerta y doy un grito aterrador cuando veo a la rubia tirada en el piso—, ¡Nahomy!

Corro hacia ella arrodillándome a su lado y levantando un poco su cabeza.

—¡Nahomy!—grito sintiendo las lagrimas formarse en mis ojos al ver la sangre que brota de un costado de su cabeza—, ¡Que ocurrió maldición!

Comienzo a desesperarme cuando su sangre mancha mis manos.

—¡Auxilio! ¡Ayu...—de un momento a otro soy levantada del suelo sintiendo como un brazo me rodea el cuerpo y como una mano me cubre la boca, la presión de mi cuerpo se debilita al sentirme acorrala y ver el cuerpo de Nahomy desangrarse en el suelo.

—Shhhh, tranquila—escuchar su voz detrás de mi cuerpo me rompe por completo, Renzo me aprisiona con fuerza a su cuerpo mientras peleo con todas mis fuerzas para soltarme de su agarre—, ya tranquila...

Forceje y no permito que me aleje de Nahomy, doy la lucha incluso metiendo mis uñas en su piel lo cual no lo lastimo en lo absoluto.

Suelta mi boca cuando intento morderlo, cuando estoy apunto de volver a gritar para que alguien me escuche vuelve a cubrirme con la única diferencia de que esta vez siento algo húmedo tocar mis labios y mi nariz adormeciendo mi cuerpo en cuestión de segundos.

Mis brazos y piernas dejan de reaccionar a mis impulsos simplemente dejándose caer colgados mientras Renzo sostiene mi cuerpo contra el suyo. El cuello comienza a doblarse hacia adelante haciendo que mis ojos pesen y me sea imposible mantenerlos abiertos.

Es extraño...siento que mi cuerpo ha caído derrotado pero hay algo dentro de mi que aun me permite mantenerme consiente.

—Te llevare a un mejor lugar que este mi reina...—escucho su voz lejana pero a la vez tan cerca, incluso soy capaz de sentir la forma en la que sus labios rozan mi mejilla suavemente—, permíteme cuidar de ti...

Siento como soy levantada en sus brazos y el como mis ojos a pesar de encontrarse cerrados se llenan de lagrimas.

No, esta pesadilla no puede ser cierta.

...

Mensaje de Kathelina:

¡Nooooo Ofelina nooooo!

Lloremos...