Corazón Apasionado (Libro 2 de trilogía "Latidos del corazón")

16. Debo ser fuerte

25 de Mayo de 2024

POV OFELINA

—Quiero invitarte a cenar mi reina—dice entregándome un bonito collar de oro muy fino.

Lo observo encantada, es demasiado hermoso. Algo que sin duda jamás podría pagarme.

—Sabes que mi mamá es muy sobreprotectora y no me dejara salir de noche y mucho menos contigo—digo con tristeza, sus ojos azules me miran comprensivos.

—¿Cuál es el problema que salgas conmigo?—dice acercándose para acariciar mi mejilla, su tacto hace que mi piel se erice.

—Hay muchos problemas Renzo, tu y tu familia son una de las mas adineradas de todo Palermo y yo y mi familia a penas subsistimos cada día, las personas hablarían—digo.

—¿Y eso que?—dice serio tomando mi rostro con sus manos—, yo solo te quiero a ti y es lo único que debe importarte.

—¿Enserio te importo?—digo temerosa.

—Eres lo mas magnifico que la vida puso en mi camino—dice antes de besarme lento.

El sueño se transforma, los recuerdos de ese día afuera de mi secundaria cambian a unos mas sombríos y de los cuales temo.

—¿Qué hacías con ese idiota?—pregunta empujándome dentro de un callejón oscuro, respiro agitada por su actitud ya que jamás lo había visto así.

—¿Pero de que hablas? el es un compañero con quien llevo una actividad en conjunto. Solo estábamos trabajando en la biblioteca—trato de explicarme, me asusto cuando camina acelerado hacia mi tomando mi cuello en el proceso y estrellándome contra un frio muro, la respiración se me corta.

—¡No me mientas Ofelina!—grita presionando fuerte contra mi cuello, trato de zafarme de su agarre pero es imposible, es demasiado fuerte—, ¡En tu puta vida te vuelves a ir sola con alguien que no sea yo! ¿me entendiste?

Mis ojos comienzan a llorar.

—¿Qué si entendiste maldita sea?—dice molesto y con los ojos rojos llenos de furia.

—Sss si—digo como puedo, me suelta y yo comienzo a toser ¿Qué acaba de hacer?

—Ya estas advertida mi reina—vuelve acercarse a mi solo que esta vez para dejar un beso en mi mejilla, no hago el intento de apartarme de el, el miedo me hace quedarme paralizada y sumisa—, mira como te he lastimado el cuello, ven buscaremos la forma de ocultarte eso ¿si?

Lo único que logro es asentir mientras toma mi mano sacándome de aquel callejón y subiéndome a su auto...

Despierto de golpe al escuchar mi teléfono vibrar cerca de mi almohada, despierto agitada y con los ojos empapados en lagrimas.

Estoy cansada de estas pesadillas.

El teléfono continua sonando, contesto sin ver quien es.

—Bella mia—suspiro con calma cuando escucho su voz, esa voz varonil que solo me causa paz y tranquilidad—, ¿te he despertado?

—Ehh no, no—miento tratando de sonar calmada—, ¿Cómo llegaste a Italia?—pregunto.

Lorenzo se fue a Italia por casi dos semanas para solucionar unos problemas, a penas se fue ayer y algo me dice que lo extrañare demasiado.

—Bien, el vuelo estuvo tranquilo y mi casa esta tal y como la deje—mi respiración se calma al escucharlo—, ¿te ocurre algo? percibo algo en tu voz.