3. Conocidos

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Un estornudo interrumpió la conversación que estaba teniendo el mexicano con sus colegas mientras compartían mesa en el evento social de su empresa. La parte de las formalidades y los agradecimientos ya habían terminado, así que Sergio podía alejarse del bullicio empresarial y relajarse un poco con sus amigos.

Carlos, Lance y Fernando estaban disfrutando de su vino mientras veían a su amigo sufrir por un ataque de estornudos, divertidos por la cantidad de repeticiones que Sergio podía hacer en solo un momento.

Lo que menos quería era enfermarse a raíz del incidente bajo la lluvia, parece ser que el universo tampoco iba a complacerlo con eso.

-¿Y bien? ¿Ya nos vas a contar que te pasó o vas a seguir estornudando en nuestras caras? -preguntó Fernando sin dejar de sonreír.

Sergio se sonó con una servilleta mientras gruñía por la incomodidad que sentía en la nariz. -Síguele y te embarro mis mocos, cabrón. -amenazó mientras fingía acercarle la servilleta a Fernando.

Desde el momento en el que Checo entró al recinto, se notaba que llevaba un carácter de la chingada, se le veía molesto en toda la primera parte del evento, cuando tenía que hablar un público se le veía distraído y las sonrisas que le daba a los demás parecían como si le estuvieran jalando de los labios a la fuerza, demasiado tosco el asunto.

Esa actitud no pasó desapercibida por sus amigos y, por lo tanto, su familia, quienes le expresaron discretamente que debía mejorar su actitud, que no era la presencia que ellos esperaban que él tuviera frente a los inversionistas.

Checo resopló al recordar el sermón de su padre Antonio sobre tener que actuar como el profesional que decía ser, en la importancia de mantener las apariencias para transmitir la confianza que los inversionistas buscaban.

Al menos con sus amigos podía quejarse de lo que había ocurrido sin necesidad de sentirse juzgado.

-Un puto motociclista casi se choca contra mi por andar maniobrando a lo estúpido entre los demás autos, tuve que bajarme para enfrentarlo, pero el imbécil solo se burló de mí. -Explicó Checo, convenientemente modificando un poco la realidad para ocultar el hecho de que se bajó del auto solo para gritarle a un desconocido para desahogarse de su mal día.

-¿Un motociclista? ¿Está bien? -preguntó Carlos con un interés que llamó la atención de Lance y Fernando quienes giraron los ojos con desdén, ya sabían de dónde venía ese interés del español hacia todo lo relacionado con motociclismo. Pero Checo estaba lo suficientemente distraído como para prestarle atención a ese detalle.

-Si, si. Sólo fue un derrape, eso es todo. Pinche pérdida de tiempo.

-Dejame adivinar, era uno de esos moteros que se la pasan haciendo escándalo por la ciudad, esos que siempre andan de negro y con chaquetas horribles, ¿verdad?. -preguntó Lance con cierta cizaña mientras miraba disimuladamente a Carlos para ver su reacción, la cuál era una evidente molestia, cosa que le resultaba divertida para Stroll y Alonso.

-Si... de esos.- Respondió con un tono más bajito mientras recordaba la vestimenta que llevaba Max acorde a la descripción que estaba dando Lance... Sólo que Sergio no pensó que la chaqueta de Max fuera horrible, hasta eso se veía muy bien elaborada, sobre todo la ilustración de león que abarcaba toda su espalda.

"¿Qué chingados?". Se regañó a sí mismo por pensar aquello mientras le daba otro sorbo a su vino.

-¡Ja! Lo sabía, realmente no me agrada en absoluto ese grupo de gente, quieren lucir rudos y hacen de eso el problema de todos con sus horribles motos. Sin mencionar la actitud de mierda. -Las palabras del canadiense parecieron resonar más en Carlos que en Checo quien, se supone, se estaba centrando la conversación.

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