"ella no es una chica cualquiera, ella no es como las demás, su mirada es diferente, su sonrisa es única, ella es como ninguna otra, pero ella es difícil, es salvaje con cualquiera pero antes de que se de cuenta ella estará de rodillas."
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El suave aroma del whisky recorría todo mi ser, una copa mientras ves la lluvia caer, un puro a su lado y la chimenea encendida para entrar en calor, algo tan sencillo se convierte en especial para mí, lo único que busco es relajarme y no pensar en el trabajo o lo que está por venir mañana. Disfruto cada trago mientras cierro los ojos, deseo sentirlo profundamente, la música de fondo es el toque perfecto para esta noche helada
Mi gran mansión se encuentra en total oscuridad, no hay más ruido que el de la música que resuena por todas partes, todas las cortinas se encuentran cerradas a excepción de una, el jardín es inmenso, todo es inmenso para una persona, ni siquiera me importa estar solo lo único que busca un hombre maduro como yo es la tranquilidad.
El teléfono no dejaba de sonar, una y otra ves se repetía la contestadora — Salvatore soy Bruce, hace días que no te veo ¿Te encuentras bien?, estoy preocupado por tí, he ido a tu mansión pero nadie contesta, ¿Has salido de viaje?, por favor cuando escuches mi mensaje comunícate conmigo, amigo.
Ha pasado una semana en los que no he salido de casa, día y noche me encuentro entre estás cuatro paredes, tomar y fumar es lo que más he hecho ni siquiera he probado bocado, ni siquiera he podido dormir pero como es posible hacerlo mis pensamientos comienzan a torturarme
Al cerrar los ojos lo único que veo es a ella, se ha apoderado de mis sueños, de mi respirar hasta de mi ser
Y comienzo a odiarme por no poder controlar estos sentimientos que no pueden ser, no estoy dispuesto a permitirlo.
El día comenzaba a transcurrir, la noche fue pesada mis ojeras son más notorias, lo primero que hice al abrir los ojos fue encender un cigarro mientras aún permanecía en la cama
La habitación era un desastre, me he descuidado tanto que no me lo puedo creer
Siempre he sido un hombre delicado con la limpieza y muy responsable con el trabajo pero está semana me ha dejado de importar.
Al levantarme me di una ducha de agua fría mientras me recargaba sobre la pared, la ducha fue larga y reconfortante pero no ayudó en mucho, al salir volví a sentirme de igual forma
Traté de comer un poco de pasta pero terminé botándola, preparé una gran taza de café y le eché una gran cantidad de whisky para sentirlo mejor, está vez me senté frente a la chimenea, me gusta mirar el fuego arder antes podía sentir ese sentimiento de tranquilidad pero ahora no sentía absolutamente nada. Las horas pasaron rápido, el día se marchó, el sol se ocultó y la oscuridad llegó, aún estaba inmóvil el fuego se había apagado olvidé echar más leña
El café se terminó al igual que el whisky esa era mi última botella, odiaba la sensación de tener que ir a comprar un poco a la tienda, ni siquiera deseaba mirar a las personas, aborrecía todo
