"ella no es una chica cualquiera, ella no es como las demás, su mirada es diferente, su sonrisa es única, ella es como ninguna otra, pero ella es difícil, es salvaje con cualquiera pero antes de que se de cuenta ella estará de rodillas."
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Cuando lo vi entrar por esa puerta el sentimiento me invadió, no ha cambiado en nada sigue igual de atractivo como la última vez, quería correr a sus brazos y besarlo sin parar, ya no deseaba que se fuera por qué no podría soportar
Estaba a punto de acercarme pero detrás de él venían sus amistades, todos parecían de su edad eran tres hombres y dos mujeres muy bellas pero una de ellas se encontraba muy cerca de él lo cual me hizo detenerme
Al verme Salvatore no tenía ninguna expresión, realmente esperaba otra cosa quizás un abrazo y un beso pero no hubo nada de eso, me sentí un poco herida pero pensé que solo estaba agotado por el largo viaje..
— Salvatore
— emily
— me alegro que hayas llegado — hablaba en un tono bajo
— subiré a dejar mis cosas, podrías servir las bebidas
— si.
Esto era incómodo para mí, ni siquiera eran mis invitados pero quería complacer a Salvatore, ellos quedaron fascinados con la decoración del jardín trasero incluso les gustaron los aperitivos
Parecían personas muy importantes y con mucho dinero como Salvatore, incluso su forma al hablar era elegante y no se diga de sus lujosos coches y joyas.
Cuando Salvatore bajó intenté acercarme pero él me pasó de largo lo cual me hirió aún más, pensé si en algún momento dije algo malo para que actuara de esta forma
Lo único que buscaba eran sus brazos.
— galen no piensas presentarnos a esta bella dama — dijo uno de ellos
Lo miré fijamente en espera de una respuesta
— ella es la hija de mi mejor amigo
— Bruce cierto
— si
— la quieres mucho
— es como mi hija
Al decir eso sentí como mi corazón se partió en mil pedazos, él nunca había dicho algo así, siempre ha replicado en alto que soy su mujer pero ahora me estaba negando.
A este punto estaba tan herida, realmente él ha cambiado, no estaba actuando lindo como lo hacía por llamadas o mensajes, está vez era muy cruel
Cuando cenábamos ni siquiera tenía las ganas para comer solo la picaba, Salvatore conversaba con todos sobre temas que solo ellos sabían, reían y brindaban
— ¿Quien preparó esta cena? — dijo la chica rubia
— ¿Por qué? — respondió salvatore
— sabe horrible, ni siquiera tiene sabor, debes cambiar de chef
— tienes razón no tiene sabor — concuerdo Salvatore
Esto fue humillante no podía tolerar estás groserías, solo me levanté y salí de ese lugar, podía sentir sus miradas pero eso ya no me importaba.
