"ella no es una chica cualquiera, ella no es como las demás, su mirada es diferente, su sonrisa es única, ella es como ninguna otra, pero ella es difícil, es salvaje con cualquiera pero antes de que se de cuenta ella estará de rodillas."
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La excursión había terminado y por fin regresaría a casa, aunque precisamente no fue lo mejor que me sucedió me llevo algunos recuerdos memorables como cuando la universidad se preocupó por mi o las atenciones de Damián, tuve que regresar sola a casa ya que mi padre nunca llegó supongo que ha estado muy ocupado como siempre.
Al llegar a casa me llevé algunas sorpresas al ver como personas sacaban nuestros muebles incluso los cuadros que mi madre pintó se los llevaban, estaba tan confundida
Cuando vi a mi padre supe que algo no andaba bien, no lucía como antes incluso estaba despeinado y con ojeras, este no era mi padre..
— papá ¿Que está sucediendo?
— emily, mi princesita ya llegaste
— ¡Por qué están sacando las cosas de mi mamá!
Matías también parecía confundido incluso trataba de detener a las personas que tomaban nuestras cosas pero solo era empujado
— lo siento tanto hijos
— ¿Que paso?
— lo perdí todo, no tengo nada
— no entiendo
— estamos en banca rota emily, perdí hasta la casa
— ¿Es una broma?, dime qué lo es
Su rostro parecía sincero, me preguntaba como mi padre llegó a perderse tan pronto y ni siquiera logré darme cuenta
— estuve apostando, por eso a veces llegaba muy noche, creo que soy adicto a los casinos incluso ahora muero por jugar
— papá, ¡Que te sucede!
— perdón, de verdad.
Ahora sentía que el mundo se venía encima de mi, ahora esta ya no era mi casa
En esta casa crecí, mi madre luchó, tantos recuerdos que se perderán por el vicio de mi padre, no quería marcharme pero tampoco tenía el dinero necesario para tomarla de vuelta, la suma que mi padre debía a muchos casinos era tanta que ni con la casa sirvió para pagar todo eso
Incluso los ahorros que mi madre guardó para nuestros estudios de Mati y míos mi padre los había tomado, me sentía molesta con él por qué no pensó en nosotros ni siquiera nos avisó, ese dinero no era de él, era para nuestro futuro.
— ¿Adónde viviremos papá? Si ni siquiera tenemos dinero para pagar un hotel
— por ahora viviremos con Salvatore, en su mansión
