Susurrat Virtutis | Thorfinn [Terminado]

12 - War in the Baltic pt. 1

Unas horas antes

Jamás pensaría que volvería a pisar el suelo de un barco vikingo. Pero, era justamente donde se encontraba ahora mismo. Y con el peor acompañante posible. Su relación con Thorkell era buena pero no la mejor que existiera. Los dos eran comandantes de Canute, y había veces en las que salían en misiones juntos. Debido a cosas que pasaron en el pasado no lograba tener una conexión fuerte con el hombre. Thorkell por el otro lado la veía como un oponente fuerte y durante los años en los que trabajaron juntos siempre la invitaba a tener duelos con él. Obviamente todas sus invitaciones fueron rechazadas. 

La joven ignoraba como Thorkell la miraba, estaba segura de lo que iba a preguntar y esa era la razón por la cual se hacía que no lo miraba. 

Algo en ti cambió señorita. —ahora, eso le había llamado la atención— veamos, te ves igual, aunque tienes heridas nuevas. Hmmm, —se puso a pensar mientras la veía de pies a cabeza— ¿te casaste? 

…… —Un silencio incómodo los rodeó aunque parecía que Thorkell no se daba cuenta de esto— …¿que? 

¡con qué es eso! —exclamó feliz— Canute no me dijo nada sobre tu boda. ¿Quién fue el afortunado de ganarse el corazón de la skjaldmær? ¿Acaso es fuerte? ¿Un guerrero? ¿Que arma usa? ¿Trabaja para Canute? 

El hombre la atacó con miles de preguntas. Sabía que a Thorkell le gustaba pelear con personas fuertes pero estaba actuando muy interesado en ella y su vida amorosa. ¿Acaso había sucedido algo? 

Señor Thorkell, —logro interrumpirlo— ¿no tiene nada que hacer? 

La pregunta congeló a Thorkell y todos a su alrededor. El barco dejó de moverse. Las olas parecían detenerse y el viento dejó de soplar. Y después de un largo momento en silencio donde nadie se atrevía a mover. Thorkell dejó salir una carcajada. 

¿Quieres pelear conmigo? —pregunto entusiasmado. 

La joven suspiro, mirándolo a los ojos se preparó para decirle las noticias. 

Señor Thorkell, —volvió a llamarlo— he dejado esa vida atrás. Si puede notarlo, no llevo ninguna arma conmigo. Y antes de que pregunte, no pelearé mano a mano con usted. 

¿Cuando decidiste esto? —preguntó con un tono triste. 

Hace unos días. —respondió rápidamente antes de que volviera a preguntar más y más cosas. Y fue cuando recordó algo que tenía pensando desde hace rato— también tengo una pregunta para usted, ¿cómo diablos recibió mi carta? 

¡¿cómo no podría?! —respondió en voz alta— reconocería aquel halcón en cualquier lugar. Especialmente con el listón rojo que sostiene las cartas que envías. Es así que cuando lo mire volando cerca de mi barco lo llame y llegó hacia mi. Entonces dime, ¿Thorfinn está vivo? 

Oh demonios…. Ahora que lo pensaba, fue una mala idea escribir su nombre pero, no tenía idea de que Thorkell sería quien se encontraría con la carta. 

No, el Thorfinn del que me refiero es el hijo adoptivo de uno de mis amigos, —respondió rápidamente tratando de no verse sospechosa— jamás logré encontrarme con Thorfinn. —rezaba por que Canute no le hubiera dicho de lo que sucedió en la granja de Ketil. 

Thorkell se veía que no creía lo que le había dicho, aún así lo ignoro. Y continuó el viaje hacia Jelling. 

(...)

Sede real de Dinamarca, Jelling. 
Abril de 1019.

¡Hagan una sola línea, pasaré lista! —La voz de Bug eyes gritó por encima de todo el ruido que era Jelling.