BAD ©

Capitulo Veintidos.

─Capítulo 22─

''She's there because of my fault.'' - ''Ella está ahí por mi culpa.''

→Justin Bieber's POV

Cada segundo que pasa a mi alrededor, se me hace como si fueran minutos, incluso horas. Estoy más que nervioso, histérico. Y es que faltaría menos, acabo de atropellar a una persona, una persona que de alguna manera me atrapa con una simple y Oops! mirada. Estoy a punto de perder la cabeza y no me faltan ganas de levantarme y darle un puñetazo al primer doctor que pase frente a mis ojos por no decirme nada sobre el estado de mi chica. ¿Mi chica? Sí, yo fui el primero que la tocó, que la hizo llegar al cielo, que la hizo gemir, gemir mi nombre. Lo que la convierte en mía.

Vamos Justin, todos sabemos lo zorra que es, y todos sabemos que es una más del montón.

Mi subconsciente me juega malas jugadas y gruño en mi interior. Mi rodilla derecha sube y baja provocando que el pie diera pequeños golpecitos en el suelo. Lo siento, es un tic que tengo cuando estoy de los nervioso. Voy imaginándome el momento en que salga el doctor de la habitación en la que he visto como metían a Cassie tumbada en esa camilla, completamente inconsciente, sin dolor alguno.

En el momento en el que habíamos llegado todos detrás de la ambulancia al hospital, seguimos a todos los doctores que empujaban la camilla de Cass. Yo los seguía con la mirada, cada movimiento que hacían para bajarla de la ambulancia, con un atisbo de esperanza en mi cuerpo que se esfumó al verla completamente manchada de sangre, y con los ojos cerrados.

Con lo bonitos que son...

La esperanza —que se ha ido por completo, abandonando mi cuerpo— queda remplaza por el miedo que me entra en el momento que mi cerebro se comienza a crear sus propias imágenes de Cassie completamente dormida para siempre, metida en una caja de madera que la alejaría de toda persona a su alrededor que la quiere.

Niego, eso no puede pasar, y cuando menos me doy cuenta, ya los estoy siguiendo dentro del hospital, pasillo a pasillo, y siento como las luces me ciegan. Parpadeo un poco al ver que la luz se hace más intensa y mi mirada sube. En su camino rastreo una bata blanca, hasta que llego a una cabeza de hombre, es joven, pero aún así tiene entradas.

—Perdone, ¿se encuentra bien?— Me pregunta con voz grave, su expresión es seria y yo me confundo.

¿Me pregunta si me encuentro bien?

En estos momentos ya no pienso con claridad, todo en mi mente se ha vuelto borroso lo único que veo es rojo sangre. Aprieto mi mandíbula y por un instante pienso que los dientes se me van a incrustar entre ellos de la misma fuerza. Mis piernas se estiran y oigo como crujen ligeramente mis huesos, me pongo en pie y encaro al doctor. Se echa un poco para atrás al ver mi reacción y, por su expresión, imagino que mi cara no tira flores color rosa.

—¿Que si me encuentro bien?— Susurro bajo cerca de su cara, sus ojos están abiertos como platos fijos en los míos. —¡Sois unos jodidos incompetentes? Llevo más de una hora sentado en esa Oops! silla de plástico, histérico perdido, esperando a que algún jodido médico me venga a dar alguna noticia sobre mi chica, ¡¿y me pregunta si me encuentro bien?!

No me doy cuenta de que he alzado tres tonos mi voz hasta que Tayson y Macy están encima de mi, separándome unos centímetros del doctor que, al verme en este estado, traga fuerte. Dylan y Christian me cogen de los brazos pensándose que en cualquier instante saltaría a darle una paliza y soltar mi ira sobre ese gilipollas que me mira con las manos levantadas en una posición de defensa. Varias personas se nos han quedado mirando y otro imfermero se acerca con cara de pocos amigos.