𝕍

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Los cambios deben ser bien recibido; pero existe en algunas personas un profundo temor angustiante hacia lo desconocido, la incertidumbre de lo que pueda suceder cuando el destino o la casualidad alteran lo previsible.

Cualquier desviación en la rutina genera tensión, al igual que los cambios imprevistos que desestabilizan los fundamentos de nuestras zonas de comodidad y seguridad. Aunque a algunas personas estas situaciones no les causan angustia, a otras les genera un terror tal que evitan a toda costa cualquier tipo de cambios. A este miedo irracional lo denominamos Metatesiofobia.

Y ahora él yacía hecho un manojo de nervios al punto de compararse con los síntomas de aquel trastorno. Estaba asustado, la inseguridad en su cuerpo y mente incrementaban, su zona de confort se encontraba tan distorsionada que ya no podría llamarse así. Deseaba a toda costa volver, abrir la puerta y encontrarse con el pelinegro, bromear sobre cualquier idiotez, acostarse en la cama y ver como su amigo hacía de psicólogo.
Analizo por segunda vez la agradable casa, sus colores vivaces, la puerta que en alguna ocasión creyó que tendría una estrella al igual que todas aquellas que junto a la chica de sus sueños lo habían transportado a diversos lugares, siendo esta misma casa el destino más habituado. Era una casa normal en los suburbios de Toronto; o eso quiso creer antes de ver como la estructura se distorsionaba, incrementando su tamaño, oscureciendo su color, como un animal salvaje mostrándose imponente ante su presa, por un instante fue capaz de ver el castillo del poderoso Bowser levantarse frente a él.

Muros de piedra caliza que buscaban atemorizarlo de romper la primera barrera...

La punta de sus dedos hormigueó en cuanto tocó el timbre, sintió una fuerte presión en su pecho, como si se quedara sin aire, como si se estuviera ahogando en un rio; de pronto quiso volver a donde se sentía seguro, junto a su amigo. ¡Y tenía la excusa perfecta! Bueno, no era solo excusa. Realmente no quería dejarlo solo cuando lo estaba pasando mal por ese tipo.

Y entonces la puerta se abrió, dejando ver a una chica con un buen cuerpo, vestía una camiseta de tiras y unos shorts que llegaban a mitad de muslo; hoy su cabello era naranja con puntas verde; en cuanto la vio todo pareció haberse esfumado, dejando salir una risa tonta, sus mejillas se coloraron.

—Hola Scott. —Sonrió recostando su cuerpo en el marco de la puerta.

—Hola, Rammy.

Ahora era todo lo contrario a hace 5 minutos, como si fuera recibido una estrella en Mario se sintió con la fuerza para superar cualquier obstáculo. Solo con verla, esos ojos, esa sonrisa confiada. Si que gustaba de ella.

Se acercó animado, con esos brillitos en su mirada, buscando algo que Ramona no dudo en darle. Un dulce beso de bienvenida.

El beso fue corto, aunque lo suficientemente largo para que soltaran un suspiro. Scott anhelo otro y se vio interrumpido por algo que se paseaba entre sus pies. Dirigió la mirada para ver al causante y descubrió a un gatito, por instinto se agachó para acariciarlo.

—¿Desde cuando tienes un gato?

—Estaba en la calle con frio y solo. —Explico con simpleza. —¡Lo rescaté! —Sonrió orgullosa del acto, recordando lo solito y vulnerable que se veía el minino. —¿No es lindo?

—¡AWW!, ¿Cuál es su nombre? —Su mano paseaba entre la cabeza y la cola del minino, haciendo que este caminara en círculos en busca del agradable tacto que el humano proporcionaba.

—Gideon. —Miraba despreocupadamente a algún lugar al azar de la calle.

—Aww, pequeño Giddy. ­—El felino levanto sus orejitas, el apodo parecía haberle gustado; no duro mucho en esa posición, pues sacudió su cabeza y se fue caminando al interior de la casa dejando la mano del chico extendida y sola. Scott miro de vuelta a su guapa novia neoyorquina, se levantó del suelo y se dirigió a ella con una postura relajada llevando su maleta. —¿Puedo entrar?

—Como si fuera tu casa.

En cierta forma, esto era nuevo para ambos, pero no era para nada incómodo. La chica, aun teniendo tantos ex novios, nunca había vivido con algunos de ellos; la relación con Roxxie fue diferente, pues desde antes de hacer lo que hacían ya vivían juntas como amigas. Y Scott, él solo había vivido con sus padres y luego mudado junto a Wallace, esto era tan raro que golpeaba su rutina de chico normal canadiense.

—Entonces... ¿Se llama como uno de tus exnovios de New York?

Apunto con la cabeza al gato gris que jugueteaba con el pomposo llavero que su amigo le había regalado el día anterior y que, para no perderlo junto a las llaves, como solía sucederle, lo coloco en la mochila donde guardo algunas de sus pertenencias y robo algunas otras de Wallace.

Ramona miro al gato, perpleja, no esperaba que Scott preguntara eso ahora. —Tonterías.

—Wallace decía que no podíamos tener un gatito en nuestra casa. —Recordó, como si hace muchos años que no vivía con el pelinegro. Aunque solo llevara horas.

—Bien. Viejo no te ofendas, pero tu casa era un agujero.

—¿Qué?, ¿apesta? —Ramona asintió lentamente y Scott no logro entender a lo que se refería; para él, ese fue su segundo hogar, donde por primera vez había jugado hasta superar el nivel final de Mario Bros, sin atajos ni ninguna artimaña, donde uno de sus más grandes logros fue desbloqueado: enseñarle algo a la persona que lo sabe todo, Wallace Wells. Y no solo lo que ocurrió con las chispas, sino ese gusto peculiar que Scott daba a la comida y Wells tardo semanas en imitarlo sin lograrlo a la perfección. Aquel lugar era más que un sótano para el chico. —¿Qué hay de malo con eso?

La neoyorquina se cruzó de brazos, dedicando una mirada indescifrable para nuestro idiota protagonista. Suspiró, entendiendo que aquel tonto con el que salía no llegaría a entenderla hasta que no le explicara con persa y manzanas; caminando hasta un cajón y sacando del mismo una libreta y un bolígrafo comenzó a enumerar las razones del porque el sótano no era el mejor lugar para llamar "hogar".


COSAS QUE NO SON GENIALES
DEL DEPARTAMENTO DE SCOTT

1- Una sola habitación
2- Solo una cama que es
compartida con un hombre gay
3- Sin luz... sin luz NATURAL
4- Baño diminuto
5- Cocina diminuta
6- Todas las cosas en el apartamento
pertenecen al hombre gay
7- No es "PARA CHICAS"


—¿Qué significa "no es para chicas"?

—Que es un apestoso agujerito en el suelo, Scott.

Scott formo un puchero con su boca, en su cabeza no entraba la idea de que aquel lugar fuera tan malo como la chica decía. Ramona rio, enternecida. —Olvidemos el tema, de todas formas, ahora vives aquí.

El día no fue tan extraño como lo esperaba, lo única diferencia de cuando iba de visita fue acomodar sus cosas en el espacio que Ramona le había dado en el armario. Todo lo demás era lo rutinario, charlar, cenar afuera y regresar a casa para dormir. De lo único de lo que podría quejarse era de no tener una TV o alguna consola para matar el tiempo libre.





⁠(⁠*⁠꒪⁠ヮ⁠꒪⁠*⁠)

Jeje, no tengo excusa. Deje este mini-proyecto en el aire y luego me olvide de que iba a hacer para continuarlo. Recientemente lo volví a leer y me pareció que tenia potencial, asi que regrese a leer el comic y ver la serie. Creo que tengo la idea completa de como desarrollar la historia. Estaré actualizando lo más pronto posible...

Hasta la proxima ;D

Mi Querido Idiota ♥Scollace♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora