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CAPITULO 8:  CONFUSION

Nunca pensé que me enamoraría. Siempre fui de esas personas que guardaban sus sentimientos, que se protegían bajo capas de lógica y autocontrol. Pero aquí estoy, en un país completamente nuevo, y en tan solo dos meses, todo lo que creía sobre el amor se desmoronó.

Conocer a alguien como Jungkook, alguien tan inesperado, tan lleno de sorpresas, me cambió. Nunca me acostumbré tan rápido a un chico como lo hice con él. Su risa, sus comentarios despreocupados, la manera en que me hacía sentir... todo se volvió parte de mi rutina. Era como si su presencia llenara los espacios vacíos que ni siquiera sabía que existían.

Nunca me había permitido ser vulnerable, y aún menos ante alguien como él. Pero ese día, cuando vi a esa chica besarle frente a mí, todo cambió. Fue como si el suelo se desvaneciera bajo mis pies. Y lo peor no fue el beso. Lo peor fue cuando él pronunció la palabra "amigos". La palabra que rompió algo dentro de mí.

Desde el primer momento que nos cruzamos, supe que nunca seríamos solo amigos. Siempre hubo algo más, algo que nos envolvía, algo que ambos podíamos sentir aunque ninguno lo dijera. Y ahora, él lo redujo todo a eso...

Después de aquel día en el campus, me alejé de él. 

Furiosa, herida y demasiado orgullosa de admitirlo. 

Jungkook intentó acercarse, pero lo ignore. Bloqueé su número, cerré mi ventana y hasta cambié la clave de la puerta. No quería darle ninguna oportunidad de irrumpir en mi vida de nuevo, como solía hacerlo. Cuando iba a tocar la puerta y mis padres estaban en casa, simplemente le decían que me sentía mal. Ellos, claro, me preguntaban qué pasaba, pero no tenía fuerzas para explicarlo. 

No quería hablar. 

No quería escuchar.

¿Deberías escuchar lo que tiene que decir?

A veces esa pregunta rondaba en mi mente, pero siempre llegaba a la misma respuesta: 

No lo hare. 

Prefiero alejarme y regresar a mi mundo aburrido, uno donde las cosas son predecibles y donde no tengo que preocuparme por sentir demasiado.

En la universidad, lo ignoraba por completo. Si lo veía en la calle, giraba la cabeza hacia otro lado, como si mirar en su dirección me recordara lo mucho que me había dolido. 

Así pasaron dos semanas. 

Sumida en la rutina, leyendo libros, encerrada en mi habitación, evitando cualquier cosa que pudiera recordarme a él.

Hana intentaba animarme, pero nada de lo que hacía lograba sacarme de ese abismo. No podía dejar de preguntarme cómo era posible que un chico me afectara tanto. 

¿Cómo podía dejarme llevar por alguien que, al final, no me veía como yo lo veía?

Y lo peor del caso, es que sabes que no es así.

Me sentí patética.

Y el problema no era solo que me afectara un chico... el problema era que ese chico era Jungkook. 

Menudo idiota, capullo, infantil.

Y, maldita sea... así te gusta.

Me encanta.

Estaba acostada en mi cama, leyendo uno de mis libros favoritos, cuando de repente sonó mi celular. 

Fruncí el ceño al ver que era un número no registrado. 

Hasta el ultimo suspiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora