★𝑫𝒆𝒄𝒆𝒑𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔

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Pasarían algunas semanas y no habría ningún rastro sobre Kibutsuji o tan siquiera sus "empleados" por decirlo así.Todo parecía estar en blanco y negro,desde la muerte de Nezuko nada volvió a ser igual,las salidas habían sido escasas,todo se torno en negro,un aura tan deprimente con sus amigos,familiares y compañeros,se preguntaban el porqué,el cómo,tantas preguntas surgían en sus cabezas,pero nadie sabía con exactitud.

Kanroji se encontraría sentada en el suelo,un estado tan deprimente y deteriorado,la muerte de su mejor amiga le había afectado por completo en diferentes afectos,tanto físicos como mentales y emocionales,todos los días empeoraba,primero no conciliaba el sueño,ahora no quería ingerir ningún alimento,nadie se había percatado de ello,todos querían darle su espacio al ser una de las más afectadas.Extenderia su mano y tomaría una fotografía de ella junto a Nezuko,eran infantes,unas pequeñas niñas lamiendo sus helados,sin ninguna preocupación y con tanto amor,lo que fue real una vez,ahora era un completo sueño y anhelo.

Escucharía el timbre de su apartamento ¿Alguien estaba llamando a la puerta de ella? Se suponía que nadie lo haría,todos sus amigos habían concordado darle aunque sea un tiempo para mejorar.Decidiría quedarse callada por completo,pero escucharía la voz de aquella persona,lo que hizo que rápidamente se estremeciera al saber quien era.

-"Se que estás ahí adentro,acabo de escuchar tus sollozos"-Gritaria desde afuera aquella voz,lo que hizo que Kanroji se colocara de pie en cuestión de segundos.

Comenzó a recoger todo lo regado,limpiando el lugar para que al menos se viera un poco mejor y no tan deprimente,no quería ayuda,quería estar sola,así que,si atendía a esta persona y observaba que estaba bien,nadie más vendría a verla ¿Cierto? Eso es lo que pensaba con exactitud ella.

En menos de cinco minutos terminaría de recoger todo el desorden,limpiando al menos un poco de su rostro para dirigirse hacia la puerta,en cuanto la abrió,simplemente sonrió alegremente como hacia de costumbre.

-"¿A qué se debe tu visita,Akaza?"-Preguntaría con suavidad aquella pelirosada,con un tono de voz cálido y melodioso,su típico tono de voz.

Akaza soltaría un ligero suspiro,sabía que su estado no era bueno,tenía los ojos hinchados,ojeras totalmente negras,se encontraba sumamente delgada y pálida,pero quería hacerse la fuerte,siempre era la misma situación con ella.

-"Quería conversar contigo sobre algo ¿Puedo ingresar?"-Preguntaría ligeramente,al notar el asentimiento de la chica,pasaría hacia adelante,adentrándose en su hogar.

Kanroji se haría a un lado,dejándolo pasar hacia el interior.Cerarría la puerta y tomaría asiento en su comedor enfrente de aquel chico,sonriendo ligeramente y esperando a que el joven hablara.

Después de varios minutos de silencio,al fin decidiría hablar,manteniendo su expresión seria con la cual había llegado a principio.

-"Explícame porque estabas a punto de matarte."-Diría sin rodeo el chico,clavando fijamente sus ojos en la joven.

La expresión de la chica quedaría en shock ¿A qué se refería? No había tenido ningún contacto con absolutamente nadie,tal vez y simplemente estaba esperando que admitiera algo,pero eso no lo cumpliría con facilidad,en cierto modo,era verdad lo que decía,estaba tomando pastillas para alguna sobredosis,pero era ilógico que él lo supiera,no tenía ninguna conexión con todo esto,absolutamente nada.

-"¿Porqué preguntas eso? Yo jamás intente algo así,de tan solo pensarlo,tengo escalofríos."-Hablaría la pelirosada,abrazando ligeramente su propio cuerpo y soltando un suspiro.

Tenía que despistar al chico,no quería hacerle saber que se encontraba en el punto más bajo e inútil de su vida.

-"No me mientas,tan solo mírate en el espejo,tienes ojeras y luces tan demacrada."-Comentaria aquel chico,señalando con el dedo anular a la joven.

𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒐 𝒂𝒕𝒂𝒓𝒅𝒆𝒄𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora