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El sol apenas había comenzado a brillar en lo alto del cielo, pero ya se respiraba actividad en los pasillos del instituto. El sonido de las puertas abriéndose y cerrándose, los pasos apurados de los alumnos corriendo por los pasillos y el ocasional bullicio en las aulas era parte del paisaje cotidiano. Justo en medio de ese caos matutino, el conserje Ash, siempre con una expresión de cansancio mezclado con fastidio, recorría los pasillos empujando su fiel carrito de limpieza. Su rutina era predecible: limpiar, arreglar lo que estuviera roto, y mantener el orden en un lugar donde las travesuras de los estudiantes nunca cesaban.

Ash no era un hombre de muchas palabras, ni de muchas sonrisas. Con sus ojos verdes, su cabello castaño algo despeinado y su baja estatura de metro cincuenta y tres, era un blanco constante para las bromas de los estudiantes. No faltaba quien se burlara de su tamaño o de su trabajo como conserje, dejándole mensajes en las pizarras o escondiendo herramientas de limpieza en lugares extremadamente altos, lo que solo alimentaba su mal humor. Sin embargo, había un pequeño grupo de alumnos que, a pesar de las travesuras de los demás, le tenía respeto, reconociendo el esfuerzo que ponía para mantener el orden en medio del caos diario del instituto.

Pero había alguien que no podía dejar de fijarse en él, aunque no se atrevía a hacer mucho más que observarlo a lo lejos.

Grom, el profesor de Historia. Alto, rubio y de ojos azules, era querido por casi todos sus alumnos, aunque su carácter torpe y despistado a veces lo metía en problemas. Solía ser el tipo de profesor que hacía que las lecciones, aunque a veces se saliera del tema, fueran entretenidas. Sin embargo, había algo más que distraía a Grom. Cada vez que pasaba por los pasillos durante los recreos o las clases, sus ojos parecían buscar inconscientemente al conserje. Ese hombre callado y siempre gruñón había despertado algo en él.

Hoy no fue diferente. Mientras Grom caminaba por el pasillo principal, perdido en sus pensamientos sobre la próxima clase, vio a Ash agachado, limpiando una mancha pegajosa que algún estudiante había dejado en el suelo. Algo en la manera en que Ash se movía, con esa eficacia casi mecánica, le resultaba extrañamente fascinante. Grom se quedó mirando sin darse cuenta de que se había detenido en seco, en medio del pasillo, con una sonrisa suave y casi tonta en el rostro.

Justo en ese momento, Jessie y Penny, dos estudiantes de trece y catorce años respectivamente, pasaban cerca. Jessie era una chica increíblemente inteligente y siempre estaba atenta a lo que ocurría a su alrededor, mientras que Penny, era igual de extrovertida que la otra, pero estaba más centrada en sus sueños de ser pirata. Ambas intercambiaron una mirada rápida al notar la actitud distraída de su profesor de Historia.

—Oye, ¿has visto cómo mira el profe Grom al conserje? —susurró Jessie con un tono divertido, inclinándose hacia su amiga.

Penny, que siempre tenía una respuesta afilada preparada, sonrió maliciosamente mientras observaba a Grom, quien seguía mirando a Ash como si estuviera en otro mundo.

—Parece que está enamorado o algo —respondió Penny en voz baja, tratando de contener una risa—. Mira esa cara, Jessie, está en las nubes.

Jessie soltó una carcajada disimulada, cubriéndose la boca para no llamar la atención, pero Grom ni siquiera se dio cuenta. Estaba demasiado absorto en sus pensamientos, con los ojos fijos en Ash mientras éste se levantaba y empujaba su carrito hacia el otro extremo del pasillo. Incluso cuando Ash desapareció de su vista, Grom siguió allí, de pie, como si no supiera qué hacer con esa sensación.

—Tenemos que contárselo a los demás —dijo Jessie con un tono pícaro, su sonrisa creciendo al pensar en las posibles bromas que podrían surgir de esto.

—Definitivamente. Creo que acabo de encontrar nuestro nuevo entretenimiento —respondió Penny, mientras ambas se alejaban rápidamente del lugar, listas para esparcir el rumor.

Lo que comenzó como una observación entre dos amigas pronto se convirtió en el tema del día. Jessie y Penny, expertas en transmitir rumores, no tardaron en contárselo a sus compañeros de clase y luego a los de cursos superiores. Los alumnos más pequeños fueron los primeros en notar lo divertido que era imaginar al torpe y distraído profesor Grom enamorado del conserje siempre malhumorado.

Para la hora del recreo, casi todo el instituto estaba al tanto de la nueva "historia de amor" que se había fabricado entre Grom y Ash. Los estudiantes lo susurraban por los pasillos, lanzaban miradas furtivas cuando ambos coincidían en un mismo espacio.

Leon, un estudiante de catorce años y compañero de clase de Penny, fue el primero en acercarse a esta última y Jessie en el patio.

—¿Es verdad lo que dicen por ahí? ¿Grom está enamorado del conserje? —preguntó con los ojos muy abiertos, claramente entretenido por la posibilidad.

—¡Lo vimos con nuestros propios ojos! —respondió Penny con confianza, cruzándose de brazos—. Grom no podía dejar de mirarlo. Te juro que parecía un cachorrito enamorado.

—Esto se va a poner interesante —dijo Leon, riendo mientras su mirada buscaba a sus otros amigos para compartir el chisme.

Mientras tanto, Ash seguía con su rutina diaria, completamente ajeno a la tormenta de rumores que se gestaba a su alrededor. Estaba en uno de los baños del instituto, fregando el suelo con brusquedad. El trabajo no le molestaba, pero lo que no soportaba era el desorden que dejaban esos "niños malcriados", como solía llamarlos para sí mismo. Siempre había algún desastre que limpiar, y hoy no era la excepción. Entre el desbordamiento del basurero y los grafitis en las paredes, parecía que nadie respetaba su trabajo ni la escuela.

Cuando finalmente salió del baño con su carrito, se topó con Grom, quien venía caminando por el pasillo con unos papeles en la mano, claramente distraído. Ash bufó ligeramente al ver que el profesor de Historia casi tropieza con él.

—¿Por qué no miras por dónde andas? —gruñó Ash, pasando de largo, sin darle demasiada importancia al incidente.

Grom, sorprendido por el brusco tono de Ash, sonrió torpemente y se rascó la nuca.

—Lo siento, estaba pensando en... bueno, cosas de la clase —respondió con su típico aire despistado, aunque sus ojos se desviaron nuevamente hacia el conserje mientras éste se alejaba empujando su carrito.

Grom suspiró y siguió su camino, pero la breve interacción no pasó desapercibida para los estudiantes que ya estaban al tanto del "romance". Jessie, que había presenciado la escena desde una esquina del pasillo, rápidamente tomó nota mental de todo, ansiosa por reportar el nuevo "avance" a sus compañeros.

—Parece que Grom no pierde la oportunidad de estar cerca de Ash, ¿eh? —murmuró Jessie para sí misma, sonriendo mientras se alejaba.

A medida que avanzaba el día, los rumores seguían extendiéndose como la pólvora. Algunos estudiantes incluso empezaron a idear formas de "ayudar" a que Grom y Ash pasaran más tiempo juntos. Al final del día, no se hablaba de otra cosa entre los alumnos más jóvenes.

Para Grom, sin embargo, las cosas eran mucho más simples. No entendía de dónde venía esa atracción tan fuerte hacia Ash, pero era innegable. Algo en el conserje le llamaba la atención de manera irremediable. Quizás era su actitud ruda, su forma de ignorar a todo el mundo o simplemente la diferencia abismal entre ellos. Grom, siendo sociable y siempre un poco torpe, sentía que Ash era un enigma que quería desentrañar, aunque sólo habían intercambiado un par de palabras en todos esos años.

Lo que Grom no sabía era que sus sentimientos, aunque secretos, ya no lo eran tanto. Los estudiantes, divertidos y emocionados por el drama que ellos mismos habían creado, estaban decididos a ver cómo se desarrollaba esta historia. Y entre bromas, miradas curiosas y alguna que otra intervención "accidental", ya estaban trazando el camino para que el profesor de Historia y el conserje pasaran más tiempo juntos.

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¡Hola otra vez!

Me vuelvo a presentar: soy Pankeke, escritora de esta historia.

Probablemente muchos vengáis de mi otra historia Gromash que ha concluido a la vez que se ha publicado este primer capítulo, pero para los que no... ¡Bienvenidos!

Os puedo confirmar que este fanfic tendrá solo 8 capítulos. Es muy corto, lo sé, pero así son las cosas.

Gracias por darme esta oportunidad (de nuevo) al leer el fanfic :)

¡Nos vemos en el segundo capítulo!

𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝘁𝗼 - 𝗴𝗿𝗼𝗺 𝘅 𝗮𝘀𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora