𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝘁𝗼 - 𝗴𝗿𝗼𝗺 𝘅 𝗮𝘀𝗵

cinco

Habían pasado varios meses desde carnaval, y el fin de curso se acercaba. Con él, el esperado baile que cerraba oficialmente el ciclo escolar. Mientras los alumnos se ocupaban de exámenes y actividades finales, el bullicio en los pasillos no dejaba lugar a dudas: el baile de fin de curso, que se hacía una semana antes del último día de clases, era el tema estrella, y este año, Jessie y Penny estaban decididas a convertirlo en algo más que una fiesta. Para ellas, era la oportunidad perfecta para finalmente juntar a Grom y Ash, quienes, pese a sus esfuerzos a lo largo de los meses, seguían sin acercarse de la manera que esperaban.

Durante uno de los recreos previos al evento, Jessie y Penny se reunieron con Emz y Poco, que en apenas unos días se iban a graduar, y otros alumnos más jóvenes en un rincón del patio, armando una improvisada junta estratégica.

—Vale, chicos, esta es nuestra última oportunidad del año —dijo Jessie, inclinándose hacia el grupo con una mirada seria pero emocionada—. Hemos intentado de todo y todavía no hemos logrado que Ash y Grom se acerquen de verdad.

—Sí, Grom es muy tímido. Nunca va a dar el paso él solo, menudo estúpido —intervino Emz, mientras mordisqueaba un lápiz de manera pensativa.

—¿Y si les damos una pequeña empujadita durante el baile? —preguntó Poco, levantando una ceja—. Podríamos organizar algo para que tengan que bailar juntos. Ya sabéis, "casualmente".

—Pero antes necesitamos que Grom lo invite al baile, ¿no? —señaló Bonnie, mirando a Jessie—. Si no, Ash ni siquiera irá. He escuchado que el día del baile han encargado a otras personas para que limpien todo.

—¡Exacto! —exclamó Jessie—. Tenemos que hacer que lo invite... aunque sea de la manera más indirecta posible.

—Grom es torpe y Ash es testarudo. Vamos a necesitar algo grande para que funcione —añadió Gus, sonriendo ante la idea de seguir con las bromas.

Todos estuvieron de acuerdo. Lo primero sería hacer que Grom invitara a Ash, aunque solo fuera como ayuda para la organización. Jessie estaba segura de que si los dos pasaban más tiempo juntos, el plan podría finalmente dar frutos. Además, Grom parecía más nervioso que de costumbre, una señal clara de que algo tenía en mente.

Días después, durante la preparación del baile, Grom se encontraba en la sala de profesores. El ambiente estaba más animado de lo normal; los estudiantes de secundaria estaban emocionados por la fiesta, y muchos de los profesores ya bromeaban sobre quién acompañaría a quién. Por ejemplo, Max, había invitado a Bea, la profesora de ciencia, quién aceptó sin dudarlo. Bueno, al fin y al cabo, todo el mundo sabía que eran novias, así que no fue ninguna sorpresa.

Grom, sin embargo, estaba sumido en sus pensamientos. Sabía que el baile sería la última oportunidad del año para intentar algo con Ash, pero las pocas veces que habían hablado, siempre había sido torpe y brusco. Tenía que encontrar una forma de hablarle, pero no sabía cómo.

Decidido a intentarlo, Grom respiró hondo y se dirigió a la sala de almacenamiento donde Ash solía estar, organizando sus herramientas y papeles.

—Eh... Ash —comenzó Grom, con las manos nerviosas—. Estaba pensando... pronto es el baile de fin de curso, y, bueno, ya sabes que habrá mucho que organizar. Las luces, las decoraciones, quizá necesitemos ayuda... y tú podrías... ya sabes... pasar por allí... si te apetece. Para ayudar, claro.

Ash, que estaba concentrado en revisar una caja de bombillas, apenas levantó la vista.

—¿Ayudar? —preguntó con su característico tono de fastidio—. ¿Por qué iba yo a querer meterme en más trabajo? Ya tengo bastante con arreglar las cosas que dejáis a medias. Y por una vez que no tengo que limpiar todo lo que van a tirar y romper en el baile, ¿tengo que ir para ayudar? —añadió, mientras miraba un destornillador como si fuera lo más interesante del mundo.