Me encontraba descansando plácidamente en mi cama, apoyada en una almohada boca abajo. Mis pies se movían en el aire de un lado a otro. Acababa de subir un vídeo a tiktok que sabía que iba a hacer explotar al fandom.
Mi sonrisa se expandía mientras más mensajes llegaban por el video: el mismo trataba sobre mi próxima canción "Boy for a day", era algo asi como un trend, en las fotos se mostraban primero un chico jugando videojuegos, luego uno jugando a la pelota, y por último, una foto de Malia.
Sabía que esto volvería locos a los fans y me pareció una manera graciosa de bromear con el ship Kylia como anteriormente lo habíamos hecho en el live. Claramente Malia y yo no somos nada, pero nos parecía divertido jugar con los seguidores.
Muchos mensajes de mis amigos comenzaron a llegarme a mi buzón e Instagram, pero yo solo esperaba el de Miss Giggles. Mi reloj marcaba las 10:30 a.m., así que me levanté y entré al baño a hacer mis cosas: maquillarme, lavarme los dientes, etcétera.
Bajando las escaleras saludé a mis padres quienes se iban a una cita, alegando que volverían al anochecer. Me dijeron que podía invitar a cualquiera de mis amigos y yo simplemente les sonreí dejándolos irse.
Mientras me encontraba en la isla de la cocina esperando a que se cocinen mis tostadas, revisaba los comentarios de mi video. Me era muy divertido ver el alboroto que estaba causando.
Luego de unos minutos, terminé de preparar mi desayuno y me senté a degustarlo. Al rato me llegó una notificación de Malia, cosa que me hizo abrir rápidamente nuestro chat.
A los pocos minutos de dejar el chat, mi teléfono comenzó a sonar mostrando en su pantalla el nombre con el que tenía agendado a mi chica.
—¡KYLIE CANTRALL!— La voz de Malia resonó en mi pobre oído dejándome sorda— Te he dicho reiteradas veces que no debes de jugar con la ilusión de los fans, ¡Mucho menos si tenemos un contrato confidencial!
—Oh, Maliki boo, sabes que ese contrato es solo cuando estamos en entrevistas— Aquella carta del ratón negro solo decía que debíamos ser sutiles con nuestra relación, no reclamaba nada sobre ser estrictamente una relación secreta.
—Callate, Cantrall. Acordamos no volver pública nuestra relación hasta que cumpla los dieciocho así no te criticaban—
—Si pero me aburro, nena— Sonrío imaginando la cara de Malia con el simple hecho de escuchar su suspiro de cansancio— Y sabes que los fans son con quién más me divierte jugar.
