𓈀 001 𓏭 Marcanne : Buenos días. ១

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Tarareaba una canción mientras hacía el desayuno, estaba bastante feliz y más sabiendo que ahorita mismo estaba en su cama durmiendo el amor de su vida

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Tarareaba una canción mientras hacía el desayuno, estaba bastante feliz y más sabiendo que ahorita mismo estaba en su cama durmiendo el amor de su vida.

Anna Boonchuy, aquella mujer deportista que había conocido aquella noche en el bar. La forma en que se conocieron fue... Bastante vergonzosa para Marcy Wu: En un estado de embriaguez total terminó confundiendola con otra persona, mas que nada con su ex novia, otra morena que ya no recordaba bien... Era un recuerdo borroso de su primer amor, pero bueno. Desde ese día, el destino las juntó, Regina había descubrido que Anna estudiaba en su misma universidad. Volviendo a la realidad, ambas estaban felices en aquella relación.

Seguía tarareando una canción, estaba tan ambientada en esa canción que terminó moviendo un poco sus caderas. En eso, sintió como unas manos tomaban su cintura iba a asustarse pero recordó que no vivía sola.

── Buenos días, Reina. ── Habló dulcemente depositando un tierno beso sobre el hombro un poco descubierto de su novia, Regina sonrió.

── Buenos días ¿Cómo durmió mi princesa? ── Preguntó la azabache mirándola de reojo, seguía haciendo el desayuno.

── Muy bien pero... Me levanté sin mi Osito de peluche... ── Colocó su cabeza sobre su hombro mirando lo que hacía, la azabache se sonrojó pero sonrió.

── ¿Soy un osito de peluche?

── Sabes que si. ── Abrazó a su novia apretujandola suavemente, Regina simplemente rió. Amaba las cosas de su novia.

── Me encanta ser tú osito de peluche. ── Respondí, volteó su rostro y depósito un beso en los labios de su novia quién había correspondido. ── Te amo.

── Y yo a ti, mi hermosa Reina.

Luego de aquello, Anna escondió su cabeza en la espalda de su mayor cerca de su cuello. Regina ante la acción simplemente rió siguiendo haciendo el desayuno. Amaba el contacto de su novia, amaba todo de ella.

Estaba muy enamorada de su deportista. Al igual que su deportista también estaba muy enamorada de ella.

Pudo sentir como la mano de su mujer descansaba en uno de sus pechos, la miró de reojo arqueando una ceja. Anna no era hormonal, pero le gustaba extrañamente hacer eso. Volvió su vista hacia el sartén mientras sonreía no era algo que le molestaba, además... Anne sabía de sus hormonas alocadas, algunas veces las personas solían llamarla ninfómana pero no lo era... Desde  que su ex novia la abandonó en su primera vez, Regina comenzó a tener esa necesidad de sexo pero... Nunca lo hacía, hubieron oportunidad pero las rechazaba.

Pero...

Todo cambió cuándo conoció a Anna. Allí, su necesidad de sexo era mucha y eso que sintió la vergüenza del mundo al conocerla aquella noche. Aún así... Sus hormonas despertaron como locas en busca de la atención de la Tailandesa, cosa que consiguió. Con ella todo era bonito, adorable... Era tan cuidadosa, cariñosa...Amaba demasiado a esa mujer, el conocerla fue lo mejor de su vida.

Annabelle por otro lado, también tenía una ex novia quién curiosamente no recordaba nada de nada... Ni su nombre, ni su rostro ni nada... Solo un vil recuerdo de una cabellera rubia. Aún así, no le importa después de todo ambas habían sufrido lo mismo: un abandono por el amor de su vida, aún así sus corazones sanaron estando juntas. Anna agradecía haberla conocido.

El destino las había juntado para sanar sus corazones rotos...

𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝'𝚜  |  𝐑𝐨𝐥𝐞𝐩𝐥𝐚𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora