III - "Acercarme"

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Draco entró en Candyland, el aroma dulce de caramelo y chocolate envolviendo el lugar. La tienda estaba decorada con colores brillantes y luces parpadeantes. Su fama como rockero no le había preparado para el contraste de este mundo tan alegre.

Mandy estaba detrás del mostrador, organizando una nueva entrega de gomitas. Al escuchar la campanita de la puerta, levantó la vista y se quedó boquiabierta al reconocer a la estrella del rock. Intentó mantener la compostura, pero su corazón latía con fuerza.

-Hola, ¿en qué puedo ayudarte? -dijo, intentando sonar casual.

Draco sonrió, sus ojos brillando con curiosidad.

-He oído hablar de tus dulces. Se dice que son los mejores de la ciudad.

Mandy sintió una oleada de orgullo y sonrojó ligeramente.

-Sí, bueno, hacemos lo que podemos. ¿Te gustaría probar algo? Tengo una nueva receta de chocolatinas rellenas.

-Suena perfecto. Nunca he sido muy bueno eligiendo dulces.

Mandy le ofreció una chocolatina y, mientras Draco la probaba, su rostro se iluminó.

-¡Esto es increíble! -exclamó-. ¿Tienes más de esto?

Ella sonrió, encantada.

-Claro, puedo prepararte una caja especial. ¿Eres un gran fan de los dulces?

-Más de lo que debería -confesó él-. La vida en el escenario es intensa, a veces necesito un respiro.

Mientras conversaban, la química entre ellos crecía. Mandy le contó sobre su tienda y cómo había comenzado su aventura en el mundo de los dulces. Draco, a su vez, compartió anécdotas de sus giras y la presión de ser un rockero famoso.

-Tal vez deberíamos salir algún dia -sugirió Draco-.

Mandy se quedó sorprendida.

-Eso sería... increíble. Pero, ¿no es un poco raro?

-No, no es raro. Solo dos personas que disfrutan de lo que hacen. ¿Qué dices?

Mandy sintió un cosquilleo en el estómago. Aceptó, y en ese instante supo que su vida estaba a punto de volverse mucho más emocionante.

Pero mientras estaban hablando Chester aprovecho para subirse al techo y preparar una mezcla de miel y plumas para que cayera a Draco o Mandy.

La morena escucho ruidos extraños en el techo, levanto la mirada para ver al bufón a punto de soltar el balde.

- ¡Draco cuidado! - Grito para sacarlo de su lugar antes que suceda algo peor.

Esto ocasionó que cayera encima de el sin querer.

Y también que Chester se burlara de la morena.

Solo se levantó y ayudo a Draco a levantarse. - ¡Mil disculpas! No pensaba que Chester lo haga.- Se disculpaba.

- ¡No te preocupes Mandy! La verdad te tengo que agradecer por salvarme de esa broma.- Se rió un poco.

Mandy lo vio reírse, un tanto sonrojada no pudo evitar reírse también, había escuchado su risa desde un micrófono pero se escuchaba mucho más hermosa en persona.

Se estaba enamorando.

Se estaba enamorando

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Señorita de caramelos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora