Prólogo

174 12 5
                                    

La noche abraso Star Park, cerca de la central las luces del estadio principal se movían y parpadeaban, la gran pantalla estaba aún apagada y los parlantes no emitían ningún sonido.

Pero eso no hizo que los espectadores se callarán, coreaban el nombre del solista esperando que entrara al escenario.

"Dra-co, Dra-co, Dra-co"

El sonido de una flauta y un violín se hicieron presentes, emocionando al público. La guitarra acústica empezó a sonar acompañado la melodía repetitiva.

La musica comenzó a acelerar, el sonido de la guitarra acústica fue reemplazada por una eléctrica junto a una percusión y un grito del solista.

La gente comenzó a gritar y a saltar emocionadamente, había una diferencia en ese concierto, no solo había simulaciónes de antorchas, también habían listicks rosadas entre el público.

-No puede ser que acepte venir contigo Cheaster..-

Una mujer de piel morena estaba abrigada y atrofiada por el ruido, pues su amigo y empleado de su local la invitó al concierto, aprovechando que a los dos le gustaba el mismo solista.

-¿Y que Mandy? ¡La fusión de Kpop y Metal no se la ve en ningún lado! ¡¡¡VIDA SOLO HAY UNA!!!- Grito emocionado al escuchar al solista cantar.

"Cuando despiertes un día y sientas que no puedes más, Que en el nombre del arriba tu vida van a manejar"

Mandy no era alguien que se deja llevar por la euforia pero si disfrutar del momento. Ambos amigos estaban en primera fila casi besándole los pies a Draco.

Bueno, solo Cheaster y uno que otro adolecente ya que Mandy estaba más atrás. La morena solo levanto la antorcha artificial y moviendo la en vertical en forma de apoyo.

Draco nisiquiera prestaba atención al público para no olvidar la letra o equivocarse al tocar. Pero al llegar al solo guitarra se arrodillo y arrastró haciendo que su pelo toque con el público.

Levanto la cabeza para que esto no suceda y la vio, su pelo esponjoso y verde se diferenciaba del resto, sus dedos se movían solos, tenia suerte que su memoria muscular es buena y puede seguir viendo esos ojos.

El solo termino y la música no volvió a sonar, muchos se confundieron pero al  segundo comenzó otra melodía diferente, las pantallas cambiaron de fuego a estrellas y colores vibrantes.

Las listicks ahora eran las que se movían y hacían la barra. Era Melody, apoderándose del escenario, el ritmo pop fue combinado por la guitarra de Draco.

"What’s wrong?
홀릴 듯이 난 너를 자극해"

-POP! POP! POP!- Respondió el público.

Mandy se quedó sin habla, Cheaster fue rápidamente donde estaba para hagarrarla de la chamarra y agitarla de la emoción.

-¡Te lo dije! ¡Te tragaste tus palabras!-

La morena nisiquiera le prestó atención al bufón, pues estaba procesando lo que estaba pasando, nisiquiera se había dando cuenta cuando volvió a tener contacto visual con el Metalero.

No supo cuando pasaron las horas, por primera vez sintió como su cuerpo y su mente se separaba, estuvo bailando y cantando junto con Cheaster.

El concierto termino exitosamente, la gente se retiraba, Mandy y Cheaster estaban yendo a un local abierto cerca del centro.

-¡Fue la mejor noche de mi vida!- Exclamó el bufón.

Mandy se rió por lo que dijo, pero no mentia, sentía que había sido correspondida por un artista.- Deberíamos ir a conciertos así más seguido- una vez dijo eso Cheaster saco su teléfono para revisar su calendario.

-Hay una presentación de acrobacias el mes que sigue, ¡Podemos invitar a Berry también! ¿¡No es increíble?!-

-Si, si, pero que el también debe aportar.-

Cheaster empezó a saltar mientras caminaba y entraba al local, Mandy solo lo veía, lo veía más como un hermano pequeño que como forma amorosa.

Por otra parte en los camerinos del estadio Draco estaba quitándose la molesta armadura y quitarse la base y las sombras de los ojos.

Melody entro completamente sin maquillaje junto a un vestido suelto de fresas, nunca dejara de ser glamurosa. Este solo rodó los ojos para seguir con lo que estaba.

-Bien camarada.- está se sentó en el mismo asiento que Draco aprovechando que estaba sentado más adelante, solo que quedaron espalda con espalda.-  Segun el coordinador recaudamos más de 60.000 dólares, serían 30.000 cada uno.-

-¿Y? No creas que solo hacer un concierto contigo estaré para ti de forma amorosa.- Contesto seco.

-Draco ese no es el punto, noté que estuviste distraído la mayoría del tiempo ¡Pudiste equivocarte y joder todo el concierto!.-

-Pero no lo hice, nisiquiera me equivoqué en el fanservice ¿Porque la queja?.- Se volteó con la cara completamente limpia.

La pelirosada solo suspiró.- ¿Es la jefa de Candyland no?...Yo también la vi, no te preocupes te ayudaré en ese tema si eso deseas.- Melody se levantó y la dió unas palmadas en la espalda al pelirojo antes de retirarse.- Buenas noches Draco.

Melody se fue del camerino para irse a su departamento, el metalero se quedó quieto por unos minutos, se sentía virgen y un pervertido al pensar algo relacionado con el amor, aunque tenga casi 25 años.

-¿Porque me atrae tanto una señorita como ella?- se burló de el mismo.- ¿Será verdad que este echa de dulces? Que su piel al lamer sería tan dulce como un caramelo...- Se mordió su dedo pulgar para no seguir especulando.

Oh no, cupido lo flechó, no recordaba la última vez que se enamoró, ni como se sentía las mariposas en el estómago. Llevo sus manos a la raíz de su propio pelo para tirarlos con un poco de fuerza.

-Draco eres un jodido maniático, primero rechazas a la idol más hermosa de Star Park y de un momento a otro estás enamorado de la jefa de una tienda de chuches.- El pelirojo solo golpeaba su frente con la mesa donde estaba su removedor y algodón hasta que sintió como sangre salía de su nariz y su frente por los raspones.

Miro su reflejo, sus pupilas se habían dilatado, su sonrisa de oreja a oreja mostraban sus colmillos y los dientes de al frente se coloreaban de sangre de su nariz, de su frente salían gotas de sangre hacia sus párpados y su pelos estaba completamente despeinado.

Este solo se burló de su reflejo, y fue por un botiquín para sanarse las heridas y un peine para cepillarse el cabello.

Una vez estuvo decente los empleados sacaron las cosas de Draco para llevarlas a su camioneta e irse a su departamento correspondiente.

En todo el camino a su casa estuvo pensando en alguna manera de acercarse a ella, no sabía dónde quedaba Candyland ni como llegar allá, y toparsela de nuevo sin que sus fans se vuelvan locos era imposible.

Llegó a su edificio y fue a la última planta junto a sus cosas, ahí era donde vivía. Despegó la puerta y dejó sus cosas en el comedor para irse a su cuarto y acostarse con cansancio.

Miro al techo blanco con vagas luces de estrellas y dragones, pues nisiquiera prendió la luz y se veían perfectamente. El recuerdo de los ojos morados de Mandy volvió a tocar su mente, está vez solo sonrió al visualizarla.

-Te encontraré mi reina, oh mejor dicho mi señorita de caramelos- Dijo con firmeza antes de caer en sueños.

Señorita de caramelos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora