VII- "Impacto"

88 9 5
                                    

Gemidos, jadeos, el sonido de las pieles chocando sin parar era lo único que se escuchaba en la habitación.

La morena estaba completamente sumida en el placer que le proporcionaba el rockero.

— Draco... Cariño porfavor~ — Decia entre gemidos.

— No puedes ni siquiera hablar eh.— se rió.— eres preciosa Mandy.

Mandy subió sus piernas a los hombros de Draco, buscando que el miembro de este llegué más profundo.

Sus ojos morados estaban algo llorosos por las sensaciones, trataba de dar con un vocabulario razonable para hablar pero con el pene de Draco dentro suyo, no ayudaba.

Draco se acercó al rostro de esta, comenzando a besarla algo desesperado por llegar al climax.

— Te amo Draco...— Gimió.

Draco se despertó completamente sudando, a pesar que tenía su aire prendido su cuerpo se sentía caliente.

Había pasado tres meses desde que obtuvo el número de Mandy, se habían echo grandes amigos con el tiempo, se podría decir que parecían amigos desde hace un buen de tiempo por la conexión entre ellos.

Se sentó un poco en su cama para notar un bulto en su entrepierna. — Puta madre...— Maldijo.

Se estiró hasta su celular para ver si había algún mensaje. Y efectivamente si había uno de Mandy diciendole los buenos días.

Desbloqueo el celular para responderle. Entre eso inconscientemente bajo su mano a su entrepierna que ya estaba erecta por el reciente sueño.

Dejo su teléfono a un lado para bajarse bien el pantalón y el boxer, empezó a subir y bajar su mano lentamente, soltaba algunos jadeos por el placer.

— Carajo, Mandy te necesito...— Gimió bajo mientras aumentaba la velocidad de su mano.

Con su mano libre la puso en su boca, a pesar de vivir solo no le gustaba hacer tanto ruido. No quería que alguien lo escuche en un momento tan vulnerable.

Los fragmentos del sueño atacaron su mente, el cuerpo moreno perfectamente a su merced, sus anchas caderas y sus pechos ni tan grandes ni tan pequeños que lo hacen enloquecer.

Quisiera penetrarla hasta el cansancio, llenarla de sus fluidos, tocar cada parte de su cuerpo, lamerlo, besarla con tanta urgencia que podría robarle hasta el último aliento. Había perdido la cabeza.

Luego de unos minutos ya estaba a su límite, quería correrse pero el sonido de una llamada entrante lo hizo sacar su mano de su miembro y poner su ropa en su lugar.

“Mandy 😛
Llamada entrante”

— Santo Dios...— aclaro su garganta para contestar.

La llamada tardo un poco en conectarse pero al escuchar la voz de Mandy se preocupo.

— Draco...— se escuchaba débil.— Puedes— Lo que iba a decir fue interrumpido por su tos.—  ¿Recogerme del Hospital?...—

— ¿¿MANDY QUE PASO??.— Se paró de su lugar para tomar sus llaves.

— Allá te digo, no puedo hablar mucho por teléfono.—  volvió a toser.

— Tranquila y-ya voy para allá.— Draco colgó rápidamente para ir al ascensor y partir al hospital.

Totalmente paranoico se sentó en el asiento de su camioneta, temia lo peor, ¿Y si la atropellaron? ¿La asaltaron? O peor ¿¡Y SI SE INCENDIO SU CASA?!.

Señorita de caramelos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora