Capítulo 7

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La noche caía sobre el campus universitario, y el aire estaba impregnado de un inquietante misterio. Selena Gomez, con su aura provocadora, deslizaba sus dedos por el brazo de Justin Bieber, encendiendo una chispa de deseo entre ellos. Pero la sombra de la tragedia se cernía sobre su romance.

"Sabes lo que haré... construiré un muro para separarlos", proclamó el padre de Justin, sus palabras resonando como un eco ominoso en el silencio de la noche. Shakira, observando desde su lugar en el cielo, cubrió su boca con las manos, horrorizada por la idea. "¡No puedes hacer eso!", susurró, pero su voz se perdió en el vasto cosmos.

El recuerdo de Juana y Pablo, separados por un muro que desató el caos, la consumió con un profundo temor. Decidida, voló hacia Ringo y Maluma. "Debemos ayudarles a escapar", ordenó, sus ojos brillando con determinación. Ringo y Maluma asintieron, comprendiendo la urgencia de la situación.

Mientras Maluma caminaba, un peso histórico se asentaba en su corazón. Había sido testigo de amores perdidos a lo largo de milenios, de tragedias que se repetían como un ciclo eterno. En su forma actual, recordaba a Rosalía, la chica que le había robado el aliento. Su rechazo había dolido como un puñal, pero Maluma no se rendía.

Tras rogarle a la luna que le diera una nueva forma, se transformó en un elegante gato tigrillo. Ahora, con un suave ronroneo, se acercó a Rosalía, quien disfrutaba de su compañía, ajena a la tormenta que se avecinaba. Sin embargo, la oscuridad acechaba.

"¿Rosalía, eres tú?", llamó Maluma con cautela, pero las palabras de ella fueron un rayo que lo dejó paralizado. "Te odio", gritó, el rencor en su voz hiriente. El corazón de Maluma se rompió al escuchar su dolor. "Rosalía, nunca fue mi intención hacerte daño", imploró, pero sus palabras se desvanecieron en la noche.

La tensión entre ellos se convirtió en una tormenta. "¡Mírame!", gritó Maluma, su furia acumulándose. "No soy un juguete. No estoy aquí para ser tu saco de boxeo emocional". Su voz resonó, llenando el aire de desesperación.

"Eres joven, Rosalía", continuó, su tono cargado de tristeza. "Tienes un futuro por delante. Pero te aferras a tu dolor, como si fuera tu único refugio". Las lágrimas amenazaban con brotar, su historia se entrelazaba con la de tantos otros que había visto caer en la desesperación.

Shakira, observando desde su posición, sintió la desesperación en el aire. "Debemos actuar antes de que el muro se erija y separe lo que aún puede salvarse", murmuró para sí misma, mientras la oscuridad se cerraba a su alrededor, un presagio del destino que acechaba a Justin y Selena.

Almas Gemelas RenacidasWhere stories live. Discover now