Capítulo 8

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La noche se cernía como un manto oscuro sobre el campus, donde las sombras ocultaban secretos indecibles. Selena Gomez, con su seducción palpable y su andar provocador, desnudaba sus intenciones a Justin Bieber, quien sucumbía a la tentación a pesar de las advertencias que resonaban en su mente.

"¿Te está molestando Maluma, cariño?", musitó Bad Bunny, su sonrisa deslumbrante ocultando una amenaza latente. La atmósfera se tornó densa, y Rosalía, atrapada entre su pasado y la nueva presencia de Bad Bunny, sentía una mezcla inquietante de alivio y desasosiego.

Maluma, erguido y con un aire sombrío, soltó las palabras con un desdén helado. "No, yo me iba", respondió, sus ojos oscuros reflejando una resignación que carcomía su ser. El silencio se instaló, pesado y cargado de tensiones no resueltas. Rosalía miró entre Maluma y Bad Bunny, atrapada en un torbellino de emociones contradictorias.

Con un gesto furtivo, Bad Bunny la envolvió con su brazo, su voz resonando en la penumbra. "Ven, mi amor. No dejes que los problemas de los demás arruinen nuestro momento". La seducción en sus palabras era innegable, y Rosalía, a pesar de su culpa, se dejó arrastrar hacia el abismo que prometía un amor prohibido.

Mientras tanto, Justin y Selena se debatían en la angustia de una conexión truncada, una barrera erigida por la tiranía parental que les prohibía comunicarse. La ausencia de mensajes instantáneos se convirtió en un eco doloroso, recordándoles lo que deseaban y no podían alcanzar.

En medio de esta desesperación, una paloma blanca emergió de la oscuridad, como un heraldo de destinos entrelazados. Selena, intrigada, observó cómo el ave se acercaba, picoteando una hoja con una insistencia casi mágica. "¿Qué me quieres decir?", preguntó, sintiendo una chispa de esperanza mientras la paloma continuaba con su mensaje urgente.

La comprensión iluminó su mente. "¿Quieres que le envíe una carta a Justin?", murmuró, mientras la paloma asentía con su cabeza. Con manos temblorosas, Selena tomó la hoja y dejó que sus sentimientos fluyeran en cada trazo, plasmando sus anhelos y pasiones en palabras que llevaban consigo el peso del amor.

Cuando la carta estuvo lista, Selena se la entregó a la paloma mensajera, que alzó el vuelo en busca de su destino. A la distancia, Justin, atrapado en sus pensamientos, fue sorprendido por un golpeteo en la ventana. Al asomarse, encontró la paloma, que le ofrecía un mensaje en su pata.

"¿Una paloma con una carta?", murmuró Justin, sorprendido. Al abrir la ventana, la paloma entró con gracia, dejando caer el mensaje a sus pies. Con manos temblorosas, desató la carta, devorando cada palabra que resonaba con la pasión de Selena. Su corazón, ahora encendido de esperanza, latía con fuerza ante la promesa de un reencuentro.

Shakira, que observaba desde las alturas, llevó consigo su lámpara mágica. "Decidí enviar una paloma mensajera", le contó a Harry Styles, quien sonrió, admirando su valentía. "Esa vela nunca se apaga", comentó, recordando la luz que emanaba de ella.

Maluma apareció con determinación, un mapa en la mano. "Está listo", dijo con firmeza, su voz resonando con una confianza inquebrantable. Cada línea trazada en el mapa representaba una ruta de escape para Justin y Selena, una vía hacia la libertad, un plan meticulosamente diseñado para eludir las garras que querían mantenerlos separados.

La paloma, ahora volando hacia su destino, llevaba consigo no solo un mensaje, sino también dos mapas cuidadosamente enrollados. Uno para Selena y otro para Justin, cada uno una promesa de esperanza, un camino hacia el amor que parecía esquivo. Mientras aleteaba en la noche, la paloma se acercaba más a su destino, con los sueños de dos corazones latiendo al unísono, listos para desafiar las fuerzas que amenazaban con separarlos.

Almas Gemelas RenacidasWhere stories live. Discover now