armed forces 𐙚 kooktae

Ꜥꜥֶָ֢🪖ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo 1O

Kim era el centro de atención. Quien llevaba encima todas las miradas de sus compañeros, junto a uno que otro piropo de mal gusto, morboso y asqueroso, los besos al aire y de vez en cuando sacadas de lengua. Cuando intentó irse a comer a otro lado, sus compañeros se colocaron en la puerta evitando que se fuera y hasta discutían por quién se sentaría a su lado. Querían saber más de él; eso de odiarlo pasó a segundo plano, pero todavía había alguien que no dejaba de hacerlo. Sin embargo, no se sentía del todo cómodo con la situación.

Se suponía que tenía que encargarse de que se fuera, pero ¿qué loco, no? Ahora todos lo aman, y fue por su fallido plan. Ahora solo le quedaba mirar desde las cámaras de seguridad la parte del comedor, esperando que ocurriera algo interesante.

— Y dime, TaeHyung, ¿cuántos años tienes? — El chico de nombre JiMin logró sentarse a su lado; tenía una mirada que el azabache no podía descifrar. Era raro — ¿Qué? ¿Te comieron la lengua los ratones? — TaeHyung mordió su lengua ansiando no tenerla. Agarró su bandeja con comida para salir corriendo hacia otra mesa que estuviera desocupada.

JungKook reía desde su sillón. Agarró una manzana para comerla mientras se entretenía con las vivencias locas de Kim.

TaeHyung logró dar con una mesa libre en la esquina del comedor y fue a sentarse, pero ni bien soltó un respiro de tranquilidad ya tenía a un chico sentado frente a él. Muy sonriente, por cierto.

— Hola, ¿qué tal? ¡Soy YeSung! Tú eres TaeHyung, ¿verdad? Verás, me gustaría conocerte; me pareces muy lindo y... — TaeHyung tenía sus ojos muy abiertos, echando su cuerpo hacia atrás y pegando este contra el asiento. El chico castaño de enfrente hablaba tan rápido que solo pudo grabarse su nombre. ¿Qué carajos ocurría? — ¡Hey, hey! ¡Bebitooo! — El castaño, al notar que este no decía nada y parecía estar en las nebulosas, movía su mano de un lado a otro frente a su rostro para llamar su atención.

— ¿Eh?, ¿q-qué? — El más bajo estaba asustado; todo era muy raro.

— ¡Qué tierno! — Hizo aegyo cuando TaeHyung hizo un puchero por el ambiente pesado.

TaeHyung de nuevo agarró su bandeja, y esta vez logró salirse del comedor sin ser acosado por sus bipolares compañeros.

Jeon no aguantaba la risa desde su oficina; creía atragantarse con la manzana si seguía riéndose de ese modo.

TaeHyung se sentó en el pasillo de la base. Por suerte, ninguno lo siguió.

— Oye, ¿qué piensas sobre Kim TaeHyung? — El chico de cabello color chocolate le preguntaba a JiMin.

— Me disgustaba su presencia siquiera, pero después de verlo ahí afuera creo que ya no me molesta tanto — Los chicos de la barra rieron por su comentario, pues todos pensaban lo mismo que el rubio — Pero debo admitir que parece mudo el chico. Hoy intenté hablar con él, pero solo salió corriendo.

— ¡Oh!, a mí también me pasó lo mismo — YeSung dejó su cerveza en la barra, echándose hacia adelante y mirando a Park — Estábamos hablando de lo más precioso y ¡BUM! — Golpeó la mesa con su mano, haciendo que todos se asustasen — Se fue — Fingió llorar, acomodándose en su silla y dando otro trago a su bebida alcohólica.

— Bien rarito, ¿no? — Esta vez fue Jackson quien se metía en la conversación — ¿Y tú qué piensas, JaeHyun? Hoy le diste tu chaqueta allá afuera cuando estaba desnudo.

— ¿¡Por qué lo hiciste, JaeHyun!? Yo quería seguir viéndolo. Tiene un jodido trasero más grande que las Kardashian — BamBam relamió sus labios y colocó una expresión pervertida.

— Cállense de una vez, ¿qué no entienden que quiero concentrarme? — Soltó irritado.

— No sé si lo que haces es concentrarte o dormir — Jackson lo miró curioso porque mantenía sus ojos cerrados; de seguro lo que hacía era dormir mientras fingía pensar — Pero, volviendo al tema de Kim... ¿se conocen?

Song abrió sus ojos. Hizo una mueca de asco elevando sus labios.

— Digamos que solo le pagué algo — Los demás no entendieron, pero prefirieron dejarlo de ese modo. Luego Song se cabreaba y les daba madrazos. En ese cuerpo había mucha maldad retenida.

— Pero creo que ya todos estamos de acuerdo en que el chico está bueno.

— Eso es cierto, YeSung — Asintió BamBam.

— Todos ustedes quieren con la pequeña bola de arroz, bah, ni me interesa.

JaeHyun cerró sus ojos de nuevo "concentrándose". Ya su pierna no dolía tanto, y gracias al pequeño cuidado de TaeHyung aquella noche de castigo, pudo hacer sus respectivas labores militares. A diferencia de los otros, él no se sentía atraído por él ni nada de eso... Solo que verlo tan indefenso, tan perdido le provocaba, o mejor dicho... le exigía a sí mismo cuidarlo.

Porque él le hacía recordar a alguien importante.