en edición ⋮ las fuerzas armadas: hechas especialmente para hombres fríos, fuertes, aguerridos y de gran caracter.
descripción perfecta de jeon jungkook, coronel de las fuerzas armadas con más prestigio en toda Corea del sur.
pero este año se ha enl...
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— Las nenas como ustedes deben dejar de ser tan maricas y comenzar a hacer las cosas verdaderamente bien, por la ciudadanía y paz de nuestra nación.
El hombre de cuerpo fuerte, temple y carácter estricto, caminaba por las dos filas de chicos y hombres ya algo mayores. Hasta con más años que él mismo.
Cada fila tenía treinta hombres, había un total de siete filas con la misma cantidad de hombres y jóvenes recién incluidos en las Fuerzas Armadas, y su coronel al mando era Jeon JungKook de veintisiete años; un hombre realmente temible al que nadie lograba mantener contacto visual, ni siquiera unos segundos, pues daba tanto temor con esos ojos tan autoritarios que no podían siquiera responderle una palabra sin balbucear.
El comandante mantenía sus manos agarradas tras su espalda, su cabeza bien en alto y rostro sin expresión. Sus pasos eran lentos y alarmantes; con él no se sabía nunca ya que hace dos noches atrás lanzó una bomba lacrimógena en cada habitación de todos los militares, levantándolos en plena madrugada, a veces lanzaba granadas cerca de ellos para saber su reacción y acción conforme al momento, y otras veces... Podía llegar a un combate cuerpo a cuerpo contigo sin que lo esperes, manteniendo las mismas palabras de siempre: "Al enemigo no le importará si estás desvalido o distraído". Con eso explicaba muchas cosas.
— Por culpa de su compañero Kim TaeHyung, todos quedan sin cenar — Dice fuerte. El coronel cuenta con un cabello largo y abundante que se mueve al compás del viento y de sus movimientos.
Todos miraron de reojo al "nuevo" que había llegado tan solo un día antes y ya se había ganado el odio de todos sus compañeros. ¿La razón? Se atrevió a contestarle al coronel JungKook el primer día de su llegada.
Día Anterior.
— Vuelva a su posición, cabo.
El más bajo lo miró con cara de extrañado. Sonrió apenado.
— Pero es que soy nuevo y...
— A mí no me interesa que usted sea nuevo o de la prehistoria, vuelva a su lugar.
— Pero solo quiero ir a...
Fue interrumpido por segunda vez.
— ¡Que no! — Exclamó aún más fuerte.
TaeHyung dio un salto del susto, acomodó su gorra de militar y procedía a ir por el lado izquierdo hacia donde estaba la parte de la marina, pues allí era donde él quería ser enlistado. Un apretón en su delgado brazo lo hizo jadear de dolor y encogerse con agonía.
Era el coronel JungKook que lo empujaba hacia la parte derecha.
— Usted primero va a cumplir con la parte militar, luego se puede ir adonde le plazca, pero mientras esté a mi cargo se hace lo que yo diga. Es un mes de milicia y luego escoge lo que le venga en gana, mientras tanto me obedece. ¿Estamos?
El joven TaeHyung no podía quitar esa fuerte mano de su brazo, lo estaba lastimando más de lo normal. No tuvo opción y... Clavó sus dientes en el brazo del coronel JungKook.
Este de inmediato lo soltó al notar los pequeños dientecillos que habían marcado su piel.
— Usted podrá ser todo lo que quiera, pero eso no le da derecho a tratarme como si fuera inferior a usted.
— Por supuesto que lo eres, mocoso insolente.
Levantó su mano dispuesto a pegarle al más bajo, pero sonó un disparo.
El capitán Jung HoSeok interfirió en el maltrato contra aquel pequeño joven; había disparado al aire y TaeHyung se había encogido de hombros, tapando sus oídos con sus manos.
JungKook le dedicó una mirada asesina a su colega de trabajo, el cual se acercaba a ellos.
— No creo que esa sea la forma de tratar a alguien que llega nuevo — Ayudó al menor a levantarse — Aunque conociéndote, tratar mal a los demás es típico de ti.
— No me tutee, compañero, estamos en trabajo — JungKook mantenía su parada firme como siempre.
— Ahhh, te tomas todo muy a pecho — Volteó para mirar a TaeHyung, arreglando mejor su mochila en su espalda y dándole unos sacudones para que saliera del trance — ¿Estás bien?
Asintió frenéticamente.
— Qué bueno. ¿En dónde te alistarás?
— En la marina — Se le iluminó la mirada.
Jung le dedicó una ladina sonrisa.
— Oh, yo soy el capitán encargado de enlistar en la marina, pero debes tener en cuenta que antes de ello debes pasar por el entrenamiento militar y será por un mes.
TaeHyung volteó a mirar discretamente a JungKook, el cual estaba irritado porque lo estaban ignorando. ¿Tenía que estar bajo el mando de ese malvado coronel por todo un mes? ¡Genial! Primer día y ya habían empezado con el pie izquierdo.
— No te metas en problemas y te deseo mucha suerte — Palmeó su hombro y se fue dándole una última mirada recurrente al azabache.
— Pagarás por esto.
Y de esa forma fue que Kim TaeHyung, con apenas dieciocho años recién cumplidos... Se había ganado el odio de todos sus compañeros y, peor aún...
Del coronel Jeon JungKook.
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