𝐒𝐈𝐆𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 𝐘𝐎 ⎮❝¡Soy Stefan Salvatore, un hombre, no una mujer!.❞
☺︎︎「 𝐄𝐍 𝐃𝐎́𝐍𝐃𝐄 」── Stefan Salvatore se sacrifica en el día de su boda para poder matar a Katherine Pierce, sin embargo después de morir despierta atrás en el tiemp...
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Stefan había luchado, el universo era testigo de ésto pero la necedad de Lexi fue mayor, ahora por su causa se encontraba en su auto afuera de la escuela de Mystic Falls sin querer salir de su auto para ir a clases debido a la falda que Lexi le hizo poner porque según ella se veía linda.
A pesar de que ahora era una mujer, en el fondo él era el mismo hombre que antes y vestirse de esa forma le traía demasiados conflictos internos, Stefan no quería que nadie lo viera de esa manera, le daba mucha pena y vergüenza.
Si Damon no mataba a Lexi, Stefan estaba seguro que lo haría él mismo si su mejor amiga lo seguía obligando a vestirse de esa manera, prefería mil veces el jeans, era mucho más cómodo que una corta falda pero Lexi había insistido bastante para que se la pusiera, tanto así que a Stefan no le quedó de otra que hacerlo de mala gana.
Aunque Lexi le hubiera dicho que se veía linda vestida de esa manera, Stefan pensaba dentro de sí que todo eso era ridículo.
─ ¡Stefania! ─ un golpe en la ventanilla del auto sacó de sus pensamientos a Stefan en ese momento.
Al dirigir su mirada a la ventana de su auto, Stefan se dió con la presencia de Elena parada allí mirándola un poco confundida.
Al ver que ya no podía escapar e irse de la escuela, Stefan abrió la puerta del auto saliendo.
─ Hola Elena ─ saludó lo más cordial que pudo ya que tampoco se iba a desquitar con ella por seguir molesto con Lexi.
Elena lo analizó de pies a cabeza con una mirada rápida. El cambio repentino de Stefan para Elena fue bastante notoria a simple vista.
Stefania llevaba sus cabellos sueltos y con rulos a diferencia de antes, sus labios pintados con un toque de rojo, una falda blanca por encima de las rodillas, una blusa negra cubriendo sus hombros y brazos, unas botas cortas negras y su mochila.
─ Te ves bien ─ Elena tragó saliva después de sacudir su cabeza al quedarse mirándola.
─ Gracias, tú también ─ dijo Stefania con nerviosismo.
─ ¿Vamos? ─ Elena miró en dirección de la escuela.
─ Si ─ Stefania asintió con su cabeza, ya no podía escapar, debía relajarse y actuar normal.
Elena y Stefania caminaron en dirección de la escuela.
─ No viniste ayer ─ murmuró Elena mirándola de reojo.
─ Si, tuve un pequeño problema pero ya está todo bien ─ dijo Stefania.
Elena sonrió de costado manteniéndose en silencio mientras ambas entraban en la escuela captando la atención de muchos por dos razones, la primera, Elena era de las alumnas más populares de la escuela a pesar de que ya no socializaba mucho por los acontecimientos del verano, segundo, Stefania era nueva y ya se había hecho amiga de Elena algo que muchos no podían, además de que se veía demasiado hermosa ante la mirada de muchos de los alumnos.
