Quiebre 05

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"Un punto de quiebre solo puede ser tocado cuando hemos llegado más allá de nuestro limite"

- Espérame en el pasillo - ordeno Giovanni, para después dirigirse a Santino - acompaña a los caballeros mientras tanto por favor. - mientras él asentía, mi abuelo se dirigía al pasillo.

- Podríamos discutir esto en el despacho. - dije serenamente

- No debería quedarme aquí, volveré a casa Jade o me quedaré en el casino. - musitó dándome la espalda.

- No pondré esto en discusión, la perdí a ella hoy y no pienso perder nada más, eso obviamente de incluye a ti - respondí mientras pasaba frente de él.

- ¿Los pondrás en riesgo a ellos por mí? - cuestiono mi abuelo.

- Tomaste la decisión de ponerme a cargo porque confías en que puedo tomar las decisiones de manera correcta. - desafíe - sígueme al despacho tenemos cosas que discutir aún.

ANGELLO.⚜

Aquella noche antes y después de la presentación de Jade, la velada parecía marchar bien, pero todo se tornó turbio, llegando a igualar el gélido frío de aquella noche. 

Después de la llamada de Jade me preocupé, mi miedo no solo recaía en el daño a la familia sino la decisión que ella podría tomar la cual podría ser sumamente precipitada, ella seguía las reglas de mi padre y aún así mantenía los límites por la familia, pero Beatrice era una de las personas más importantes para Jade, era su imagen materna, su vínculo más fuerte era con ella, los limites que ella misma se impuso para separar ambos lados de la familia por el bienestar de las partes recaía en ello. Aunque eso también fue mi culpa, luego de que la madre de Jade se fue toque fondo, mi vida dio un vuelco sepulcral, así que decidí dejar a Jade con mis padres mientras me recuperaba, me comporte como un cobarde por miedo, por miedo a no poder cuidarla como debía, a dejar que otros problemas me agobiaran, me superaran y la arrastraran a ella conmigo, no le pediría ayuda a mi padre en ese sentido, era suficiente el hecho de que cuidara a Jade, ella jamás me odio o siquiera me reclamo por ese hecho, ella tal vez entendía la situación por la cual pasaba, me volví más blando con ella porque era una niña que se destacaba en su comportamiento y nivel académico, era mi niña de vestidos rosa, aquella que adoraba a su hermano, dedicando su tiempo a él, que buscaba destacar manteniendo su comportamiento impecable, a veces decía malas palabra aunque eso ya era cosa de mi padre, pero esa noche cuando bajo del coche de Giovanni verla con ese abrigo, a pesar de quedarle algo grande se lo acomodó lo suficiente para lucir a la altura, dispuesta a asumir la carga de la situación, mi mayor miedo se hacia realidad, aquello que quise evitar siempre, el sentir que le debía algo a ella por ser un cobarde me hizo permisivo, la impotencia llenaba mi ser, todo era mi culpa en este punto, nuestra nueva familia se estaba quebrando por mi incompetencia... También sabía que no discutiría conmigo en ese momento, ya que la esperaban en la sala de reuniones, así que esperé en el despacho en compañía de Louisse, quien me daba su mano en señal de apoyo y Dorotea quien estaba preocupada por la situación se mantenía expectante en la puerta del despacho a la espera de Jade, mientras el tiempo pasaba esperamos con calma.

 La puerta del despacho fue abierta por Jade quien estaba acompañada de mi padre: 

- Louisse, necesito que salgas, tenemos cosas que discutir. - dijo Jade suavemente 

- ¿Acaso no somos familia? - la cuestionó ella

- Lo somos, pero esta discusión no es tu problema, por lo tanto no considero que sea necesario que este aquí.

- Ella se queda aquí, es mi esposa y por lo tanto está en su derecho, incluso quiero que Oliver esté presente, tu has tomado la decisión sin pedir mi opinión o siquiera en pensar las consecuencias. - dije tajante 

Carmesí o MarionetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora