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Yeon Ji-ho sintió una punzada en el pecho y un zumbido en los oídos, mientras viejos recuerdos le venían a la cabeza.

Yeon Ji-ho se había manifestado como omega a los doce años, una edad temprana, considerando que la mayoría se manifestaba durante la pubertad. Eso lo convirtió en el único omega hombre de su escuela al comenzar a la secundaria. Y, como ser diferente era una condena para alguien de su edad, no era extraño que Yeon Ji-ho fuera acusado de muchas cosas que nunca cometió.

Yeon Ji-ho no era capaz de mirar a Seth a los ojos, así que, avergonzado, mantuvo la cabeza gacha, y respondió en un hilo de voz:

"Sí".

Por suerte, después de convertirse en adulto, rara vez recordaba aquellos traumas del pasado. Los omegas que eran hombres, aunque inusuales, no eran una rareza, y la gente ya no le discriminaba por ello.

Sin embargo, ahora sentía miedo. Para ser exactos, no le daba miedo la idea de ser un omega, sino la forma en cómo cambiaba la actitud de la gente al saberlo.

"Verá... aquí existe algo llamado segundo género. Además de hombres y mujeres, también están los alfas, betas y omegas. Los omegas, sin importar su sexo, pueden quedar embarazados".

Aunque se esforzó por mantener la voz lo más calmada posible, sus manos, escondidas bajo la mesa, no dejaban de temblar.

Yeon Ji-ho respiró hondo antes de continuar:

"Y... yo soy un omega".

"...".

"Un hombre omega".

Cuando cumplió veinte años, Yeon Ji-ho decidió alejarse de todo el mundo. Sus padres, quienes siempre habían estado a su lado, fallecieron y aquello se sintió para Yeon Ji-ho como si se hubiese quedado solo para siempre.

Fueron sus vecinos, el señor Soo-cheol y Seon-rok, una pareja de alfa y omega, quienes le tendieron una mano y lo animaron a salir de su encierro.

Aun así, las heridas de su infancia seguían abiertas, y es por eso que Yeon Ji-ho se aferró a su corazón palpitante y esperó en silencio la respuesta de Seth.

Seth no pertenecía a su mundo, así que quizás no comprendiera eso de "un hombre que puede quedar embarazado". Se repitió esa idea una y otra vez, preparándose mentalmente para cualquier reacción negativa o diferente de su parte.

"¿Entonces eres un hombre que puede quedar embarazado?".

"Desde su punto de vista, ¿no le parece... un poco desagradable, Seth?".

Entonces, Yeon Ji-ho recordó que a Seth le había gustado Glize.

Aunque no aplicaba para los alfas y omegas, entre los betas lo normal era que hombres y mujeres formaran parejas. Y Seth en la novela parecía estar enamorado de Glize, la cual era un personaje femenino...

"Por eso me parecías tan hermoso".

"¿Qué?".

Yeon Ji-ho pensó haber escuchado mal. Levantó la cabeza, sorprendido, y se encontró con la mirada seria de Seth, quien observaba su muñeca con el ceño fruncido.

"Pensé que todos los hombres de este mundo eran delicados como tú. El tal Seon-rok también parecía delicado, pero no tanto como tú".

¿Delicado...?

Seon-rok tenía una figura robusta para su edad, pero era bastante adorable, gracias a su estatura de menos de 1.70.

Sin embargo, eso no le hacía parecer delicado en absoluto, sobre todo porque trabajaba en el campo con regularidad. Además, el propio Yeon Ji-ho tampoco era precisamente delicado. Tal vez un poco delgado, pero mantenía una musculatura definida gracias al trabajo constante en el huerto y el cuidado de la pensión.

✦ Mi personaje favorito apareció en el armario de mi casa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora