13.

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"¡Suéltame, imbécil!"

Desde la secundaria, Nam Jeong-hwan siempre había sido de esos que hacían ejercicio para presumir ante los demás. Sin embargo, por más que su objetivo fuera alardear, Yeon Ji-ho no podía competir contra la fuerza de alguien que llevaba años ejercitándose. Para empeorar las cosas, el tipo estaba completamente borracho. Debido a los tirones obstinados de Nam Jeong-hwan, Yeon Ji-ho terminó entrando a trompicones en la pensión.

El panorama en la sala de estar era un desastre. Yeon Ji-ho, arrastrado contra su voluntad, se quedó boquiabierto al ver el desorden. Más que una reunión, aquello parecía una fiesta descontrolada.

Las mujeres estaban prácticamente desnudas, y Kim Seong-min yacía desplomado en el suelo junto a un sofá medio destruido, aferrándose a una botella de licor. Al voltear la cabeza hacia la fuente de la música que resonaba por toda la casa, Yeon Ji-ho vio unos altavoces de alta gama que no sabía cómo ni de dónde los habían sacado.

"Te voy a hacer pagar por todo lo que has dañado".

"¡Hip! ¡Ja, ja! Oye, oye, Yeon Ji-ho. Por supuesto que yo me haré cargo de todo. Mira, acabo de sacarle un montón de dinero a este idiota. ¿Crees que no puedo permitirme esto?"

Yeon Ji-ho se arrepintió de haber accedido a recibirlos por miedo a las consecuencias de negarse. Mientras se frotaba la frente con frustración, pensó que debería haberlos evitado, no por miedo, sino por repulsión. La idea de tener que limpiar todo este desastre por la mañana le había provocado dolor de cabeza.

Pero el imbécil de Nam Jeong-hwan no había terminado.

"Vamos, te pagaré bien. Déjame probarte una vez."

"¿Qué? ¡Ugh!"

Nam Jeong-hwan, que parecía haberse despejado un poco después tras la entrada de Yeon Ji-ho, de repente se abalanzó sobre él con todo su peso, provocando que Yeon Ji-ho cayera de espaldas con un fuerte golpe.

Al igual que en la escuela secundaria, Nam Jeong-hwan se montó sobre Yeon Ji-ho, usando sus piernas para inmovilizarlo. Era la misma técnica que solía usar cuando, con la excusa de practicar lucha libre, sometía a Yeon Ji-ho a sus "experimentos".

Pero había una diferencia crucial: la mirada en los ojos de Nam Jeong-hwan era completamente diferente a la que tenía en aquel entonces. Mientras mantenía a Yeon Ji-ho inmovilizado, empezó a mover sus manos, tocando su cuerpo por todos lados.

"¿Qué... qué estás haciendo? ¿Te has vuelto loco?"

"Vamos, te estoy diciendo que te pagaré. Solo déjame follarte una sola vez."

Yeon Ji-ho, sorprendido por el giro repentino de los acontecimientos, apenas podía respirar.

Durante sus años escolares, Nam Jeong-hwan solía golpear a Yeon Ji-ho, pero nunca lo había acosado sexualmente. De hecho, solía golpear a cualquiera que mirara a Yeon Ji-ho con otros ojos, como si despreciara a todo aquel que quisiera tener ese tipo de cercanía con un omega.

Por eso, este ataque repentino tomó a Yeon Ji-ho completamente desprevenido. Fue entonces cuando empezó a resistirse con todas sus fuerzas.

"¡Maldito idiota! ¿Por qué no te largas? ¡Te digo que te largues!"

"Ah, Yeon Ji-ho, mocoso fastidioso. Siempre me has molestado. ¿Sabes cuántas veces he querido hacerte esto cada vez que me mirabas con esos malditos ojos?"

Fue en ese momento cuando Nam Jeong-hwan levantó su puño y golpeó la mejilla izquierda de Yeon Ji-ho. El impacto hizo que su cabeza girara bruscamente y se echara hacia atrás.

✦ Mi personaje favorito apareció en el armario de mi casa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora